He leído Orcos y Goblins Nº 1: Turuk.
Por fin he podido hincarle el diente, nunca mejor dicho, al primer volumen de la serie, a pesar de que lo tenía por ahí desde hace tiempo. Curiosamente, y aunque mi lectura procede de una tradumaquetación de la edición francesa, en esta ocasión solo dispongo de los mismo dos tomos que se incluyen en la edición española de Yermo. Mi primera impresión ha sido bastante buena. De hecho, este punto de arranque me ha parecido francamente bueno, por lo que se podría decir que esta serie sigue en esa línea de calidad que ofrece Elfos y Enanos. Tenemos una historia independiente, lo que parece que va a ser un poco la tónica en por lo menos los cinco primeros volúmenes, según comentarios del propio autor, pese al continuará de la última página. Esto quizá tranquilice a más de uno, aunque la verdad es que si las siguientes aventuras son tan buenas como esta, al final el hipotético lector acabará enganchado.
El arranque de esta colección corre a cargo de J.L. Istin en los guiones y Diogo Saito en los dibujos. El apartado gráfico es espectacular. Sinceramente, no recuerdo si este artista ha participado en alguna de las otras dos series, pero puedo decir que es uno delos que más me gusta a la hora de representar este universo de ficción y fantasía. Un trazo limpio y detallado, con una narrativa efectiva y espectacular en ocasiones. Sin duda, una elección perfecta para este megaproyecto que narra la vida en las tierras de Arran.
El argumento, por su parte, cumple muy bien y sigue dentro del estilo que ya ha demostrado este autor con anterioridad. Juega su baza de suspense en el inicio para ir desarrollando una trama que nos envuelve, recayendo un importante peso en el protagonista y los personajes implicados. Como viene siendo habitual, es la construcción de los personajes la que impulsa la historia, pero también la que sirve para que el lector conecte con la propuesta, acabando sumergido en la lectura. Una vez más, debo admitir que disfruto muchísimo con todo lo que está desarrollando la editorial Soleil en esta línea de títulos, donde cada entrega es un auténtico derroche de talento y diversión. Y es que esto es prácticamente un sueño hecho realidad para los amantes del cómic y la fantasía heroica.
Uno de los aspectos más destacados es la narrativa en primera persona, con una voz en off del protagonista, que narra sus memorias, por decirlo de algún modo. Este hecho tendrá especial relevancia en la última página, añadiendo un toque de humor y una importante ruptura de la cuarta pared. No se puede negar que tenemos un poco de todo en esta historia, lo cual es bastante enriquecedor. La historia da comienzo en una isla remota, en la que Turuk despierta magullado y con la memoria parcialmente borrada, sin saber cómo ha llegado allí. Poco a poco. Istin nos irá desvelando los secretos del pasado, mientras Turuk descubre que no está solo en la ciudad, sino que la urbe también está plagada de gules. Su camino hacia la huida y la supervivencia le llevará a compartir aventuras con dos orcos que ya conocía de su pasado, así como a una atractiva elfa silvana que viene a capturarlo, pero con la que acaba colaborando estrechamente.
Como decía antes, y como viene siendo una marca significativa de cualquier serie de esta saga, uno de los aspectos más interesantes son los personajes. Turuk no es un orco cualquiera, sino que es un semiorco, nacido de la unión de un elfo y un orco, con cierta belleza facial poco habitual en los culos verdes. Esto le hace ser bastante arrogante, pero también tiene cierto éxito con las mujeres de otra raza, un aspecto que intentará explotar cuando le surge la oportunidad. Esto es algo que ya hemos visto en su aparición en la serie Elfos, de hecho. También muestra una importante inteligencia, además de cierta cultura, incluido el conocimiento del lenguaje escrito. Esto le permitirá planear distintas estrategias, como su alianza con la elfo, algo impensable para sus compañeros. La relación entre el orco y la elfo serán uno de los puntales de la historia, así como la forma en la que Istin nos introduce en la mente de Turuk, ayudándonos a entender sus motivaciones y sus peculiaridades dentro de su propia raza. En definitiva, un magnífico punto de arranque para una serie que apunta maneras desde la primera página, y que comienza a perfilarse como otro punto de interés dentro de universo creado por la editorial francesa Soleil. Y todavía nos falta Magos…