Muchas gracias por la reseña, querido Job
Desded luego que no era fácil sintetizar este puñado de cómics. Una vez más, mi impresión es que Byrne se reserva lo gordo para los Whackos, que resultan ser el título central en esta andadura de Byrne pues, lo que hemos visto en el aparente título madre, para mí deja mucho que desear. Como dice Job, la mandanga buena está aquí, nos guste o no nos guste.
Y en fin ¡madre mía! La de trama que cabe en seis números. Es la ostia cómo se escribían antes cómics, incluso aceptando que esta vez Byrne se pasa tanto de sustancia que nos hace perder el hilo en más de una ocasión. Al igual que hacía su predecesor, Englehart, Byrne demuestra tener un conocimiento enorme de la historia del equipo. Y ese conocimiento lo aplica, creo yo, con más fortuna que Englehart. No tira simplemente de nostalgia, sino que construye, en general, historias más sólidas. Por lo menos por lo que llevamos visto ahora, en los prolegómenos de Actos de Venganza. Es verdad que, aunque las tramas me han gustado, Byrne es tal vez demasiado enrevesado con fumadas del quince.
Todavía estamos a la espera de ver por qué Inmortus (a ratos bueno, a ratos malo, que ya no sabe uno) ha mentido a Los Vengadores sobre el origen de la Visión, qué planes esperaba desarrollar con esa mentira y también cómo el viaje de Wanda al plano de Mefisto desbarataría esos planes. O al menos, lo haría si la Brujita recibiese daño, algo que, a primera vista, no ha ocurrido, si obvias el sufrimiento mental de perder a tus hijos así como así, aunque compensado porque Agatha le borra la mente a Wanda.
El Máster Pandemonium este a mí me parece un malo coñazo a más no poder. Nunca me gustó desde que le vi aparecer en las páginas de esta colección, pero reconozco que Byrne le ha metido una carambola guay al asunto: una explicación muy alambicada de a) cómo Franklin Richards dispersó el alma de Mefisto; b) de cómo Mefisto utilizó a Pandemonium para buscar los
horrocruces trozos de su propia alma, diciéndole que eran de Pandemonium cuando en realidad eran suyos, mientras él se rascaba su demoniaca huevada a dos manos y Mr. P. hacía el trabajo sucio por él; c) cómo Wanda crea a sus retoños con magia, voluntad y mutantismo, pero aun así necesita almas que habiten los corazoncitos de los niños. ¿No había otras almas por ahí sueltas, joder? Pues no, tenían que ser dos de los trozos del alma de Mefisto que, a la sazón, andaban por ahí a la deriva como resultado del ataque del niño prodigio Richards.
Uffff... lees todo esto y dices: "Byrne, te has fumado medio Marruecos". Pero la cosa es que luego resulta. Extrañamente resulta por muy raruno que sea todo. En especial, creo que la idea de que los niños de Wanda y Vizh no eran reales y que por eso desaparecen cada vez que Wanda deja de pensar en ellos me parece sencillamente brillante. Brillante y dramático, por supuesto.
Esta es una parte de trama muy famosa, que ha permeado luego multitud de arcos argumentales más modernos. Nunca había leído, hasta ahora, dónde estaba la almendra de todo. Y es satisfactorio descubrirlo en unos cómics que tenía muy orillados. Lo dicho, Los verdaderos vengadores se están leyendo en estas páginas. En las páginas de la colección madre tenemos un batiburrillo raro de dioses que a mí no me mola nada.
Y todo esto, no lo olvidemos, mientras:
-Tigra sigue cazando ratones, pero ahora en tamaño minino.
-Hombre Maravilla está, con toda lógica, pillado por Wanda, y ahora sabemos que no suelta ni de coña trozos de su esencia a favor de la Visión para no rendir pendón en esta lid amorosa. Es que sería gilipollas si lo hiciera.
-Comienza la famosa locura de Wanda en estas páginas. La pobre Janet recibe una buena hostia inopinada que hace que la bruja nos caiga mal. Pero en realidad es que está inestable.
-Vizh es un eunuco emocional. me da pena verlo así. Jim Horton representa lo que Visión tenía: cierto despliegue emocional. Pero la pobre Visión está fría como un témpano. Nada que hacer. Cierto es que Byrne ha destrozado el parejón tan mono que teníamos y que Englehart (especialmente él) tanto se esmeró en construir.
-El USAgente está de pegote y aislado. El resto le ningunea y el tipo cada vez cuenta menos, aunque tiene sus momentos de brillo heroico luchando contra los demonios y demás.
-Iron Man ha vuelto, pero no sabemos quién anda detrás de la armadura. Aquí Byrne reincide en temáticas de los propios comienzos de la colección, ya que Englehart hizo formar a los Whackos con Rhodes dentro de la armadura, para que, de la noche a la mañana, reapareciera Stark. ¿Quién está ahora dentro? No lo sabemos, aunque negro no es. Supongo que será Stark, pero en fin, que ya se verá. No retrospoilers, please.
-Starfox ha encontrado a Nébula, cuando todavía no era calva como en las pelis. A ver qué pasa. Me encantaba este tío. Qué recuerdos de Stern.
-El #52 acaba con algo de las novias de Set preparando un nuevo arco (o eso supongo).
-La Señora Viuda de Toro y de Raymond anda por ahí sin saber si su marido vive, muere o está en medio. Intuyo que Jim no va a estar mucho tiempo en el grupo.
-Agata Harkness ha resucitado por los huevos morenos de Byrne (a no ser que haya una explicación que se haya contado en alguna otra parte y no nos hayamos enterado, o a no ser que la explicación esté por venir).
Sea como sea, no se puede negar que Byrne ha cerrado bien la trama de los niños que desaparecían.
Me va a explotar la cabeza.