He leído
Guardianes de la Galaxia Nº 21 - 24.
En este bloque tenemos dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas nos encontramos con la saga titulada “Planeta de Simbiontes”, donde por fin conocemos lo que Bendis tenía preparado para Flash Thompson y su simbionte alienígena. Tengo que reconocer que por primera vez en bastantes números he pasado un rato entretenido, aunque el desenlace me ha dejado un poco a cuadros. Además, el dibujo de Schiti me ha gustado bastante, en comparación con los anteriores dibujantes, quizá el aspecto más positivo de todo esto. Bueno, la idea sobre el simbionte tampoco está nada mal, dando un poco de sentido a la inclusión del que fuera Agente Veneno en el grupo, pese a que ese nuevo papel del simbionte y su portador no me acaban de convencer del todo.
Pero si hay algo realmente destacable en toda esta historia es la acción y su ritmo trepidante. El contrapunto lo ofrece el esquema de la trama, ya que Bendis plantea la historia siguiendo unas pautas bastante predecibles. Primero, simbionte descontrolado, ofreciendo una gran amenaza; segundo, reunión de Flash y su “acompañante" con el grupo; tercero, no consiguen controlar al simbionte y recurre al tan explotado símil de cierta película de Ridley Scott; finalmente, llegamos al planeta natal de simbiontes y Bendis narra la verdadera naturaleza del ente alienígena y su función en el Universo. En definitiva, muy entretenida, bien dibujada, incluso bien desarrollada, pese a la esquematización palpable, pero la idea final pierde algo de fuerza en mi opinión. Si bien es cierto que se abre un interesante abanico de posibilidades con el personaje y su futuro más inmediato, cuesta confiar que alguien vaya a seguir la senda marcada por Bendis para contar algo mínimamente interesante. Por lo menos, no ha sido una historia aburrida y ha supuesto un soplo de aire fresco con respecto a los últimos números, que han sido bastante malos, estando a punto de tocar fondo.
El aspecto más negativo sigue siendo el tratamiento de los personajes. No voy a negar que el tono de humor que imprime Bendis a sus diálogos resulte divertido y refrescante, pero no refleja demasiado bien la personalidad de los personajes. Con Gamora ya he tirado la toalla. No sé que pensará Starlin de esto, pero dudo mucho que le entusiasme la idea de ver a la mujer más peligrosa del Universo en esa clave de humor constante, en ocasiones rozando el ridículo. Lo mismo se puede aplicar a Drax y a Starlord, que están en las antípodas de la esencia de la que surgieron. Quizá Cohete y Groot sí encajen mejor. Por otro lado, según parece, Angela sigue siendo miembro del grupo, aunque sus apariciones y desapariciones son inentendibles. Recuperar un personaje del más absoluto ostracismo para esto no hay quién lo entienda. Y que la Capitana Marvel, Carol Danvers, también pertenezca a la formación no se lo cree ni Bendis, teniendo en cuenta su papel meramente testimonial en unas pocas viñetas. Que mal se le da al calvo las series corales…
Por último, destacar una subtrama que atañe a Peter Quill,
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Tengo curiosidad por ver a donde nos lleva esta historia.
En la segunda parte tenemos el estreno de otra serie regular de los Guardianes bajo el concepto team-up. En una aventura que transcurre durante dos números, formando equipo con los Vengadores de Hickman para enfrentarse a los Chitauri,
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No está mal, pero sigo sin reconocer a lo familiares de Thanos. Quizá el mayor aliciente sea ver a Arthur Adams dibujar algo más que una portada, aunque tampoco es que sea uno de sus mejores trabajos. Tampoco dura demasiado, un solo número, siendo sustituido por Stephane Roux, que no está mal, pero tampoco es para volverse loco. Habrá que ver que pasa con esta cabecera tras la marcha de Bendis. Vaya forma de explotar a las franquicias en la Casa de las ideas. Sobre todo si tienen película con éxito en las salas de cine. Bajo mi punto de vista, demasiada saturación del cosmos galáctico y sin nada realmente interesante que contar. Supongo que la pela es la pela, qué se le va a hacer.