He leído
100% Marvel. Lobezna #3. Enemiga del Estado.Un tocho bien gordo de historias, con el arco de seis números "Enemiga del Estado" y un Anual de 30 páginas.
Tengo que decir, a modo de resumen, que la lectura del tomo me deja con sensaciones encontradas. Veamos:
En el lado positivo, creo que
Tom Taylor está construyendo una magnífica Laura Kinney. Se nota, como él mismo confiesa, que se ha encariñado con el personaje hasta el punto de vincularse emocionalmente con él. No es de extrañar que a veces casi parece existir un vínculo paternal entre el guionista y Laura, como si solo "quisiera lo mejor para ella". Este es un tema que
Bruno Orive trata en su estupenda introducción a este tomo, por cierto
.
Es verdad que quizá en este largo arco he visto dar vueltas un poco sobre lo mismo, básicamente sobre el triste destino de alguien que ha sido fabricado como un arma, y lo difícil que es encontrar cierta normalidad. Esta faceta ya la ha explorado Taylor, con acierto, en números anteriores, así que ver aquí de nuevo las mismas temáticas se me hace un tanto repetitivo. Sin embargo, no se puede decir que en esta ocasión Taylor no nos lleve a algo distinto, pues, al fin
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Con todo, me parece que hay bastantes cosas que no funcionan. Para empezar, el toque "naif" que impregna todo el arco adolece de buenismo. Me ha gustado lo que ha tratado de hacer Taylor de demostrar que, en el fondo, Laura no es una solitaria y que tiene una pequeña "familia" en la que apoyarse: Gabby,
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... pero no deja de estar todo tratado de forma un tanto superficial. Un poco en plan "el poder de la amistad lo puede todo, juntos superaremos cualquier obstáculo"
A mí toda esa parte me ha chirríado enormemente (sin llegar a darme vergüenza ajena, pero a veces bordeando esa sensación), porque si bien se ve que Laura no está sola -y esto es importante- falta muchísima profundidad en los diálogos y en las interacciones entre los personajes. La sensación de apoyo a Laura se intenta lograr con la mera presencia de personajes que se supone que son importantes para ella, pero en su mayor parte esos personajes son convidados de piedra o, en el mejor de los casos, figuras intercambiables por cuya boca salen topicazos manidos. Cuando comparo, por ejemplo
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Si en el guion hay bastantes cosas que están cogidas con pinzas, el edificio se desmorona un poquito más todavía con una propuesta artística que no me ha convencido en absoluto. A esta serie le queda bien un toque un poquito más "desenfadado", con un trazo despejado y limpio y unos fondos quizá más simples, pero eso no es excusa para hacer un dibujo descuidado y a ratos chapucero. Una verdadera lástima que David López ya no esté haciendo los dibujos. Veo sus portadas y lo llamo mentalmente a gritos para que haga las páginas interiores también. Es el dibujante perfecto para esta serie y no hay color con Nik Virella, que me ha parecido mediocre o mala.
Otra cosa que no funciona en absoluto es
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La conclusión es que este es el peor tomo de Lobezna de los tres que he leído. Sin embargo, pienso que Taylor puede hacer cosas muy buenas con el personaje (para mí ya las ha hecho hasta ahora), y creo que el bajón que pega no oculta los puntos fuertes que sigue teniendo el guionista, especialmente que aborda muy bien esa faceta de "cotidianidad" en la vida de Lobezna, en la que el personaje intenta vivir su vida lejos de grupos superheroicos, pero sin renunciar a ser una superheroína. Me gusta este enfoque un poco intimista que tiene la serie, y la relación maternal que tiene Laura con Gabby. Es solo que en este tomo queda todo demasiado deslavazado. Hay que exigirle más a Taylor. Para mí esta ha sido la serie revelación de todo el All New All Different, pero el nivel ha caído de forma muy notoria. A ver si se levanta este cómic, porque realmente merece la pena.
Del anual que abre el tomo, poca cosa que decir. Una chorradita simpática similar a la que vimos con La Chica Ardilla en el tomo anterior. No viene mal de cuando en cuando.