He leído
Spidergedón Nº 0.
Este año hay serias intenciones de no saturar el tomito mensual de Spiderman con material coetáneo de la franquicia arácnida, con gran acierto, todo hay que decirlo, por lo que tenemos este evento publicado de manera autónoma durante los meses que dure su publicación en nuestro país. Comenzamos con un número 0 que sirve de prólogo a la miniserie principal, con otra miniserie de cuatro números titulada
Edge Of Spider-Geddon, realizada por diferentes autores. La verdad es que hay más información en texto de promoción de los créditos iniciales, o en el Spot on de Julián, avanzando un poco de que va este evento. Se trata de una secuela de Universo Spiderman, que contará con los guiones de Slott, y se mantendrá al margen de las series regulares del personaje. La trama gira en torno a los Herederos, que regresan al Universo Marvel tradicional, por lo que las distintas versiones alternativas de Spiderman regresan para unirse contra ellos.
Tengo que reconocer que a mí Universo Spiderman me pareció una saga entretenida, con algunos momentos buenos, pero no me convenció su desenlace. Ya he mencionado en más de una ocasión que el trabajo de Slott durante su larga etapa con Spiderman decaía precisamente en este tipo de sagas ambiciosas o largos
crossovers, siendo lo que menos me ha gustado, sin contar los momentos bajos que sufrimos en el tramo final de su estancia en la cabecera. No obstante, como seguidor del personaje, no me he podido resistir a darle una oportunidad a este evento, a pesar de que este tipo de proyectos tampoco me atrae mucho últimamente, consiguiendo evitar varios tras las Secret Wars de Hickman. De momento, debo admitir que este prólogo ha sido entretenido, pero tampoco me ha emocionado especialmente.
Sin chica ni limoná, que podría decirse. Principalmente porque a mí cada vez me interesa menos las realidades alternativas del Universo Marvel, siendo este concepto base de toda la saga. De hecho, SpiderGwen no me atrajo desde su presentación y obvié sus aventuras al salir del tomito mensual. Solo he seguido a Miguel O'Hara, y en gran parte por estar presente un guionista como Peter David. No sé que hacer, quizá le de una oportunidad al primer número a ver que tal, pero va a tener que convencerme Slott para que aguante hasta el final, porque mi predisposición no es muy acusada que digamos.
La miniserie de este prólogo centra cada episodio en unos personajes concretos, que al final de cada número son reclamados por otro Spiderman alternativo para que vayan a algún sitio a salvar el mundo. Independientemente de este esquema que se repite una y otra vez, tenemos personajes que ya conocemos de Universo Spiderman, ahora con historias en su propio mundo. Jed McKay y Gerardo Sandoval tiene la labor de recuperar al Spiderpunk, un personaje cuyo mundo combina la crítica social con la música. Una historia sobre libertades sociales y comerciales bajo el acoso de un Kang corporativo y futurista, en la que participan un Hulk punk, concierta pasión por el
heavy metal, y el Capitán Anarquía. Sin lugar a dudas, una incesante lucha por la libertad de expresión y los derechos de autor. Después tenemos a SP//dr, que vendría a ser prácticamente una versión que bebe de los kaijus y mechas japoneses, con una armadura arácnida que se enfrenta a gigantescos monstruos que atacan la ciudad. En esta historia entra en acción Ven#m, en una ampliación del proyecto de protección, pero
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No deja de ser curiosa la escena final, en la la habitual figura materna sustituye por una paterna.
Continuamos con el guionista Jason Latour y Tonci Zonjic (añadir las tildes propias de los países del este) en una interesante historia en la que Spiderman es un joven de 13 años que lucha contra el crimen en compañía de su tío Ben, también con poderes arácnidos. No me queda muy claro del todo, pero me da la sensación que Latour da un giro de tuerca bastante interesante,
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En un principio, por estética y por la propia portada, parecía que esto iba a ir de artes marciales y una combinación de Spiderman y Puño de Hierro, pero Latour le da un enfoque muy interesante. Posiblemente de lo mejor de esta miniserie. Finalmente, Aaron Kuder es el principal artista del episodio protagonizado por un Spiderman encarnado por Norman Osborn, que lucha contra un Duende que no es otro que su hijo Harry. La historia es quizá demasiado críptica, con una narrativa poco fluida y unos textos de apoyo que no terminan de ayudar. Me parece todo excesivamente confuso, sin poder distinguir quién es quién. A pesar de que la premisa me parece interesante, el desarrollo lo veo un poco fallido. Bajo mi punto de vista, lo peor de este prólogo.
En líneas generales, me ha parecido entretenido, pero quizá si hubiese sabido que era una secuela de Universo Spiderman no le hubiese dado ninguna oportunidad. Sin embargo, y a pesar del poco interés que tiene sobre mí la exploración de este Multiverso arácnido, me ha parecido una lectura entretenida, sin grandes alardes. Para ser un prólogo le falta un poco atrapar al lector, al menos con el inicio de una trama que cree cierta expectación. Diría que es un poco soso para ser un número cero. Probaré con el siguiente y ya veremos si continúo hasta el final o me olvido de este armagedón arácnido que nos quiere vender Slott. Eso de que las segundas partes nunca fueron buenas podría ponerse de manifiesto en esta saga...