He leído 100% Marvel Estela Plateada Nº 3: Los últimos días.
Llegamos al final de esta serie y la verdad es que hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un tebeo actual de Marvel. El equipo creativo formado por Dan Slott y el matrimonio Allred da una vuelta de tuerca más esta obra que se adentra en el delirante mundo de las alteraciones espacio temporales. Gracias al peculiar arte pop de los Allred, la narrativa se vuelve arriesgada, superando los límites de la imaginación, demostrando que con talento todo es posible. Por otro lado, en este escenario alienígena psicodélico tenemos una importante historia de fondo, la redención y el sentimiento de culpa que siempre han perseguido a Norrin a lo largo de su vida. A esto hay que sumarle el desarrollo y la evolución de la relación de Estela con Dawn, llegando a extremos especialmente emotivos. La señorita Greenwood no solo se ha ganado el corazón de cierto surfista plateado, sino que ha hecho lo propio con los lectores, convirtiéndose ne uno de las mejores creaciones de los últimos tiempos. Esta etapa del antiguo heraldo de Galactus dificilmente sería lo mismo sin ella, sobre todo porque ha servido de herramienta para profundizar en la humanidad de Estela, forjando una relación muy especial a través de la tragicomedia. El resultado final es tan asombroso, que sobran las palabras.
Esta serie ha demostrado ser muchas cosas, pero nunca ha perdido de vista uno de los aspectos más importantes: que pertenece a la parcela cósmica del Universo Marvel. Slott consigue moverse con soltura en este entorno, utilizando herramientas similares a una comedia romántica, aunque también explora la épica, algo especialmente destacable en esta última fase de la colección, al introducir elementos como Eternidad o el regreso de la Reina de Nunca, además de conectar de una forma muy especial con lo concerniente a Secret Wars. De ese modo, lejos de contar una historia con tintes apocalípticos, se centra en uno tema mucho menos oscuro como es el renacer de un nuevo mundo, que al fin y al cabo es lo que intenta realizar la miniserie de Hickman. Para ello, Estela y Dawn se verán en una auténtica encrucijada, viéndose ocupar el papel de dioses, con todo lo que eso supone. El dilema moral de esta situación añade otro elemento más a esta ensalada de géneros que no deja de ser una epopeya de ciencia ficción con un claro homenaje a Moebius (Giraud), uno de los grandes del cómic en dicho género. Y es que al final, todo parece esta conectado y tener un sentido oculto. Es obvio que esta serie es un dechado de originalidad, frescura y mucha imaginación, traspasando los límites conocidos del Universo Marvel de formas inimaginables, pero también demuestra beber de los grandes clásicos.
Aquí termina el viaje de nuestro dúo de protagonistas, cuyo principal destino ha sido la diversión. Espero que hayan disfrutado de la travesía, ya pueden bajar de la tabla, gracias.