Esta semana me he leído
Sargento Furia: ¡Siete contra los nazis!.
Sinceramente, poco puedo añadir al estupendo
artículo que escribiera
Chen para la web Excelsior, el cual sintetiza muy bien el caracter minoritario de esta serie y que nos podemos encontrar en ella si suscita un mínimo de interés en un lector que no la conozca.
Si yo tuviera que definirla de alguna forma creo que lo haría diciendo que es principalmente muy entretenida y dinámica. El equipo formado por Stan Lee y Jack Kirby crean un tebeo de acción bélico con todos los ingredientes del género, notándose bastante que los autores vivieron esa guerra en primera persona, al que imprimen su particular sello. Tenemos personajes perfectamente delimitados por personalidades muy diferentes y, sobre todo, gracias al arte del Rey de los Cómics, mucha acción desenfrenada y un ritmo trepidante que deja sin aliento tanto al lector como a los protagonistas de la serie. Por otro lado, los autores cultivan un tipo de héroe más humano, con el que es fácil sentir una empatía emocional, lo que ayuda a que en momentos determinados de la serie los dramáticos desenlaces impacten al lector. Tipos duros encallecidos en un conflicto bélico, pero que bajo esa carcasa esconden un gran corazón y un heroísmo al que pocos pijameros pueden llegar a alcanzar en toda su trayectoria. En mi opinión, esa es la clave del éxito de este título, su humanidad y su capacidad de mostrar diferentes caras de una guerra que por desgracia fue toda una realidad.
Es curioso, porque a priori lo que puede parecer anodino y repetitivo, ya que no es más que una serie de historias autoconclusivas en la que los protagonistas se embarcan en una misión suicida cuyo resultado final suele ser muy similar, por no decir el mismo. Sin embargo, los chispeantes diálogos de Lee, siempre con un tono sarcástico e irónico, que sirve para enfatizar ese caracter de unos comandos que está hechos de otra pasta, y la forma tan entretenida de acercarnos el género bélico con tramas que nos llevan a temas como el racismo, el drama que vivían muchos países europeos, la pérdida de un compañero en combate, la religión, incluso la mirada a otros aliados de los alemanes como los japoneses sirven para llevar del a mano al lector por un escenario histórico que nos mantiene pegado a la lectura. Además, podemos ver de primera mano los orígenes de la enemistad entre Furia y Strucker o a un Furia sin su parche, algo que al principio resulta un poco extraño pero que rápidamente te acostumbras a ello. Aunque soy consciente que no es un título especialmente atrayente para el público generalista, pero debo de decir que tras leer el tomo, a pesar de que ya había leído muchos de los números incluidos en él, me ha sorprendido gratamente su lectura, porque me parece una muy buen serie clásica a reivindicar, y que podría ser de lo mejorcito de Marvel de los sesenta. Una serie que va la grano desde sus comienzos, que mantiene un nivel bastante lineal y lo que es más importante, supone una lectura tremendamente entretenida dentro de los parámetros que ofrece un tebeo clásico de los sesenta. No es un paradigma de reflexión, no es una obra maestra, pero tampoco creo que lo pretenda y tampoco tiene porque serlo, pero sí es un tebeo honrado con el lector que ofrece mucho entretenimiento y que es perfecto para ver el género bélico al estilo Marvel. No creo que se pueda pedir más.
Por último, me gustaría destacar el trabajo de Dick Ayers, que si bien es cierto que está un peldaño por debajo de Kirby, lo hace francamente bien. Quizá estemos más acostumbrados a su labor de entintador o en su época de menor esplendor, pero Ayers demuestra en esta serie que es un gran dibujante, capaz reflejar cierto toque de realismo en un título de estas características y puliendo con el paso de los números su representación de los rostros. Tenía cierto temor a que la marcha de Kirby se notara en exceso, pero sin embargo no ha sido así, manteniendo un nivel artístico bastante bueno. En definitiva, un tomo muy recomendable, que quizá suponga una agradable sorpresa para muchos si son capaces de dejar a un lado la reticencia inicial y le dan una oportunidad. Con paso firme dejemos el paso libre a Furia y sus Aulladores. WAH - HOOO!