He leído
El Asombroso Spiderman nº 133.
El tebeo en sí me ha dejado algunas sensaciones encontradas, que intentaré explicar a continuación, pero lo realmente lamentable es que la lectura ha estado marcada porque al abrir mi ejemplar durante la lectura se han desprendido varios pliegos del cómic. Mañana toca ir a cambiarlo, a ver si no tengo problemas en la tienda, porque no me dieron ticket de compra. No sé como me las apaño, que todos los problemas que llegan a esta tienda los pillo yo, y eso que no voy mucho por allí.
Dejando el tema este a un lado, que encima coincide con la subida de precio a 6 euros, tenemos el segundo acto de la denominada saga "El caso Osborn". Si bien es cierto que hay aspectos más o menos interesantes, no he conseguido conectar del todo con la propuesta de Slott. Es curioso, porque hasta Immonen me ha parecido que está muy por debajo de sus cualidades. A mí me gusta este dibujante mucho, pero aquí lo he visto algo apagado, creo que el coloreado con tantos tonos oscuros no le ha sentado demasiado bien. Precisamente uno de los aspectos que más me ilusionaba de este nuevo volumen, y no ha brillado con especial luminosidad.
Comienzo a pensar que Slott está con el piloto automático en esta serie. Estamos ante una saga que está claro que quiere traer de vuelta al Duende Verde, para dejar a un lado la faceta de Norman Osborn como villano sin disfraz, aunque con una pequeña vuelta de tuerca, aprovechando el tema del rostro. Además, en el último acto de la saga, el guionista apuesta por algo muy interesante, que es volver a enfrentar a ambos pero sin poderes, de manera que sea un mano a mano de un hombre contra otro. También es otro modo de poner a Peter en una situación donde no disfrute de todas esas ventajas que le ofrece su tecnología, como si tuviese que demostrar a todos los aficionados que sigue siendo ese héroe que todos conocemos. De hecho, los números incluidos en esta entrega se centran precisamente en eso, despojando a Spiderman de todos sus recursos, incluido SHIELD, para que su enfrentamiento con el que durante mucho tiempo ha sido su enemigo más importante adquiera un carácter más personal. Y, de hecho, así es, en ese combate a puñetazo limpio en la nieve, donde se intentan superar hechos pasados que los marcaron a ambos.
Para mí es lo más interesante de esta segunda y última entrega de la saga, donde se explora la profunda enemistad entre ambos personajes. Por otro lado, todo el tema de la
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
me parece un poco forzado, así como todo el trema de sus seguidores. Lo único que encaja bien son sus maquinaciones que le han llevado a convertirse en comerciante armamentístico en Symkaria, junto a una noble de este país, esclavizando a su población y en lo que podría ser otra proyección de una nueva conquista mundial. Sin duda, una megalomanía propia del Osborn de los últimos tiempos. No obstante, esa búsqueda de introducir al personaje de nuevo en la piel del Duende Verde, bajo un prisma de terror casi gótico, con castillo europeo incluido, no me ha terminado de convencer. Aunque reconozco que no sé muy bien qué es, aquí falla algo que no consigue que conecte bien con la historia. Slott empezó fuerte, pero creo que está perdiendo fuelle y sus ideas no transmiten esa fuerza de antaño. Además, Immonen no parece especialmente inspirado. Entretiene, no está mal, pero me da la sensación que la saga ha sido algo descafeinada, a pesar de que no se puede decir que no falte acción y tenga un ritmo trepidante. Habrá que ver como evoluciona esto, pero de momento, otra saga con grandes pretensiones y cuyo resultado final es algo flojo.
A pesar de que el foco central recae entre la figura de Spiderman y Osborn, tenemos un hecho tan importante que incluso queda reflejado en la portada: el regreso de Marta Plateada. Creo que en su momento ya lo comenté, me pareció una muerte muy sosa. Cuando un personaje muere, uno se espera cierta épica, un poco de dramatismo o algo de espectacularidad. Nada de eso sucedió, sino que fue algo fuera de cámara, como bien explica
Julián en el Spot On. Bueno, pues la explicación de todo ha sido igual de sosa. Repito lo de Slott con el piloto automático, porque es que creo que es lo que más se ajusta a esta forma de resolver algo que nunca quedó muy claro y fue bastante ambiguo, pero que ha quedado en suspenso la nada despreciable cantidad de cinco años para.. ¿Ésto? No sé, hace poco hablaba de guionistas tramposos en el Batman de Tom King, creo que se podría aplicar lo mismo a Slott. Es cierto que es todo muy natural y sencillo, lo cual también suele ser lo más fácil y aceptable para una historia, pero seguimos en esa línea de frialdad. Eso de convertir la muerte en unas puertas giratorias provoca tanta insensibilidad ante este tipo de situaciones que realmente apenas nos importan; y yo creo que eso es muy malo para un lector.
Destacar de nuevo los guiños del guionista con la incorporación de un nuevo Grupo Salvaje, que no tiene nada que ver con el que protagonizó aquella miniserie famosa en los noventa, todos con spidervehículos. Atentos también al papel de Pájaro Burlón, que
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
De hecho, me ha llamado la atención la intervención de Furia en la historia, ya que si bien es cierto que se invade una nación soberana, en ella se encuentra uno de los criminales más conocidos del mundo, ¿de verdad se queda al margen? ¿Aunque tengan establecido el comercio de armas ilegales y supongan una amenaza contra el resto del mundo? Yo no lo acabo de ver. Aquí Slott patina para forzar la situación y seguir en esa escalada hacia la destrucción de Industrias Parker. Creo que se están sembrando semillas para que en el futuro el personaje regrese a un estatus menos corporativo y global. El tema de los Carroñas estuvo bien, pero esto lo veo un poco forzado y sin demasiado sentido. Con más lógica veo que Octavius haga algo que lo precipite todo, o provoque algo que continúe el desprestigio de la compañía tras lo de los clones. Yo soy el primero que piensa que esta situación es temporal y que en un momento u otro volveremos a ver el Peter más a ras de suelo. Sin embargo, si llegar hasta aquí ha sido en parte una progresión lógica de acontecimientos, regresar a su estatus quo debe ser con la misma lógica y proporción. El apoyo a Marta y los symkarianos abre una fisura entre Industrias Parker y Shield, pero me resulta muy forzado.
Finalmente, destacar que a partir de este número tenemos las tiras de Fred Hembeck a modo de complemento.
Julián las presenta debidamente en el Spot On, pero me parece que hubiese necesitado algún tipo de separación del resto de la historia, más allá de su indicación en el índice. Dos páginas ahí sin título ni nada, que supongo que es así en el original, pero transmite cierta confusión. Pasa la página del final de la historia de
Amazing y te lo encuentras de sopetón. Que menos que una página de separación que sirva de cabecera a las tiras o algún tipo de nota a pie de página. Espero que cuiden este aspecto en el futuro, porque me parece un poco cutre su inclusión así, como si fuese publicidad o algo. Destacar también el artículo de este mes de Miguel Saavedra, con unos interesantes apuntes bastante desconocidos. Sin duda lo mejor del tebeo, esta sección. Espero que el próximo mes la lectura sea más positiva. Pensemos en verde...