Lo que os gusta enredaros en discusiones bizantinas
Yo entiendo lo que quería decir Polonori. Que una obra te recuerde a otra no quiere decir que se haya compuesto antes ni después. Siguiendo con el ejemplo que ponéis: si tú lees
Hamlet ya de adulto, y durante tu infancia has visto muchas veces
El rey león, es lógico que digas, durante la lectura de la tragedia shakespeariana, que te recuerda (en sentido estricto: te trae a la memoria) la obra de Disney. Esto no quiere decir que Disney ejerza influencia sobre el dramaturgo (sabemos que es al revés), simplemente estás expresando que has advertido un vínculo, con independencia de que hayas accedido a la obra moderna en primer lugar y al clásico después.
Pero bueno, entiendo lo que ha querido decir cada uno y al final estamos haciendo una montaña de un grano de arena
Al turrón...
Navidades subterráneasQuerubo ha hecho un resumen estupendo, así que, como de costumbre, me limitaré a dar algunos apuntes e impresiones.
- La historia, pese a su ambientación navideña, tiene una atmósfera muy siniestra, que me recuerda a la de obras góticas como
Cumbres borrascosas: con una enorme casa de estilo antiguo, aislada en mitad de un páramo, y la presencia fantasmal de personajes difuntos planeando sobre el relato (y, en última instancia, llevando a los vivos al borde de la tumba).
- El comienzo del cómic, con Hellboy presentándose en una casa y asumiendo una misión consistente en buscar a una hija perdida (sabiendo que no se trata de una simple desaparición, sino que median fuerzas sobrenaturales) me ha recordado a "El cadáver", que leímos hace no mucho.
- Annie le cuenta a Hellboy que tenía un jardín secreto en el que jugaba con sus animales, como "un ratoncito de ojos plateados que me llevó a un agujero en la tierra donde por un momento me perdí". Este comienzo que implica el paso al mundo mágico me ha recordado a la
Alicia de Lewis Carroll, cambiando al conejo blanco por el ratoncito.
- Las apariciones del Príncipe que enamora a Annie, autodenominado "el segundo hijo de un rey", me parecen bastante espeluznantes (más cuando es una silueta de ojos brillantes que cuando se convierte en esa suerte de monstruo-roedor gigante).
Y el sacerdote se lamenta que era una joven muy feliz y con demasiada imaginación para ese sitio, y que debería haber hecho algo más para que al mandaran lejos de la casa. Qué relación hay entre que tuviera mucha imaginación y acabara desapareciendo, no lo sé, porque por lo que he entendido, Hellboy no se pasa un par de páginas pegándose con una imaginación. Pero alguna habrá porque Hellboy le dice que efectivamente, debería haber insistido más.
No creo que la imaginación de la niña sea esencial para el desarrollo de la historia, pero, si hay que buscarle la lógica, yo entiendo que cuando el Príncipe engatusa a Annie se está valiendo de su carácter soñador (le dice: "Quédate a mi lado y sé mi mujer, y tendrás todo cuanto ansías", y ella cuenta luego: "Me llevó a su palacio y me dio cuanto podía desear"). Quizá con otra de las hijas, más terrenal o pragmática, le habría resultado más difícil consumar el engaño.
- ¿Y en qué consiste el engaño? Pues entiendo que, aunque le diga a Annie que el anillo que le ofrece es la alianza para convertirla en su esposa, en realidad es una especie de amuleto maldito (vemos cómo luego se convierte en salamandra) que la ata a él y a la oscuridad para los restos. Es decir, Annie, sin saberlo, está vendiendo su alma al diablo. Solo cuando más tarde el anillo caiga de su mano la muchacha volverá a ser libre del yugo demoníaco.
- Sin embargo, el regalo de la Señora Hatch para su hija, traído al inframundo proverbialmente por Hellboy, desenmascara la farsa. Al sacar el crucifijo, ese suntuoso banquete de frutas y manjares en mesa de palacio se revela como lo que realmente es: un festín de restos humanos y casquería en el mismo corazón del infierno. El príncipe lo había preparado todo para convertir a los comensales (la familia entera de Annie, a falta de su madre moribunda) en caníbales de excepción.
- La lucha entre Hellboy y el demonio (ya en su forma real, no en su avatar humano) se saldará con las tortas habituales. La astucia de Hellboy llevará a su contendiente a la superficie, justo en el momento en el que suenan las campanas que anuncian la Misa de Gallo, la cual según la tradición sirve para ahuyentar (y, en este caso, incluso aniquilar) a los seres del inframundo.
- Hellboy no puede evitar la muerte de la Señora Hatch, pero al menos consiguió, en su labor de emisario, salvar el alma condenada de su hija Annie al romper (gracias al crucifijo) el vínculo que ataba a ésta con su príncipe del averno.
Un cómic este, en definitiva, muy interesante, al que se le saca más partido atendiendo a los detalles en una relectura (por ejemplo, yo no me había percatado del tipo de menú que realmente esperaba a Annie y familia durante mi primera lectura). A mi juicio, una historia mejor que la del Coloso (lo bueno, si breve...).