Esta mañana he ido a comprar el tercer tomo de Miracleman.
No he podido. En serio, no he podido.
Lo he visto, y teniéndolo en la mano, viendo que dos terceras partes del tomo son malditos "extras", me he sentido ridículo, timado y vejado. Y lo he dejado donde estaba. No lo voy a comprar, al menos de primera mano.
Si lo encuentro más barato o de oferta especial, como a mitad de precio, veremos. Pero así, no, lo siento, mi cuerpo ha dicho basta.
Y mira que me jode, porque he esperado muchísimo tiempo para tener este material, pero es que ésto no puede ser. Va en contra de mi dignidad como aficionado y como comprador.
Ya sé que la culpa no es de Panini, porque parece que la licencia de publicación es muy específica con cómo debe ser la edición. Pero para mí, comprador, me la trae al pairo. Sigue siendo un timo.
Nunca más volveré a pasar por el aro de nada.