Universo Marvel 3.0


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Mensajes - rockomic

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De todos modos, el tomo MLE de Luke Cage es uno de los que aparece como "No Disponible" en la web de SD, señal de que poco a poco debieron "colocar" toda la tirada a las librerías (a diferencia de otros como el de Nova o el de Morbius, que aún tienen ejemplares disponibles).

Otra cosa es que SD/Panini tengan indicios de que un segundo tomo funcionaría mal, por ejemplo, si la tirada del primero tardó muchísimo en agotarse o si, directamente, han recibido feedback por parte de algunas librerías que les han manifestado que tienen dicho tomo cogiendo polvo en sus estanterías. Pero vamos, que hay casos peores que éste (aunque esta serie tiene la mala pata que aún quedarían dos tomos más para completarla).

Yo no descartaría que se retome la colección en el futuro, en algún momento en que haya más "alegría" por parte del consumidor para gastar (aunque cada vez es más difícil imaginar tiempos así, pero bueno..,).

Yo me fijo mucho en Whakoom, porque es lo único que tenemos y como muestra creo que es enorme. Y no creo que se equivoque de mucho, menos si comparamos tomos de una misma línea.

Si nos fijamos en los números que lleva el de Power Man, supera de bastante al primero de Marvel Two-In-One, que salió al mismo tiempo. Por poner un ejemplo. O sea que de eso que no ha vendido una mierda yo no me creo nada.
Otra cosa es que piensen que el segundo va a vender poco, que habría que verlo.

El caso de Spiderwoman es todavía más flagrante. El primer tomo lleva números de tomo agotado, y el segundo, que salió hace cuatro días como aquel que dice, se acerca a los números del primero de Marvel Two-in-One y ya ha alcanzado al segundo de esta misma colección, que salió dos años antes.

Por esta misma regla, MTiO tendría que estar parada hace tiempo.

Gracias por la confianza.

Tu lógica es toda tuya. No tiene nada que ver con la realidad editorial pero, oye, a ti te sirve, felicidades.

Hombre, Celes, no pretendia desconfiar de nadie.
Si los datos que insinuáis no hay posibilidad de que lleven al equívoco pues me callo y mis disculpas.

Pero entiéndeme. Los tomos MLE que sabemos agotados, en Whakoom están en los 450-500. Eso es una muestra de más del 30% de la tirada, que es una barbaridad, por lo que es extraño que haya esas enormes diferencias entre los datos de Whakoom y las ventas reales. Pero está claro que debe ser así y no hay más que hablar.

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De todos modos, el tomo MLE de Luke Cage es uno de los que aparece como "No Disponible" en la web de SD, señal de que poco a poco debieron "colocar" toda la tirada a las librerías (a diferencia de otros como el de Nova o el de Morbius, que aún tienen ejemplares disponibles).

Otra cosa es que SD/Panini tengan indicios de que un segundo tomo funcionaría mal, por ejemplo, si la tirada del primero tardó muchísimo en agotarse o si, directamente, han recibido feedback por parte de algunas librerías que les han manifestado que tienen dicho tomo cogiendo polvo en sus estanterías. Pero vamos, que hay casos peores que éste (aunque esta serie tiene la mala pata que aún quedarían dos tomos más para completarla).

Yo no descartaría que se retome la colección en el futuro, en algún momento en que haya más "alegría" por parte del consumidor para gastar (aunque cada vez es más difícil imaginar tiempos así, pero bueno..,).

Yo me fijo mucho en Whakoom, porque es lo único que tenemos y como muestra creo que es enorme. Y no creo que se equivoque de mucho, menos si comparamos tomos de una misma línea.

Si nos fijamos en los números que lleva el de Power Man, supera de bastante al primero de Marvel Two-In-One, que salió al mismo tiempo. Por poner un ejemplo. O sea que de eso que no ha vendido una mierda yo no me creo nada.
Otra cosa es que piensen que el segundo va a vender poco, que habría que verlo.

El caso de Spiderwoman es todavía más flagrante. El primer tomo lleva números de tomo agotado, y el segundo, que salió hace cuatro días como aquel que dice, se acerca a los números del primero de Marvel Two-in-One y ya ha alcanzado al segundo de esta misma colección, que salió dos años antes.

Por esta misma regla, MTiO tendría que estar parada hace tiempo.

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Recordad que está en cartera un MLE de Hermano Vudú.
Alguien se cree que va a vender más que Power Man?

5
Daredevil: Omnigold 4: Una Mujer Llamada… Viuda Negra (1971-1973)




Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-daredevil-tomo-4-pendiente-1971-1973/


Vamos allá con el cuarto tomo recopilatorio de la colección del Hombre sin Miedo.
Este nuevo volumen tiene la particularidad de recoger la totalidad de la etapa guionizada por Gerry Conway, e incluso un poco más. El apartado gráfico, por su parte, sigue copado por el talentoso lápiz de Gene Colan.
Pero el gran acontecimiento de esta etapa es la entrada de un personaje que va a compartir cabecera con el cuernecitos durante un tiempo. Pero eso lo veremos más abajo.

Tras la etapa digna que recopilaba el anterior volumen se esperaba que un hombre del talento de Gerry Conway condujera a Daredevil por la buena senda, pero nuestro optimismo empieza a deshincharse ya en los primeros números.
La pobre historia inicial sobre unos tipos llegados de otra dimensión, los Hombres Leopardo, le sigue un crossover con la colección de Iron Man, que también estaba en manos de Conway.
Daredevil se ve involucrado en una trama de la colección del latas que ya llevaba algún recorrido. El caso es que con la entrada de Conway como guionista se origina un nuevo hilo en el que aparecen personajes de debajo de las piedras. Al Maestro Espía, que ya rondaba por ahí, se suman la banda del Zodíaco, Nick Furia, Madame Máscara y el propio Daredevil, más los habituales Iron Man y Jasper Sitwell. El resultado es una aglomeración de lances, personajes y giros que deja bastante que desear, para finalmente Conway sacarse de la manga una hermandad arcaica como origen de todo el tinglado. En cualquier caso, la línea argumental pertenece a la colección de Iron Man, siendo Daredevil un mero invitado.

Tampoco es nada del otro mundo el número en que la ceguera se apodera de la ciudad, como si de la obra de Saramago se tratase, mientras que el arco del Cóndor está algo mejor. Se trata de una historia muy terrenal sobre el control, mediante malas artes supuestamente salvadoras, que ejerce un revolucionario hispano sobre un país inventado.
Por otro lado, a pesar de la ruptura entre Matt y Karen, el culebrón entre ellos sigue martirizándonos. Resulta especialmente agotador comprobar el continuo autofustigamiento del primero por el fracaso de su relación con Karen. La obsesión de Matt con el asunto llega al extremo de no parar de darle vueltas en medio de una pelea ante el oponente de turno. Tres cuartos de lo mismo ocurre con Karen, en su voluntario alejamiento de Matt.
También el encubrimiento de su secreto como Daredevil pone de manifiesto algún comportamiento excesivo, cuando Matt llegue a propinar un manotazo a Foggy para dejarlo sin sentido. Todo para poder ocuparse de la situación como Daredevil sin tener que descubrirse.

La mejor noticia de esta serie de números la tenemos, como no, en el apartado gráfico, que sobrepasa en mucho la labor escrita. Más cuando Tom Palmer entra como entintador, de forma que el dibujo de Colan luce como en sus mejores momentos. De todas formas, Syd Shores no lo hacía nada mal.

A continuación, otro crossover coge el testigo, esta vez con la serie de Namor. Un crossover que llega justo cuando Conway también inicia etapa en la colección del atlante, igualmente acompañado por Gene Colan. Se trata de una línea argumental en la que Spiderman también participa como invitado, más por el efecto llamamiento para otros lectores que por una funcionalidad real, porque tampoco es que el trepamuros aporte gran cosa. La trama se inicia en Daredevil para acabar siendo propiedad de Namor. De hecho, Daredevil ni siquiera aparece en el episodio correspondiente a la colección del Hombre Submarino. En cualquier caso, la aventura es interesante. Lo mejor es la narración visual de Colan en el cuerpo a cuerpo con el villano Turalla.


La saga de Mr. Kline. Y la Viuda Negra que se apunta a la fiesta.

Entramos aquí, al fin, en la primera saga extensa de la etapa recogida en esta reseña. Una saga en la que un misterioso personaje llamado Mr. Kline, que a su vez obedece a otra voz todavía más oculta, se erige en el oponente principal.
Tras la presentación de un nuevo fantoche llamado Hombre-Toro, el ente maquinador llamado Mr. Kline, innecesariamente rebautizado como El Asesino, se vale de peones bien conocidos por los lectores como son el Búho, el Escorpión y Mr. Hyde, que pronto descubriremos que no son lo que parecían.
Pero el movimiento más importante que nos proporciona este arco es indudablemente la entrada de la Viuda Negra en la colección. Una entrada en un principio como personaje secundario, pero que pronto veremos como la intención de los autores irá mucho más allá.

Apenas aparecer, Natasha acaba siendo juzgada de forma injusta, en un insólito cara a cara entre Matt y Foggy en el juicio. Un juicio que acaba presentando argumentos demasiado rebuscados, usando el hecho de que sea rusa como atenuante.
El hecho es que no pasan demasiados números hasta que vemos las intenciones de Gerry Conway respecto a Natasha El romance que inician Nat y Matt certifica el papel de coprotagonista de la mujer, más aún cuando tiene el privilegio de descubrir la identidad secreta de su nuevo amor como Daredevil.

Siguiendo con la saga, finalmente descubrimos que Mr. Kline, no es más que un androide enviado a través del tiempo por una computadora, llamada Baal, que gobierna la Tierra en un futuro lejano. El caso es que, para ello, envía a su androide a cambiar el curso de la historia manipulando a Matt y a Foggy, de forma que todo se encamine a la línea temporal que asegure su existencia. El desenlace nos trae de sopetón otros androides de un futuro superior que resuelven la situación en un abrir y cerrar de ojos.
Se agradece el esfuerzo que supone el complejo entramado de la saga, pero el resultado final considero que es mejorable. La trama es demasiado enmarañada, mientras que la argumentación vertebral me resulta un tanto banal.
Como comentario aparte, la historia nos queda como otro posible ensayo del Multiverso.
En otro orden de cosas, curiosamente, Mr. Kline interviene, con las mismas armas, en la serie de Iron Man durante varios episodios de forma simultánea a esta saga. Pero no es necesario leer la serie de Iron Man puesto que no se trata de ningún crossover.
En lo referente al apartado gráfico, a mitad de la larga saga el pobre Gene Colan tiene que sufrir las tintas de Jack Abel, justo el polo opuesto al sutil trazo de Tom Palmer. Por suerte, Palmer vuelve a recuperar su puesto tras esta saga y hasta prácticamente la parte final de este volumen. La saga también incluye un feo episodio dibujado entre Barry Smith y Alan Weiss, y entintado por Bill Everett.

Tras un nuevo encuentro frente al Gladiador, sin más trascendencia, tenemos otro episodio que recupera fugazmente el culebrón entre Matt y Karen cuando se encuentran de casualidad y unen sus labios sin miramientos. Todo ello delante de los morros de Natasha y del pobre desgraciado con el que se había liado Karen.
Pero el renacer de su amor no es más que un espejismo. Al poco, ambos asumen que su relación no irá a ningún sitio y definitivamente toman caminos separados. Por fortuna para nosotros.


Bienvenidos a San Francisco.

Daredevil entra, ahora sí, en una nueva etapa en la que rompe de forma abrupta con su pasado. Y no sólo en lo correspondiente al relevo en su interés amoroso, sino también al lugar de residencia. Matt se traslada a vivir a San Francisco junto a Natasha y al inseparable chofer y protector de ésta, Ivan.
El plantel de secundarios no se queda atrás en cuanto a lavado de cara. El policía Paul Carson, el inspector de policía Robert O’Hara y Jason Sloan, nuevo socio de Matt en la práctica del derecho, son las nuevas piezas que iremos viendo a partir de esta nueva etapa.
Por si todavía hubiera alguna duda al respecto, la colección modifica su tradicional cabecera solista por la de Daredevil y la Viuda Negra.

Si además seguimos contando con un trabajo gráfico de grandísimo nivel por parte del equipo Colan-Palmer, las perspectivas de lo que nos vamos a encontrar son buenas. Por desgracia, el problema sigue siendo el habitual en esta serie: el trabajo escrito va muy rezagado respecto al gráfico.

Ya los primeros números de esta nueva etapa son bastante discretos. Un obviable enfrentamiento con el Buey y sendos encuentros con Electro y el Hombre Púrpura. Episodios que son la antesala de otra larga saga, la del Proyecto Cuatro.

Todo empieza cuando Natasha, despavorida, se encuentra con su pasado en forma de un compañero de espionaje llamado Danny French.
Al mismo tiempo, tanto Daredevil como la Viuda experimentan diferentes episodios de pánico inexplicable. La heroína lo achaca a French y a un objeto de su posesión, llamado Proyecto Cuatro, que consiste en una esfera de energía de incalculable poder.
Por otro lado, también tenemos a un magnate llamado Damon Dran, interesado en la dichosa esfera.
Pero, para sorpresa de propios y extraños, no es French el causante de los episodios de terror que afectan a ambos héroes sino el mismísimo Mr. Miedo. El antiguo oponente de Daredevil, bajo una nueva identidad, la tercera ya, irrumpe en la trama de forma inesperada. A su vez, Danny French, tras al exagerado dramatismo inicial, resulta ser un tipo inofensivo.
El villano real termina por ser el otro tipo, Damon Dran, que acaba absorbiendo la esfera y convirtiéndose en el supervillano de turno, el Hombre Indestructible. Lo peor de todo es lo absurdo de las motivaciones del villano, del calibre de que necesita una fuente de poder porque se siente vulnerable ante las supuestas guerras que nos depara el futuro.
El caso es que el resultado de la saga es bastante mejorable, sobre todo emocionalmente.

Por otro lado, también creo que las chispas que surgen entre Nat y Matt son algo forzadas, como intentando meter un supuesto mensaje de empoderamiento al inicio de la saga. Y la irrupción de T’Challa para salvaguardar la identidad secreta de Daredevil queda un tanto inverosímil. Sobre todo, cuando se disfraza de Daredevil incluida máscara facial caucásica que tape su piel negra.

La etapa guionizada por Gerry Conway, por lo menos en solitario, finaliza con un nuevo enfrentamiento con el Hombre-Toro, francamente prescindible.


Steve Gerber coge sitio.

Steve Gerber entra en el puesto de guionista, pero inicialmente compartiendo dicha labor con Gerry Conway en dos episodios. La etapa guionizada por Steve Gerber también tiene su inicio en los últimos episodios de este volumen. Una etapa que tendrá su continuidad en el siguiente.

El mano a mano Conway-Gerber se inicia con lo que a la postre resultaría ser una larguísima saga. Aunque durante sus primeros compases tenga escasa apariencia de extensa línea argumental, algo que quizás ni siquiera Steve Gerber sabía todavía.
Mordecai Jones, el Mesías Oscuro, es el nuevo oponente del cuernecitos. Una especie de Adam Warlock de segunda, pero esta vez abiertamente cristiano. Entre este nuevo mesías y su séquito, los Discípulos del Juicio Final, tenemos como resultado un episodio de lo más kitsch.

Antes de volver a la supuesta línea oficial de continuidad, nos encontramos con un nuevo crossover, esta vez con la colección de los Vengadores. Un crossover que apenas sirve para que un desesperado Ojo de Halcón haga el ridículo. Al impulsivo vengador no se le ocurre otra cosa que venir a reclamar a la Viuda Negra como si fuera de su propiedad. Un número, el correspondiente a Daredevil, que cuenta con un dibujante invitado, Sam Kweskin.
Lo más inesperado lo tenemos en el episodio de la colección de los Vengadores, cuando Daredevil y la Viuda Negra ayudan al grupo en su enfrentamiento con Magneto. Natasha se sume en un mar de dudas y decide abandonar a Matt para unirse a los Vengadores, al fin como miembro oficial, para un número más tarde volverse atrás en ambas decisiones.

El siguiente oponente en hacer su presentación es Angar, el aullador. Se trata de un villano de los que tanto gustan a Gerber, en el sentido de ser un chiflado fanático de alguna convicción. En este caso, el colega es un enfermo del hippismo.
Es aquí cuando nos encontramos con la primera vinculación que apunta a presumible saga, en la figura de un tipo en la sombra, ya visto en el arco del Mesías Oscuro, que aparece también como creador de Angar. Pero ya habrá que esperar al siguiente volumen para conocer como sigue esta enigmática línea argumental.
En este pequeño arco Gene Colan dibuja su último número como dibujante regular. A partir de aquí entramos en una serie de números sin artista gráfico fijo. El primero de ellos es Rich Buckler.

El tomo finaliza con el regreso del Zancudo en un número prescindible transitoriamente guionizado por Chris Claremont y dibujado por Syd Shores.


Conclusión.

En definitiva, para mi gusto una etapa, la de Gerry Conway, más bien floja con algunos momentos aceptables. El inicio de la de Steve Gerber está sujeta a lo que nos encontremos en el siguiente volumen, así que ya veremos.
Entiendo que la saga de Mr. Kline puede ser del agrado de muchos lectores. Supongo que es cuestión de gustos y de cómo nos coja en aquel momento. Respecto a la del Proyecto Cuatro ya tengo más dudas. A mí no me han acabado de convencer.
Pero claro, siempre nos quedará la parte gráfica, que sigue siendo el polo opuesto a la escrita. Excelente Colan, sobre todo cuando cuenta con Tom Palmer como embellecedor.

6
Pues, desde luego, el momento está muy bien buscado. Pero no sabemos hasta qué punto Stan Lee lo planeó así.

7
MLE Whar if  " imagina  "....663/1500 :bouncy:

MLE Spiderwoman "............222/1500 :bouncy:
¿ Cuantos tomos le quedarían a esta colección? :puzzled:

MLE Namor " .......................233/1500 :adoracion:

¿ El cuarto tomo enlazaria ya con el de Súper villanos, verdad ?

Y otra pregunta , el de Super Villanos , enlazaria con la etapa Byrne o habrían cosas entre ambos? :puzzled:


Supongo que son los últimos en salir, no?

Mejor que me pongáis el número que el título. Namor 3, por ejemplo. :thumbup:

10
Panini / Re:Novedades de Panini de Mayo de 2024
« en: 01 Mayo, 2024, 21:06:05 pm »
Las BM y el MLE.

11
Muy, muy buena reseña, Rocko  :palmas:

Una pregunta: ¿es necesario leer todo lo anterior del doctor para poder entender todo lo que pasa en este primer MH del personaje? ¿O lo puedes hacer sin problemas? Yo en su momento leí unos cuantos relatos del Strange de Ditko en la BM antigua pero ni siquiera tengo ya aquellos tebeos. Y de ahí mi pregunta.

Muchas gracias a todos.  :birra:

Pues bueno, depende. Digamos que el tomo no arrastra hilos de las anteriores entregas y se lee sin problemas,  pero casi todos los personajes que aparecen fueron presentados en la era Lee-Ditko.

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Doctor Extraño: Marvel Héroes 1: Doctor Extraño de Roger Stern (1981-1985)




Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-doctor-extrano-marvel-heroes-1-doctor-extrano-de-roger-stern-1981-1985/


Este primer tomo del Doctor Extraño publicado en la colección Marvel Héroes, y quinto en el global de la cronología del Maestro de las Artes Místicas, recopila por entero la etapa guionizada por Roger Stern. La segunda etapa, en realidad, tras la primera toma de contacto de Stern con el personaje efectuada justo antes de la también corta etapa de Chris Claremont.
Si aquella primera serie de números escritos por Roger Stern significaban su periodo de rodaje en la colección, el tomo que tenemos entre manos es el de la confirmación.

Podríamos fraccionar la etapa que engloba este tomo en tres sagas principales, cada una de las cuales está firmada por uno de los tres ilustradores más o menos estables que acompañan a Roger Stern: Marshall Rogers, Dan Green y Paul Smith. Tres sagas que vienen separadas por numerosos episodios de transición o distensión en los que también participan otros dibujantes e incluso guionistas.

Precisamente, un relato corto dibujado por Michael Golden y un episodio autoconclusivo con Gene Colan a los lápices dan el pistoletazo de salida al tomo. Un número, éste último, más bien modesto en el que Ikonn, personificación de la ilusión, cruza el plano astral y amenaza nuestra realidad.
Es en el siguiente número cuando entra como dibujante estable Marshall Rogers, siempre acompañado de Terry Austin, que se ocupara del entintado de todos los números del nuevo artista gráfico. Otro episodio aislado, constando el Hermano Vudú como héroe invitado, en el que el Doctor Extraño hace frente a un espíritu maligno llamado Damballah.
Tras este par de números de calentamiento, empieza realmente el recital de Roger Stern.
Stern, por cierto, sigue contando con Sara Wolfe, la administrativa de origen indio que creó Claremont en la anterior etapa. Por supuesto, también siguen ahí Wong y Clea, aunque...


El adiós de Clea.

En la primera parte de esta etapa recogida en este volumen, Roger Stern desarrolla una serie de acontecimientos que concluyen con la marcha de Clea y la caída de Stephen en un estado de abatimiento ante la pérdida de su amor. Un proceso perfectamente argumentado ya desde la presentación de la pieza clave de todo ello, el nuevo fichaje para la nómina de personajes secundarios, Morgana Blessing. Morgana aparece como una escritora mediática que es usada por el Barón Mordo para atacar a su archienemigo, pero el personaje en realidad esconde mucho más. Además de despertar un tierno interés por Extraño, Stephen pronto advierte en ella lo que parece algún tipo de manifestación mística. El enigma de todo ello obtiene explicación en la primera de las sagas que incluye el tomo, en lo que resulta una de las ideas irrebatibles marca de la casa de Roger Stern. Una aclaración que encuentra lugar en el pasado, en el encuentro de una de las remotas encarnaciones de Morgana con el Doctor Extraño. Un encuentro que precisamente es consecuencia de esta misma historia, resultando en una singular propuesta dentro de los clásicos argumentos de las afectaciones temporales.

Pero la saga ofrece mucho más que el caso de Morgana Blessing. Nos encontramos, en realidad, ante dos líneas argumentales con un importante grado de independencia por las que pasa un hilo de continuidad esencial.

Siguiendo el rastro de Morgana, nuestro protagonista hace parada en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, donde se desarrolla la primera mitad de la saga. Época en la que irrumpe Dormammu como auténtico villano. El señor de la Dimensión Oscura, que había utilizado al Barón Mordo como un monigote, pretende conquistar el planeta a través de su encarnación en un pasado en guerra. Para ello se vale de dos hechiceros de la época, Sir Anthony Baskerville y el Vizconde Heinrich Krowler, éste último abuelo del propio Mordo, a quienes usa como peones de su plan. Roger Stern sabe seducirnos integrando en la historia ni más ni menos que a los más famosos combatientes de la guerra contra los nazis de Marvel, Nick Furia, Dum Dum Dugan y sus Comandos Aulladores. Pero también se vale del interés de Hitler por el ocultismo para convertir al Führer y a su sanguinaria guerra ni más ni menos que en colaboradores involuntarios del plan de Dormammu.
Una locura de trama con un tablero de juego plagado de piezas, todas bien situadas, en la que Stern y Rogers saben tensionar la situación. Y, en lo más profundo, una lucha entre el amor y el odio muy descriptiva de esta primera parte de la etapa de Roger Stern.

En lo que atañe al apartado gráfico, Marshall Rogers está que se sale en esta aventura en la era nazi. La progresión del dibujante ha ido claramente de menos a más, siendo su fuerte el espectacular despliegue de efectos y estallidos de magia lumínica.

En el segundo acto de la saga hay un vuelco en la relación de personajes participantes, a excepción de Morgana Blessing, figura vertebral de la trama y de, claro está, el propio Doctor Extraño. En esta ocasión, Extraño acude al llamamiento de otro de sus enemigos más mortales, Pesadilla. Resulta que un fragmento del alma de Morgana ha seguido viajando imparable hacia el pasado, de encarnación en encarnación, amenazando al propio germen de toda la humanidad y, en consecuencia, a la existencia de la dimensión de los sueños, lugar donde gobierna el siniestro villano. Así que la línea argumental vuelve a consistir en un periplo del Doctor Extraño por el pasado, esta vez haciendo parada en tres reconocidas épocas: la inquisición española, el dominio de los mayas en el Yucatán y el imperio egipcio. Tres aventuras en sí mismas, destacando la última, donde Stern y Rogers rinden homenaje a los Cuatro Fantásticos de Lee-Kirby. El Doctor Extraño viaja al antiguo Egipto justo al mismo instante temporal al que viajaron los Cuatro Fantásticos en aquel lejano Fantastic Four 19. De este modo, vemos como Extraño, en su forma astral, vive la disputa del cuarteto frente a Rama-Tut, e incluso descubrimos cómo ayuda al grupo a superar a su adversario sin que ninguno de ellos se percate de nada.

El resultado de todo ello, como decía, es la partida de Clea hacia su dimensión natal. La reacción de la discípula de Stephen resulta exageradamente sensiblera, pero considero su validez en la medida de que Clea es en realidad una mujer proveniente de otra dimensión, inadaptada en cierto modo, cuyas pautas emotivas no tienen por qué ser las mismas que las de una mujer terrestre.

El desenlace deriva en cierta caída en depresión de Stephen Extraño, que nada puede hacer para evitar la marcha de su amada. He aquí, pues, el principal cambio aplicado al protagonista por parte de Roger Stern. Un Doctor Extraño cuyos quebraderos de cabeza hasta ahora tenían único origen en los practicantes de las artes oscuras, se encuentra de golpe con un sentimiento desconocido para él, el desamor.
Precisamente, la serie de números post-Clea vienen funcionan como periodo de transición en el que el hechicero intenta asimilar su nueva realidad y dejar atrás un estado depresivo que empieza a afectar negativamente a sus poderes. Una transición que también lo es en el apartado gráfico tras la marcha de Marshall Rogers. El baile de artistas es amplio en esta serie de números, pero afortunadamente nada hay que temer porque todos ellos son lo suficientemente talentosos.

El primero de estos episodios lleva insertado un relato a modo de recuerdo de Stephen Extraño en su actual estado de reflexión. Lo curioso del caso es que este relato central no es obra de Roger Stern, sino de J. M. DeMatteis, que viene acompañado de Brent Anderson a los lápices. Las pocas páginas en tiempo presente, a modo de prólogo y epílogo, sí que son de Stern, en su caso acompañado del dibujante Paul Smith. Extraño recuerda una historia junto a Clea en la que hicieron frente a Tiboro, cuando esté viejo oponente de la era Lee-Ditko puso bajo su control a una serie de chavales fanáticos de las Artes místicas. Un buen episodio, desde luego.

A continuación, es Michael Golden quien dibuja otro episodio aislado. En esta ocasión, D'Spayre, el demonio destructor de esperanzas e inoculador del miedo, aprovecha la situación de vulnerabilidad del Doctor Extraño para jugar con su cerebro. Un muy buen episodio en el que Extraño vive una secuencia prácticamente calcada a la que experimenta James Stewart en ¡Qué Bello es Vivir!, en lo que se entiende como un bonito homenaje de Roger Stern al clásico film de Frank Capra. Pero lo más destacado del número pasa por ser el espectacular trabajo gráfico de Michael Golden.

El siguiente turno es para Paul Smith, que intenta ponerse en la piel de Steve Ditko asimilando algunas de sus virtudes como su clásico juego de luces y sombras. Estupendo trabajo gráfico para un capítulo más en el camino del Doctor Extraño hacia el olvido. Nuestro hechicero decide conceder una entrevista a Morgana Blessing, pero el equipo de técnicos que la secundan resultan ser tres viejos conocidos de la era Lee-Ditko. Estoy hablando de Demonicus, Adria y Kaecilius, los antiguos subordinados del Barón Mordo, que irrumpen con aires de venganza, para acabar doblegados por Extraño de forma humillante.

Igualmente curioso es el número dibujado por Kevin Nowlan. Resulta que todo el mundo parece haberse enterado de que el Doctor Extraño se ha quedado sin discípulo, de modo que una multitud se concentra delante de Bleecker Street ante la perplejidad de Stephen, Wong y Sara Wolfe. La trama da para la irrupción de dos místicas ya presentadas en otras colecciones, Margali Szardos y su hija Jimaine a quienes les depara un sorprendente final, pero poco más. Tras conocer que el anciano Genghis (otro personaje de Lee-Ditko que Stern recupera, y van...) estaba tras la difusión, el caso pasa al olvido.


La caída de los vampiros.

Antes de entrar en la segunda gran saga del tomo, nos encontramos con la única referencia de Roger Stern a lo que estuvo desarrollando en su primeriza etapa. Me refiero al caso del Merodeador de las Tinieblas, la amenaza, desconocida para Extraño, pero no para los lectores, que prácticamente monopolizó aquella serie de episodios. El místico superhéroe tan sólo llega a iniciar el rastreo del misterio que se escondía tras aquellos ataques sufridos, antes de pasar a ocuparse de otro asunto y olvidarse del tema. Quizás Stern fue retrasando la resolución de la trama hasta que se quedó sin tiempo para ello, porque resulta extraño que el guionista acabara dejando semejante cabo suelto.

La era del género del terror y la irrupción de los monstruos clásicos en el Universo Marvel había quedado atrás con el cambio de década y, especialmente, con la destrucción del Conde Drácula en el último número de su colección propia. Pero si existe un personaje en la cultura de ficción capaz de volver a la vida (o no vida) cuantas veces sea necesario ese es Drácula, de modo que Roger Stern decide resucitar al señor de los vampiros en una nueva saga que toma el guante de la mítica colección de Marv Wolfman y Gene Colan. De hecho, Stern no sólo recupera a Drácula para la ocasión, sino también a tres de sus incansables cazadores, Hannibal King, Blade y Frank Drake.
En lo referente al apartado gráfico, Dan Green entra como dibujante a lápiz para ocuparse específicamente de esta saga. De los cinco episodios de los que consta, Green se ocupa de los cuatro primeros, mientras que el último recae en Steve Leialoha. El trabajo con el lápiz de Dan Green, habitual entintador, creo que resulta más que digno, aunque seguro que el entintado de Terry Austin influye lo suyo en la vistosidad de los acabados.
Extraño y el trío acompañante deben impedir a toda costa que Drácula se haga con el Darkhold, el libro de los muertos versión marveliana, y convertirse así en un ser de inmenso poder. Una trama que transcurre entre la mansión de los Vengadores, lugar donde permanece guardado el libro en una cámara de seguridad, y Transilvania. Precisamente dos vengadoras, la Bruja Escarlata y la Capitana Marvel se incorporan también al grupo de los buenos, mientras que Drácula cuenta igualmente con su séquito de devotos, los llamados Darkholders.
El resultado es una magnífica saga que trae consecuencias de largo alcance para el vampirismo dentro del Universo Marvel, y que también nos deja la asociación entre King, Drake y Blade, los cazavampiros de Marvel en los 90. Considero que la escritura de Roger Stern hace justicia al estilo de Wolfman en la Tumba de Drácula, haciendo de esta saga una digna continuación de la crónica del Príncipe de las Tinieblas.

La saga vampírica da paso a otra serie de episodios de transición, incluidos dos números de relleno. Roger Stern se toma un pequeño descanso que se traduce en un par de episodios a manos ajenas de los que se puede prescindir sin problemas. Especialmente obviable es el primero de ellos, obra de Carl Potts como autor completo, una historia que protagonizan personajes de un sólo uso. El segundo, realizado por Ann Nocenti y Tony Salmons, cuenta una historia de posesiones, un poco surrealista, sobre un tipo que parece inspirado en Salvador Dalí. Por lo menos no está mal.

De nuevo con Roger Stern a los guiones, siguen tres episodios autoconclusivos en los que Paul Smith se convierte en el dibujante de la colección quitando un par de números aislados.
En primer lugar, un buen episodio donde el Doctor Extraño debe detener a una horda de demonios convocada de forma inconsciente por un mago farsante.
A continuación, tres peregrinos del Himalaya encargan al Doctor la búsqueda de la nueva encarnación del Lama.
Y un tercer número dibujado por Steve Leialoha que recupera el hilo de la saga de Drácula, pero ya sin el rey de los vampiros.


La saga de la Dimensión Oscura.

La llamada de auxilio de su vieja amiga Victoria Bentley, lleva a Extraño a trasladarse a Inglaterra, al castillo dónde reside el Caballero Negro. Una historia que es la antesala de la última gran saga, la que culmina la etapa de Roger Stern en Doctor Strange: la liberación de la Dimensión Oscura de la tiranía de Umar.
Tras ayudar Extraño a Dane Whitman a librarse del poder que lo estaba corrompiendo, ambos se ven sorprendidos por el ataque de Umar en un crucero de placer, poniendo así el detonante para el inicio de la saga. Una espectacular escena de acción que quizás sea la mejor muestra del talento narrativo de Paul Smith en esta etapa.

Una saga que curiosamente se ve interrumpida por un caso aparte, incluido dibujante invitado, cuándo Extraño debe ocuparse de una emergencia a instancias del ejército. Un primitivo mundo interdimensional llamado Kobar gobernado por un guerrero tiránico, muy bien elegido para la ocasión, amenaza con conquistar la Tierra. Un magnífico relato antinuclear con el blanco situado en el ejército de los Estados Unidos con toda la intención por parte de Roger Stern. Bret Blevins es el dibujante del episodio, marcándose un buen trabajo.

La saga de Umar trae de nuevo a Clea a la colección, ahora convertida en líder de los rebeldes en la conquista del trono de la Dimensión de Dormammu, en manos de su hermana Umar.
El resultado es, posiblemente, la mejor de las tres grandes sagas desarrolladas por Roger Stern en esta etapa. Una aventura mística a modo de fantasía heroica repleta de momentos de notable trascendencia. A destacar el relato de origen de la Dimensión Oscura, de los hermanos Dormammu y Umar, a quienes Stern sabe aplicar matices, y de cómo llegaron al poder. También está la presentación de Orini, padre de Clea y la revelación de que Umar es en realidad su madre. O la escena final con Umar a la desesperada rompiendo la barrera que separa su reino de los Sinmente.
Precisamente, Clea es el personaje que más crece a manos de Stern. El guionista nos dibuja a una mujer fuerte y segura de sí mismo, una líder en contraste a la aprendiz habitualmente desubicada y anodina de su estancia en la Tierra.
En definitiva, una espléndida saga que rúbrica de la mejor forma el paso de Roger Stern por el Doctor Extraño.


Triunfo y Tormento.

No termina aquí este volumen recopilatorio del Doctor Extraño de Roger Stern, porque todavía queda espacio para la inclusión de tres números ajenos al título regular del hechicero, pero también guionizados por Stern.

El primero es un episodio corto, no principal, incluido en la colección Marvel Fanfare y publicado en el ecuador de la etapa comentada. Roger Stern se acompaña de los dibujos de Charles Vess en esta historia que nos cuenta como el Doctor Extraño propina una buena lección a un orgulloso estudiante de las artes místicas que le desafía a un combate místico.

Pero el premio en este apartado se lo lleva sin duda alguna la novela gráfica coprotagonizada por el Doctor Extraño y el Doctor Muerte, "Triunfo y Tormento".
Después de años de progresiva evolución del cómic de superhéroes en paralelo a la edad de sus lectores, en los años 80 surgieron las Marvel Graphic Novels como formato contenedor de historias de carácter más netamente adulto. Con la novela gráfica que nos ocupa damos un salto de cuatro años, hasta 1989, respecto al último número del Doctor Extraño incluido. Un salto en el tiempo que, sumado a la naturaleza de las MGN da como resultado un cómic bastante diferente. No sólo nos encontramos con una aventura de una extensión superior (80 páginas), sino que la cualidad del apartado gráfico toma aquí otra dimensión. El encargado de la labor es un Mike Mignola en los primeros años de su carrera que ya se marca un trabajo de nivel. Pero lo que quizás más marca la diferencia respecto a los comic-books convencionales es el uso del color. Mark Badger, el entintador y colorista de la obra, realza los dibujos de Mignola con estallidos de color, claroscuros y degradados de gran belleza.

Pasando a la parte escrita, Roger Stern reúne a Extraño y Muerte en una aventura que tiene inicio en un torneo de magos organizado por el anciano Genghis, cuyo fin es la elección del Hechicero Supremo. Una primera escena de acción notable, pero que no deja de ser un preámbulo de lo que realmente nos quiere contar Stern: un viaje al yo más íntimo y desconocido del Doctor Muerte, indudablemente el personaje central del relato.
El pacto al que están obligados Extraño y Muerte tras la contienda dicta que el hechicero libere el alma de la madre del monarca de Latveria. El compromiso del Doctor Extraño traslada el escenario al Inframundo gobernado por Mefisto, demonio a quien la mujer entregó su alma y auténtico villano de la historia. Páginas de ambientación lóbrega de gran belleza que constituyen el acto central de la obra, pero es en el trabajo de profundidad de Roger Stern con Victor Von Muerte dónde está el quid de la cuestión. Además de descubrirnos detalles desconocidos del origen del Doctor Muerte, así como relatarnos una pormenorizada historia de sus orígenes gitanos hasta el fatal accidente que desfiguró su rostro, el guionista nos presenta al personaje complejo que reside debajo de la carcasa de dictador despiadado. Un hombre atormentado, víctima de sus obsesiones e incapaz de sentirse feliz, cuyo amor por su madre pasa por encima de cualquier otro sentimiento. La mejor evidencia de la complejidad del personaje la tenemos en la reacción del Doctor Extraño, cuando pasa de no querer oir ni hablar de la posibilidad de ayudar a Muerte a mostrarle respeto. La escena final de la historia habla por sí sola.

El tercer número ajeno incluido, que cierra definitivamente el tomo, fue publicado ya en 2011, pero en realidad es un relato realizado en 1998 que debía haber sido incluido en del título Marvel Universe si no hubiera sido cancelado prematuramente. Roger Stern escribe, con la ayuda de Joe Edkin, esta aventura del Doctor Extraño publicada en el One-Shot de Marvel Vault dibujada por Neil Vokes. Un curioso relato histórico que nos cuenta cómo ahuyentó los demonios reinantes en su recien adquirida mansión justo antes de convertirla en su Sancta Sanctorum.


Conclusión.

En resumen, un volumen que recoge la que es una de las etapas más reconocidas del hechicero titular del Universo Marvel, con la garantía que supone tener detrás la escritura de Roger Stern y un nivel gráfico de primera.
Las tres sagas de la colección madre, sumadas a la novela gráfica, hacen de éste un tomo imprescindible.

13
Pues para mí las BM y creo que ya está.

14
Los Defensores: Marvel Limited Edition 6: La Mano de los Seis Dedos (1981-1982)

(...)

Conclusión.

Más o menos al nivel del anterior, las historias que rellenan este sexto volumen de los Defensores sobreviven como divertimento totalmente despreocupadas de su no paso a la posterioridad.
Así es como considero que hay que tomarse un tomo recopilatorio que nos deja una entretenida saga central y mucho colorido, pero que pasa un poco de puntillas por la historia de Marvel.
Yo acabo de empezarlo y me encanta  :amor:

Serán historias inocentes, sin gran trascedencia, pero entretenidas  :thumbup:

Ya comentaré brevemente mis opiniones cuando lo termine  :thumbup:

Pues sí, eso es.
Realmente, pasas un rato la mar de divertido.

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Panini / Re:Plan Editorial Panini 2024 (III): Se avecinan cambios
« en: 24 Abril, 2024, 14:52:51 pm »
Coleccionable de Drácula???

Sacan una oferta con los 2 primeros tomos de la biblioteca Drácula HC que sacaron antes de las BMs.

Pues debieron hacer una tirada enorme, porque la colección no vendió nada mal si miramos los números de Whakoom. Bastante mejores que los de las bibliotecas de Eternos, Caballero Luna y Alpha Flight.

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