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« en: 08 Enero, 2006, 23:57:09 pm »
Hombre, admito que me gustó la utilización de los demás miembros (bueno, realmente no todos) de la JLA y que lo cierto es que Frank Miller es más que un nombre, o sea, que sabe lo que hace y es un genio y por mal que le salga la criatura pues le puedes encontrar detalles o ideas que te recuerdan quien es el tío que firma.
Peeero, la decepción fue terrible. Para empezar vamos a poner el salsa rosa mode on para conocer las circunstancias en las que se creó esta obra:
1º Frank Miller por lo visto se había comprado una casa enorme y, claro, pues le venía bien una generosa inyección de dinero (esto me han asegurado que es cierto), resultado: pues hacemos una segunda parte de una obra aclamada per secula seculorum y tan felices, que seguro que se vende como churros.
2º Este no es ni de coña tan fiable, pero a mi me hace gracia y algo influirá seguro: el coloreado.
Por lo visto FM y Lynn Varley estaban recien divorciados, así que me imagino que la señora le diría algo así como "pues vale, habrás conseguido quedarte con el chalet y el coche, pero yo te jodo el nuevo comic ese que estás haciendo".
Bromas aparte, he intentado leerlo varias veces buscando las virtudes que mucha gente dice que tiene y nada, que no hay manera para mí. Gran decepción.