Señoría,
Señores y señoras del jurado,
Nos congratulamos de que, finalmente, las representaciones de Ben Grimm o, por mejor decir, la representación de Ben Grimm y un palmero, se hayan dignado en comparecer. Durante toda la jornada de ayer, y la anterior, solo hemos asistido a un embarazoso y sonrojante silencio por su parte.
Todo ello síntoma alarmante, sin duda, de que las representaciones de Ben Grimm han tenido que improvisar, a última hora y sin vergüenza alguna, un desgraciado alegato compuesto de premisas fake, pronunciado con habla balbuciente a la par que atropellada, sin una sola prueba documental o de otro tipo y, en fin, con el desafortunado resultado de habernos hecho perder el tiempo a todos hoy aquí.
Señores y señoras del jurado, la representación de Mr. Grimm no se ha dignado en presentar ni una sola viñeta. No hay semblanza alguna de los personajes.
Por nuestra parte, hemos aludido a la mayor profundidad de Kurt Wagner como personaje, señalando algunos hitos importantes que así lo muestran.
Asimismo, hemos acreditado que, mientras Kurt Wagner podría recibir a Amanda con la canción homónima de
Boston y una copa de champán, el Sr. Grimm como mucho tocaba, tal vez, la zambomba pensando en su Amanda.
Todo eso y más, señores y señoras del jurado, hemos dilucidado ya a estas alturas, mucho antes del extemporáneo, molesto y delirante relato perpetrado por el Sr. Murry.
Pido a su Señoría que se tenga por presentada la PRUEBA nº 3, que el propio Mr. Murry, en su infinita torpeza, nos proporciona:
¡¡JUSTICIA!!
Señoría,
Señoras y señores del jurado. A las representaciones de Mr. Grimm no les interesa el Sr. Grimm. Les interesa solo derribar a nuestro representado. Solo nos ofrecen, estimada audiencia, un rancio discurso "anti" personaje, en lugar de poner en valor los aspectos más relevantes de ambos oponentes y, en fin, decidir con un criterio fundado.
Pero déjenme acabar con unas palabras que el Sr. Murry toma prestadas de La Cosa:
"Es la hora de las tortas".
Señores y señoras del jurado, es esta una gran frase. Un lema que nos ha acompañado desde que descubrimos este maravilloso Universo Marvel. Tal vez un poco pasada de fecha, tal vez un poco "Sole que te doy con el mechero", desprovistas de la riqueza y profundidad del lenguaje de nuestro representado, Mr. Wagner. Pero no cabe duda de que son palabras lapidarias -así esperamos, literalmente, que lo sean-. La Cosa tiene un lema, señores y señoras del jurado.
¿Y por qué defiendo algo positivo de la posición encontrada? ¿Por qué parece que traiciono, acaso, los intereses de mi representado?
La respuesta es muy sencilla:
Porque Kurt Wagner no lo necesita.
Porque Kurt no lo querría de otra manera.
Porque Kurt tiene corazón de aventurero, pero es siempre noble en el combate.
Señoría, he terminado.