El problema está un poco, en la sensación de desaprovechar una muy buena idea -ya que si hay una colección que se merecía un años perdidos, era esta por lo singular de su parón-, que podía haber dado un cómic memorable.
Os pongo un ejemplo -va a parecer casi un fan-fic- de lo que yo hubiera hecho en una serie así:
Hubiera metido un "viajero", un personaje a modo de huevo de pascua que no pertenece a esa época, para anclar la historia oficial con una historia nueva, que no obstante enriqueciera acontecimientos futuros, reforzándolos y reafirmándolos. Me explico:
Hubiera desarrollado una trama principal, lo suficientemente interesante como para atrapar al lector, pero que solo funcionara como vehículo, como distracción. Que sé yo; un nuevo brote centinela en pleno New York a través de una trama de espionaje o fondo político, un villano de nuevo cuño con una larga saga por partes y un final que posibilite el no volver a mencionarlo. Lo que se quiera. Una historia atractiva.
A su vez, como elemento de fondo, aparecería el "viajero", que iría tomando cada vez más protagonismo. Por supuesto, la identidad del personaje sería un misterio para La Patrulla-X. Esto es sencillo; no puedes meter a Proteus en la historia, si posteriormente hay cómics en los que no se hace mención alguna a ese encuentro. Y además, claro, debes meter un personaje que tenga motivos, recursos y razones, para estar allí.
Por ejemplo; Siniestro. Bien.
Pues Siniestro, bajo la apacible forma de quien prefiráis (el compañero de Fred Duncan, el camarero del café a-go-go, quien sea que tenga poca importancia en estas historias y que no vaya a resultar contradictorio en el futuro) se iría introduciendo cada vez más en el entorno de la Patrulla-X. Siempre sutilmente, para que el lector no sospeche, pero con el interés suficiente como para que la historia de su coartada resulte interesante: El juez Chalmers ayuda a la Patrulla-X a detener la última programación del difunto Trask en un virus centinela que se expande y que acabará con la humanidad en apenas unas semanas. El contacto del FBI, colaborará con la Patrulla-X asignándoles casos de apariciones de nuevos mutantes conflictivos de fuera del país. Lo que se quiera. Este personaje gancho, va ganando protagonismo, se hace interesante por sí mismo, y da una trama y un leit motiv propio a la serie. Listo.
Ahora viene lo bueno; cuando el lector menos lo espere, en un cliffchanger brutal, descubrimos en la última página del número X que este personaje que tan bien nos ha caído o que tan interesante encontrábamos...¡no era ni más ni menos que Siniestro! (Apocalipsis, Dyscordia, quien cuadre en el perfil).
El lector está en shock. La Patrulla-X no sabe ni papa.
La historia continúa, con la sensación del lector, de que aquí hay algo gordo y le han dejado con la cara a cuadros. Rollo Xorn, pero bien hecho
Con coherencia. Con tranquilidad y sin improvisar.
La trama sigue, y La Patrulla-X no se dará cuenta en ningún momento de que se la están jugando. No puede, ya que esto invalidaría el primer encuentro real y cronológico con Siniestro. Sería hacer trampas. Forzar las cosas. Jugar sucio como Brubaker en Génesis. No, para hacer estas cosas, tienes que respetar las reglas, como Brubaker en Soldado de invierno
Conforme la trama avanza, te dedicas a reforzar y confirmar las mejores historias de otros autores, de los grandes clásicos. Se pueden hacer mil cosas; fue Siniestro el que abrió la puerta dimensional de los Nagarai, aquella tarde que estuvo en el jardín de la mansión. Mató a la primera versión de Kitty de otra realidad de días del futuro pasado, que se equivocó de época. Ayudó a recuperarse al Rey Sombra en su laboratorio tras el primer encuentro con Xavier. Lo que se quiera. Y mientras, la Patrulla-X está a verlas venir, mientras este les hace moverse de un lado a otro, o les envía hordas de enemigos para X (probarlos, acabar con un enemigo común, destruir algo...cualquier recurso argumental válido e interesante).
La serie termina; Siniestro tiene lo que quería, y la Patrulla-X ni se ha dado cuenta: ¡ha estado investigando el linaje genético de los Summers todo el rato! Y como es un tío listo, se va antes de que lo pesquen. El personaje que interpreta muere aparentemente, o desaparece, o sigue su vida después de haber colaborado amigablemente con la Patrulla-X.
De paso, te has encargado de reforzar las más importantes tramas futuras (resulta que Inferno se empezó a fraguar aquí, que también despertó el lado oscuro de Xavier mientras este dormía, etc, etc) dando cohesión a tu historia y completando la cara B de las historias de otros autores.
Boom. Listo.
Tienes un fan favourite.
Como hacen los chicos listos. A lo Alan Davis en Excalibur.
Sin embargo, en esta colección, Byrne no aprovecha para hacer nada parecido. No cuenta nada organizado, no parece que tenga ningún plan previsto. No hace nada de importancia. Se limita a rellenar los números simplemente, como si fuera tan sencillo como que en Julio hicieron obras, en Diciembre cortaron el césped, en Febrero volvieron a pelear con la Mole...pero todo sin llegar más allá del encuentro casual, de la historia fugaz, del entretenimiento por el entretenimiento.
En fin, no os doy más la chapa. Voy por el capítulo del Ángel (el que le gusta a
Godot) y si es verdad que ese número está algo mejor, aunque siga adoleciendo de lo mismo.
P.D: Si Marvel publica esta historia dentro de unos años, sabré que os habéis chivado