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« en: 26 Enero, 2022, 19:41:39 pm »
Yo tuve suerte porque mi madre tenía una librería y vendía prensa. Tenía la librería en nuestra casa, el local daba a la calle y había una puerta que daba a mi casa. No compraba cómics porque me los leía todos gratis. De hecho cuando tenía 4 ó 5 años a principios de los 90, mi madre ponía los cómics en la balda más baja para que yo los viera y los cogiera. Me iba al sofá del salón, leía y luego los dejaba en la balda.
Así me leí incontables Mortadelos y Astérix, las series roja, amarilla y azul de Dragon Ball, Tíntin, Spirou... Eso sí, nunca recuerdo que a casa llegaran grapas Marvel ni DC. A principios de los 2000 llegaron las Bibliotecas Marvel y me leí 4F y Vengadores enteritas. Poco después, los coleccionables y éstos sí me los compré: el primero de X-Men, los 4F, el rojo de Spiderman y el de Daredevil (con los años las malvendí y me arrepiento tela).
Empecé a hacerme el manga Detective Conan y lo último que compré en la librería de mi madre antes de que cerrara fue el Coleccionable de Batman de Planeta y Salvat. Después me compré la edición ultimate de Dragon Ball y me tiré años sin comprar nada.
Volví a comprar manga cuando vi el anime de Ataque a los Titanes en 2014. Hasta 2020 sólo compré manga. Luego empecé a picar con Europeo, algo de Vértigo. Pero me mantenía alejado de los superhéroes. Llegaron los Must-Have y despertó la bestia. Y ahora ya he vuelto de lleno a Marvel y encima pico de DC. Una ruina. Ya no puedo parar.