A mí me falta el último número y las he pasado canutas para escribir las sinopsis de las fichas USA de la miniserie.

No está mal, me parece interesante y hace un ejercicio de metalenguaje muy inteligente, casi
morrisiano, podríamos decir. Desde luego es un tebeo diferente, que combina elementos de la continuidad más reciente de Marvel con conceptos místicos y cabalísticos. También realiza una interesante alegoría entre la fantasía, la escritura y la confección de historias, con multitud de referencias. No lo recomendaría alegremente, pero la verdad es que a mí me ha gustado, a falta de ver como lo remata el autor. Es curioso, porque si lo pensamos un poco, va en la línea del último trabajo de Starlin con Thanos aunque en esa trilogía todo estaba más enfocado a la reflexión existencial, pero me da la sensación que aquí se busca esa onda de complejidad para hacernos reflexionar sobre otros aspectos del mundo del cómic en toda su amplitud, no solo en el aspecto creativo, sino en el comercial, por ejemplo.