He leído
Pecado Original: Compendio.
Estamos ante un tomo muy irregular, en el cual se intenta explorar un poco el impacto de la revelación de los secretos que contenía el Vigilante. Curiosamente, la historia principal es lo menos destacable, mientras los relatos cortos nos dejan cuestiones más interesantes o conceptos que quizá sean explotados en el futuro.
En la primera parte del tomo tenemos el plato principal de la miniserie
Original Sins. Se trata de una historia protagonizada por los Jóvenes Vengadores, o más bien una pequeña fracción de los mismos, en la que intentan evitar que el Encapuchado utilice la información desvelada por el Vigilante para su beneficio. El relato escrito por Ryan North me ha parecido carente de ritmo y bastante aburrido. Tras leer varias páginas, te das cuenta que el planteamiento no acaba de arrancar y que la trama no va a ningún lado. Una forma mediocre de explotar una idea de la que diría que no han sabido sacar el suficiente provecho en Marvel. Además, el dibujo de Ramón Villalobos tampoco me ha gustado demasiado, por lo que, en su conjunto, me parece una historia mediocre.
A continuación tenemos una serie de historias donde podemos encontrar un poco de todo. Empezamos con la revelación de un nuevo Deathlock de la mano de Nathan Edmon y el dibujo de Mike Perkins. Si bien es cierto que en un principio podría parecer la enésima encarnación del personaje, en esta ocasión, tenemos un planteamiento orientado al espionaje y ligado a SHIELD que podría deparar algo interesante. Me ha gustado bastante esta historia.
Después tenemos otro relato que recupera nada más y nada menos que al Caballero Negro, Dane Whitman, y la maldición de la espada de ébano. Seguimos con el Hombre Púrpura
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Me resulta cuanto menos curioso el giro que da el viejo enemigo de Jessica en manos de Charles Soule. Por otro lado, James Robinson demuestra que clase de autor es con una de las mejores historias del tomo en la que queda meridianamente claro que no es recomendable meterse con el Dr. Muerte. Además, tenemos el arte de Alex Maleev que siempre supone un incentivo. Para terminar este bloque, tenemos la revelación del secreto más impactante y mejor guardado por Nick Furia que atañe a la vieja morsa: Dum Dum Dugan. Tengo que reconocer que tanto Al Ewing como Butch Guice hacen un buen trabajo, pero el resultado a mí no me convence. Esto de utilizar la retrocontinuidad para mostrar revelaciones impactantes me parece bastante vacío, además de innecesario. No había necesidad de escarbar de esa forma en el pasado del Universo Marvel haciendo tambalear la propia suspensión de la realidad. Aunque esté bien dibujado y contado, es uno de los aspectos de la saga que menos me ha gustado.
Estas historias me parecen lo más interesante del tomo, algunas más acertadas que otras, eso sí. Diría que en este puñado de relatos han sabido utilizar el evento para contar algo interesante. La cuestión es si realmente esto va a tener alguna repercusión en el futuro del Universo Marvel, o pasará sin pena ni gloria. Seguramente sea lo segundo, pero quién sabe.
En la parte final del tomo, tenemos varias historias que tienen un denominador común: el humor. Mandíbulas y Howard el pato quizá protagonicen las más destacables. Aunque me ha gustado especialmente el binomio Slott y Bagley para revelar un secreto muy interesante sobre Jameson, el cual conecta directamente con una revelación del antiguo editor del Bugle durante la etapa de Ditko. Tampoco me gustaría olvidar el relato de Chip Zdarsky, que en el clave de humor utiliza a una pléyade de personajes del Universo Marvel para satirizar sobre los secretos que escondían, los cuales han quedado al descubierto. Aquello de si conoces mi secreto tendré que matarte alcanza un nuevo cariz en esta historia de sólo dos páginas.
En definitiva, un compendio que va en consonancia con un evento que a ratos está entretenido y en otros momentos es bastante insulso. Al menos se han dado cuenta de que los eventos es mejor que sean cortitos…