A mí una secuela de Blade Runner, o expandir su universo más allá de la novela y la peli del 82, me parece a priori algo totalmente absurdo, innecesario, antiartístico y exclusivamente comercial. Porque doy por hecho que los aspectos no adaptados de la novela no van a recuperarse (muchos de ellos, loquísimos), si no que todo estará basado en la peli del 82 (terreno ya cómodo y conocido, o de primera mano o a partir de su fagocitación posterior).
Dicho esto, como comenta Mc Carnigan, la verdad es que sí voy a ver la secuela y mis expectativas no son malas, debido al director Vileneuve, que ha realizado una de las mejores pelis de sci-fi, o la mejor, de los últimos quince años. Es decir, no estoy esperando una maravilla como la primera parte, ni tampoco una porquería. Si es una peli digna a la que le puedo poner un 6, para mí ya cumple. Porque doy por hecho que digna de la primera parte no va a ser en la vida (ojalá me equivoque).
Dicho todo esto, en 1997 Westwood Studios (los de Command and Conquer) sacaron un videojuego de Blade Runner, que buceaba en su universo (no llevabas ni te cruzabas con Deckard, Roy, Pris, etc...) y también en el del autor (con referencias a otras de sus obras). Y, la verdad, es que fue un videojuego y una ampliación del universo en otro medio, absolutamente exquisito y si alguna vez existiese un cánon cinematográfico en plan franquicia rancia y tal y cual, yo esto lo metería con letras de oro.
Resumiendo: ¿Franquiciación del producto? Pues a priori, no, pero prefiero juzgar cada producto por sí mismo y no descarto interés y/o diversión.