He leído
La Espada salvaje de Conan Nº 6.
Retomo la lectura de la serie tras
anterior comentario.
Uno de os aspectos de este regreso a la nueva normalidad, si es que podemos decir que hay algo normal en la situación actual, es que por fin podemos retomas algunas lecturas de novedades, o como es mi caso, rescatar algunos de los cómics que salieron a principios de marzo, antes del confinamiento. En esta ocasión, regreso con mi cimmerio favorito, en una entrega autoconclusiva de esta nueva andadura de la creación de Robert E. Howard en Marvel Comics. Ya lo dice el propio
Julián en el Spot On, y es que estamos ante todo un equipo de oro, formado por Roy Thomas y Alan Davis. Ambos nos dejan aquí una historia muy buena, que se plantea como precuela del relato "El pueblo de Círculo Negro" (SWoC #16-19). A mí, particularmente, me ha gustado mucho, independientemente de su incrustación en la cronología del personaje, algo que creo que da igual viendo lo que está haciendo Jason Aaron en la cabecera principal. No obstante, da gusto ver de nuevo a Thomas escribiendo sobre un personaje que conoce como nadie. El resultado es un clásico moderno instantáneo, con un Alan Davis que se nota que ya no está en su mejor momento, pero que todavía brilla con luz propia. Po el momento de lo mejor que se puede leer desde que Conan ha regresado a marvel, una historia en dos partes muy bien construida, que rezuma fantasía heroica y pulp por los cuatro costados. Ojalá podamos ver en el futuro más historias de estas. Curiosamente, en este título es donde mejores historias se han podido ver, sin grandes artificios, pero con cierta solidez.
El aspecto negativo lo presenta el relato de texto, que me estaba gustando, pero que he acabado totalmente perdido. Sé que hemos vivido una situación excepcional, por lo que el parón le afecta a todos. No obstante, es muy complicado entrar e una historia de la que lee tres o cuatro páginas cada dos meses. Llega un momento en el que es muy difícil conectar con los planteamientos, por no hablar de seguir el hilo argumental. Quizá leído todo seguido gane en algo, pero está resultando ser un complemento tan pesado que no sé si merece si quiera la oportunidad. Una lástima, deberían de haber buscado otra fórmula, porque los complementos deben enriquecer, no ser un lastre. E fin, ya solo nos queda un número para acabar, esperemos que no se reptan más experimentos de estos...