Y David Lloyd sin cola que firmar
Que se haga youtuber.
Pues mira.
Lo más triste es que todos esos descerebrados que se ponen la mascarita en vídeos, ni siquiera sabrán que no la llevarían de no ser por este hombre, que recuperó el personaje histórico.
Sería mil veces más meritorio que firmases tú los tomos la verdad. Sobre todo los de este año.
Gracias, aunque tampoco me quita el sueño
Algunas veces lo hago. He firmado el libro de Pokémon un par de veces (mira, uno que podría firmar Mc), y alguno con artículos. Algunos libros, antologías... pero verás, la gracia de firmar algo es "Hola, he hecho algo, Hola, a mí me ha gustado, Qué guay, pues tenemos eso en común, y te llevas un recuerdo de esa obra". El narcisismo no debería dar para tanto, y leches, tener un poco de dignidad. Si el día de mañana me pego un hostiazo por la calle y me graban en vídeo, no es que fuera a sentirme orgulloso de que me pidan firmas por la calle.
Es como que te firme el caranchoa, puf, pues vale.
Mi extrañeza (ya sé que soy el rayo yo, me da igual), viene de que:
A) No entiendo que la gente tenga fenómeno fan con tíos que graban vídeos en su casa. Que te mole o te rías, todavía, pero que los persigas en plan Leonardo DiCaprio. Hijo, pues vaya mierda de referentes tienes.
B) No entiendo que presuman de cosas que no hacen, como Cifuentes. Si no bailas, ni cantas, ni escribes, ni dibujas, ni interpretas... ¿qué talento tienes? ¿Como puede ser que presumas?
C) Tengo cada vez más claro que esta generación de youtubers son la nueva prensa rosa de esta generación. Los Belén Esteban, Jorge Javier, Paquirrín y demás fauna. Es increíble cómo un niño de 17 años puede ser ya "rancio", "casposo". Se ha empeorado una generación de señoras de cincuenta años; bravo.
Sobre el Salón, solo vi dos cosas:
Un vídeo a posterior del Wismucho ese, con toda la chavalería haciendo el panoli y el iluminado riñendo a un chaval por grabarle.
El otro, Bamf, más solo que la una (creo que era él, vamos) sin que nadie le echara cuenta yendo a charlas, con una pandita de palmeros dando vueltas (uno que duró tres días en esta casa).
Desde luego, no es mi mundo.