Me he leído La Tempestad y se me ha hecho MUY PESADO, con tanto cambio de estilo, de escenario y de personajes, hasta tal punto que a veces no he llegado a saber quién era quién ni qué estaba pasando.
Yo también me he leído el tomo y la verdad es que me ha parecido muy denso también. Para hacernos una idea, he tardado aproximadamente 5 horas en leerme un tomo que no es precisamente un tocho. Si bien es cierto que puede hacerse un poco pesado, a mí me ha resultado una lectura interesante. Pero es evidente que la obra se ha ido volviendo más compleja con el paso de los volúmenes.
Creo que el mérito de las dos primeras partes se debía a que utilizaba a personajes perfectamente reconocibles de la Literatura Universal en una historia coherente, plagada de guiños. Pero según iba avanzando en el tiempo en Dossier Negro, Century y Nemo, estas referencias se iban volviendo menos conocidas, al tiempo que se añadían nuevos personajes propios de este universo, de tal forma que muchas veces no se sabía quiénes eran y tampoco importaba, porque no era necesario para la trama, que no engancha ni lleva a una conclusión "real".
Yo al principio me he sentido un poco perdido, porque no entendía bien el punto de partida del tomo, y tampoco tenía muy frescos los anteriores. Hay varias referencias al Dosier Negro y a Century, que sirven un poco para situarnos. De todas formas, coincido en que la serie ha sufrido una importante evolución, hasta el punto que este volumen no tiene mucho que ver con el tono de los dos primeros, aunque sí que está todo conectado de una forma muy elaborada y concienzuda sobre la figura de Mina. Sin embargo, Moore emplea una retrocontinuidad en este volumen que peca de excesivo, ya que nos retrotrae un poco a la época previa al primer volumen. Aunque es evidente que entra en la línea de homenajes a los cómics clásicos y la literatura pulp, que es lo que realmente pretende hacer aquí. Así como un canto de despedida de los cómics ante lo que en su opinión es una mala dirección de la industria. A lo largo de este volumen hay mucha crítica hacia esa evolución, que es más una involución, en lo que la género de superhéroes se refiere, a las presiones de la propia industria y ha como se ha contribuido a cargarse el legado de leyendas del medio como Stan Lee y Jack Kirby, a los que también se les homenajea en algún número. Sin duda, una jubilación al estilo del barbas.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
.
Si yo no recuerdo mal, lo que Moore hace es continuar algunas de las tramas trazadas en uno de los relatos de texto del segundo o tercer volumen, no recuerdo exactamente cual era. O quizá en Century. Recuerdo que en uno de ellos se trataba la misión a la luna y lo de las amazonas que vivían allí.
Al menos, en lugar de pesados textos que lastran la lectura, en esta miniserie el complemento consiste en una historieta protagonizada por una versión inglesa de la JLA.
Es cierto que hay aquí un homenaje claro a la JLA, incluso hay alguna viñeta que nos recuerda los encuentros con la JSA. Sin embargo, Moore lo que hace es emplear personajes de los cómics clásicos británicos, con el permiso de sus autores, o eso dice él. Un poco como hiciera en Watchmen, donde recuperaba olvidados personajes de una de las editoriales que absorbió DC. Es decir, recupera el concepto la Liga, pero mostrando una de las encarnaciones previas a la presentada en el primer volumen, empleando personajes que se supone que reconocerán aquellos que leyeran esos cómics británicos en su infancia. Y es que este volumen también encierra un mensaje antiamericano, hacia el mercado de este país, se entiende, intentando revalorizar el trabajo que se hacía en el Reino Unido con los superhéroes. En opinión de Moore, de igual o mayor calidad que el de los Estados Unidos, o al menos con el mismo valor histórico.
Curiosamente, además se me ha hecho muy incómodo de leer. A pesar de haber estado leyendo toda la tarde, algunos tomos más voluminosos que este, no sabía muy bien cómo cogerlo y se me ha escurrido de las manos en alguna que otra ocasión. Además, con este tomo no se incluyen gafas 3D, como sí ocurría con el Dossier Negro. Afortunadamente, tenía unas por aquí, pero no acaban de servir del todo, porque las líneas son rojas y verdes, a lo Spider Jerusalem, no las típicas azules.
Lo del 3D es un auténtico coñazo y sigo pensando que es la peor idea que se puede llevar a cabo en un cómic. Yo también he empleado unas gafas de otro de los cómics que se han publicado en esa moda, y a mí ese sistema de lectura me da dolor de cabeza. Reconozco que hay algunas viñetas que quedan chulas y el 3D las realza de algún modo, pero eso de alternar páginas, incluso viñetas, con 3D y sin él ha sido un caos para la experiencia lectora. Lo de los cambios de formato, con páginas apaisadas simulando las tiras diarias de prensa, no me parece tan mal, entendiendo el homenaje que se quiere hacer a esas revistas de los años cincuenta. Yo no diría que es un tomo incómodo de leer, pero sí que tiene su engorro. Creo que Moore ha seguido un poco el experimento de Dosier Negro, pero un poco más liviano.
Con respecto a los guiños, he visto por ahí Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Hay muchísimos guiños, es imposible enumerarlos todos. A los que indicas añadiría a Lara Croft, por ejemplo, o una imagen que engloba las diferentes encarnaciones de Drácula desde el de Murnau, pasando por el de la familia Monster televisiva o el vampiro de la serie The Strain, basado en las novelas de Guillermo del Toro. En la boda se concentran muchos personajes que mencionas, además de Vampirella y uno que yo asocio con el Profesor X. Y tampoco hay que obviar todo lo relacionado con James Bond a lo largo de todo este volumen, claro.
En definitiva, muy prescindible y olvidable.
A mí me ha gustado. Es una lectura densa y exigente, muy en la línea de los últimos trabajos de Moore. No obstante, creo que es muy interesante ver como ha construido esta elaborada trama de un grupo que parte como miembros del gobierno para acabar siendo perseguidos. La figura de Mina es la que cohesiona todo y la que sirve de motor para una historia que se desarrolla durante más de 100 años. Moore vuelve a demostrar su cariño por los superhéroes aquí, así como su descontento por el maltrato de la industria actual al género, principalmente porque eso se reduce también en un maltrato hacia el lector, que es tratado como un estúpido. Mención especial merecen las secciones de correo inventadas a lo largo de cada número, donde deja una crítica sobre distintos aspectos del medio, incluidos los aficionados, en clave de humor, con mucha ironía y bastante divertidas e ingeniosas, tanto las preguntas como las respuestas. Yo creo que se disfruta bastante del viaje. De hecho, creo que ahora con toda la obra publicada si se tiene tiempo de una relectura sosegada quizá se pille todo mucho mejor, que con el espacio transcurrido entre cada volumen. Hay que tener en cuenta que es una historia que se ha contado a lo largo de 20 años, que se dice pronto. Para mí se ha posicionado entre una de mis obras favoritas de Moore, aunque soy consciente que no he pillado muchas de sus referencias, pero ello no me ha impedido disfrutar de la lectura.