Día 1: Superman Renacimiento.Autores principales: Tomasi & Gleason
Nota: 6,5Esta colección cubre una grave ausencia, más o menos sostenida en el tiempo desde mediados de 2013, cuando tuvo lugar la salida de Grant Morrison de
Action Comics. DC no consiguió algo tan simple, en teoría, como mantener en el mercado una serie medianamente interesante de Superman. Durante
New 52, el Primer Superhéroe fue seguramente el más perjudicado de entre los grandes héroes de la editorial. La temprana marcha de Morrison fue sucedida por un constante baile de autores y la inmediata pérdida de interés de sus colecciones. Ni siquiera el levísimo repunte de la etapa Johns/Romita Jr. puso fin a esta sangría.
Alejado de los focos, Dan Jurgens recuperó durante dos números ubicados en el evento
Convergencia al Superman auténtico. El verdadero Superman, el de toda la vida (bueno, desde 1986, claro). De ahí se pasó a
DC You, donde (junto a otras series como Omega Men o Grayson) se continuó su historia en la miniserie Lois y Clark: La Llegada.
De ahí (bueno algún peaje habría en Los Últimos Días de Superman, pero no lo leí) pasamos a la presente serie. Aquí había dos objetivos, creo yo: (1) recuperar a un Superman reconocible, al pre-New 52, que todos los
fans conocen y quieren y (2) mantener en el mercado una serie del personaje de cierta calidad. El emblema de la compañía no podía seguir perdido entre
reboots sin sentido aparente, aventuras intrascendente, caracterizaciones rarísimas y series vulgares.
Además de cumplir con los objetivos anteriores de largo, esta Superman se fundamenta en la vida familiar del héroe, concretamente en su relación con Lois y, sobretodo, con su hijo Jon. Esta es la novedad principal del conjunto. Tomasi/Gleason recuperan cierto espíritu de autodescubrimiento y bucolismo (Smallville en Clark, Hamilton en Jon), al que dotan de una nueva estación en el viaje del héroe (la paternidad). En lugar de seguir la moda imperante de rejuvenecer al protagonista y borrar su evolución, aquí este nuevo paso es el interés principal de la serie. Es por lo tanto, una serie autoconscientemente humilde, alejada de fuegos de artificio, donde los personajes aprenden a través de sus aventuras, teñida de un halo de melancolía y de un cierto optimismo como forma de enfrentar los problemas, no porque estos no existan o sean nimios.
Cuidados dibujos de Gleason y portadas, también de Jorge Jiménez, para una serie que pretende y consigue presentar a un Superman icónico, si bien con una vida familiar novedosa. Empezó de forma muy contundente y fue bajando hasta mantenerse en una buena serie mensual, personalmente de las que compró con cierta ilusión cada mes, aunque es cierto que le falta algún arco argumental contundente para destacar, aunque quizás por el propio talante de la serie, más brillante en distancias cortas, ni siquiera los autores estén buscando eso.
El planteamiento, las caracterizaciones y los autores son buenos y fácilmente logran una buena serie que ilusiona seguir mes a mes. El reto, en mi opinión, es mantener todos los elementos que funcionan y tejer un arco argumental más ambicioso de lo que vienen ofreciendo. O eso, o tirar directamente a relatos breves, como el de La Feria, que tan bien saben hacer, pero ya sin medias tintas.