A ver si en breves Malkav hace acto de presencia.
Oído cocina

Entre que he tenido un inicio de semana muy ajetreado y que estaba esperando a que cierto gigante esmeralda comentara los Lobos

se me ha ido un poco de las manos. Vamos allá.
El cadáverEste relato adapta uno de los mitos del folclore que siempre he encontrado más siniestros y perturbadores (más aún desde que soy padre), el del
changeling o niño cambiado. Un poco de
información al respecto:
En Irlanda, las hadas forman parte del folklore tradicional del país. Dentro de las muchas travesuras cometidas por estos seres feéricos, existe una que es terrible e incluso siniestra: el changeling, un fenómeno que también se conoce también como “niño cambiado”.
El changeling se refiere al momento en que las hadas sustituyen a un niño humano normal y sano por las criaturas feas, enfermas y deformes que en ocasiones las hadas conciben. El término también se usa para denominar a la criatura que ocupa el lugar de la o el raptado.
Este rapto y sustitución se lleva a cabo casi siempre de noche, cuando la familia de la víctima duerme profundamente. Las hadas penetran con sigilo en la habitación del niño y lo extraen de su cuna. En su lugar colocan a un pequeño monstruo deforme, flaco y de terrible aspecto.
Hay ocasiones en que las hadas hacen hechizos para que este ser sustituto no tenga un aspecto monstruoso. Son tan hábiles que logran que incluso sea idéntico al bebé robado. Por lo tanto, las familias no se dan cuenta del cambio. Lo crían con amor y cuidados hasta que la criatura poco a poco comienza a mostrar sus defectos.
- Mignola cuenta en los anexos del integral que este cómic nace de su interés por adaptar un viejo cuento de hadas irlandés llamado
Teig O'Kane y el cadáver, del que toma prestado principalmente la anécdota de los tres incidentes en los cementerios, y le añade detalles de otros cuentos como el
changeling, la roca saltarina, Jenny Greenteeth, etc.
- Este cómic se publicó por entregas de dos páginas, lo que obligó a Mignola a introducir un cliffhanger («final en suspenso») en cada página par para mantener interés del lector.
- P. Craig Russell, famoso dibujante (responsable, entre otros muchos, de mi número favorito de Sandman:
Ramadán 
) confiesa en un prólogo (que lamentablemente no está incluido en el integral) que esta es su historia favorita de Hellboy, y que tiene hasta cinco originales de la misma. Dice al respecto: «Aunque ya era devoto seguidor del Hellboy de Mignola, la publicación de 'El cadáver' reavivó mi interés por la forma. Fue, y aún es, absolutamente único, está lleno de ingenio, en ocasiones cuenta con un truculento sentido del humor... pero siempre con una gran elegancia formal».
- Hay momentos en esta tebeo en que el dibujo de Mignola me recuerda muchísimo al de Frank Miller, con ese trazo sucio y feísta en determinados rostros. Por ejemplo, en viñetas como esta:

La transformación de bebé en duendecillo en la siguiente viñeta, por cierto, es una maravilla. Qué forma de crear extrañamiento y desasosiego en algo que un segundo antes era un tierno y adorable bebé.
- Cuando Hellboy tira a la criatura al fuego y ésta, en vez de morir quemada, consigue salir volando por la chimenea, pasa de parecer un trasgo ridículo a imponer cierto respeto. Más aún cuando aparece volando tras la ventana, como si fuese un vampiro acechante (no en vano, la viñeta me recuerda enormemente a la mítica escena de
El misterio de Salem's Lot).

- Muy chula la idea de hacer que las hadas reaccionen al hierro (como método para verificar la identidad del bebé suplantado).
- Tiene gracia que el cadáver se vuelva loco cuando ve oro. Como le dice Hellboy: ¿para qué demonios iba a querer oro en el estado en que se encuentra? Misterios.
- El mejor toque de humor del relato, a mi gusto, es cuando el hombrecito invoca a Grom, el Monstruo guerrero, pensando que aniquilará a Hellboy... y lo primero que hace es espachurrarlo entre sus zarpas

Aunque está en dura pugna con el momento en que el cadáver se entristece porque ha perdido su brazo (de nuevo: ¿para qué demonios le servirá?).

- Cuando Hellboy llega a Kill Breedya, la tumba del cadáver ya está cavada en el suelo. ¿Quién se supone que ha hecho todo el trabajazo?
- El discurso final del jefe de los hombrecillos, en el que explica que no ha nacido un niño vivo de su raza en este siglo (ni nacerá), y aceptando que están acabados, inspira mucha lástima y empatía. Aunque, como bien le recuerda Hellboy, eso a los padres de la niña les da completamente igual: ellos solo quieren recuperar a su bebé. Debe señalarse, también, que los hombrecillos / hadas cumplen fielmente su palabra cuando se juega con sus reglas (y por eso devuelven a la niña intacta).

- Pese a la lucha en la recta final con el cerdo gigante (algo de tortas tiene que haber), el desenlace de este relato no es una pelea, lo cual agradezco bastante.
PD. Recomiendo a todo el mundo, por muchos motivos,
esta estupenda película. Que, entre otras cosas, toca el tema del
changeling de una forma escalofriante.