Si a Morrison le da por sacar un personaje olvidado como el Superman Conejo, es un puto genio.
Si Gruenwald se acuerda del Correcaminos, o mete a Buried Alien en su serie, es un puto friki.
Sin entrar a ver quién de los dos escribe mejor (es obvio quién), ideas locas en uno se alaban y en otro se menosprecian. Por el hecho de ser quien son.
Creo que Mipey no se ha terminado de expresar bien.
No se trata de que Morrison sea, honestamente, un escritor mucho mejor que Gruenwald y que el 80% de tíos que han puesto alguna vez el pie en Marvel (y mira que no siempre he sido tan fan del calvo, pero es que es lo que es... no se trata de si me gusta o no).
Se trata de CON QUÉ intención usa Morrison esas idas de olla y frikadas.
No es solo la prosa o los diálogos, que la calidad de la narración sea mejor, es que las estructuras formales y la coherencia argumental, la mayoría de veces al menos con dos o tres capas de lectura mínimo, alcanza un nivel de complejidad y apunta a unas ideas que rara vez ambiciona otro guionista del cómic (que no sean los consabidos, barbas, greñas y tal).
Creo honestamente que no hay apenas relación entre ambos autores y que la comparación es desafortunada.
Me parece mejor ejemplo de este ejemplo el que he puesto con Tarantino.
Porque a veces una hostia, unas vísceras o un balazo, son más que una hostia, una víscera y un balazo, aunque directores que sacan hostias, vísceras y balazos en el cine los haya a cientos. Para mí, nigga, esos dos autores no se dedican a lo mismo.
Prefiero a Mark Gruenwald. Si, eso es lo que acabo de poner.
Luego tenemos al Sr. Morrison, que si, es un genio y todo eso. Pero siempre me aburre soberanamente todo lo que he leido de él. Sus historias son un caos sin sentido y llenas muchas veces de frikadas que, como bien se ha dicho, puestas por otro plumifero provocaria risas. Pero como es el gran calvo se le permite y jalea.
Lo demas, perdida de tiempo para un servidor.
Me atrevo a apuntar a que puede que sea porque usted es un lector de supers de hace 30 o 40 años, que se siente más cómodo con los Roy Thomas, Kurt Busiek o Gruenwald, que abrazan una continuidad impoluta e imitan el concepto de héroe de la golden age, donde está mucho más claro quienes son los buenos, quienes son los malos, y se enseñan valores y se da esperanza al lector.
Cómics sin esas idas de olla, locura, LSD y lenguaje violento e iconoclasta.
¿Es posible que sea eso?
En cualquier caso; no todos los autores u obras son para todo el mundo.
La naranja mecánica es una de mis pelis favoritas, y entiendo que haya quien prefiera sonrisas y lágrimas.