He leído Batman: Guerra contra el crimen.
Se trata de un cómic de unas 72 páginas, escrito por Paul Dini y dibujado por Alex Ross, en el que se intenta profundizar en la esencia de Batman como luchador contra el crimen a diferentes niveles y bajo sus dos identidades. para ello, veremos como el defensor de Gotham no solo persigue a criminales, sino que intenta salvar a todo un barrio de la delincuencia juvenil. Además, veremos a un niño llamado Marcus, con el que se establecen ciertos paralelismos con el joven Bruce Wayne que perdió a sus padres en un triste asesinato, pero sus recursos económicos le permitieron escoger una vida contra el crimen, en lugar de verse arrastrado por la delincuencia juvenil sin nadie que lo guiara. De ese modo, no solo vemos a una versión más humana del personaje, sino también las más urbana, y a pie de calle, alejada de los villanos coloridos u otro tipo de locuras tan habituales de las calles de Gotham. Para enfatizar todo esto, veremos como el trabajo en paralelo de Bruce Wayne tiene un importante papel social, y una lucha muy diferente contra el crimen, en una guerra que parece no tener final.
La historia está bastante bien y está narrada al estilo Marvels. No solo porque tengamos la presencia del siempre espectacular Alex Ross, que utiliza una narrativa a doble página en la mayor parte del relato, sino porque no hay bocadillos ni cuadros texto, con un tono de novela gráfica a la europea, por decirlo de alguna forma. Además, Paul Dini limita mucho sus textos, de manera que el mayor protagonismo recae en el aspecto visual para lucimiento de Ross, como era de esperar, todo hay que decirlo.
En definitiva, es un tebeo que no está nada mal, realizado por uno de los guionistas que seguramente mejor conozca a Batman y su entorno, algo que se nota mucho a la hora de plasmar ciertos conceptos de manera tan interesante. Aunque quizá no sea uno de los trabajos más destacados de ambos autores, creo que merece mucho la pena. Un ejemplo perfecto de que para realizar buenas historias de Batman no hay que recurrir a grandes villanos ni extensas sagas, en las distancias cortas y en un ambiente urbano, también se le puede sacar mucho partido.