Que me quedaban dos por ahí con el despiste:
Gattaca. Me gustó bastante la idea de partida y no tanto la forma de desarrollarla. Influyó también, sin duda, la poca química existente entre los actores protagonistas. No sé si por esas fechas ya eran marido y mujer pero, vamos, ni por esas, a cual más soso de los dos, y ya para formar el trío se une el patoso de Jude Law, que no ha hecho una puñetera película buena en toda su carrera. Hace pocos días tuve ocasión de ver
"Código 46", que de alguna manera toca el mismo tema (o parecido), y me satisfizo más el filme de Winterbottom que la propuesta de Niccol, sin ser ninguna de las dos excelentes ni de lejos. Pero no voy a extenderme más porque creo que no sería nada justo. Y es que, repito, no puedo con ninguno de esos actores individualmente, así que figuraos viendo a los tres juntos.
Puntuación: 6Enemigo mío. Al igual que con el paralelismo que he citado arriba, hace unas semanas pude ver en televisión "
Infierno en el pacífico", primera versión de esta historia de hostilidades entre dos individuos que han de sobrevivir no sólo al medio que les rodea, sino a ellos mismos. ¡Qué decir! Me pareció magistral el pulso narrativo de Boorman y, sobre todo, esos dos enorme monstruos interpretativos llamados
Lee Marvin y
Toshiro Mifune. Entre los dos sostienen todo el entramado, no hace falta nada más (contra-ejemplo de la sosería de los protagonistas de la anterior peli). Aparte, a mí Mifune es que me tiene engatusado. Lo adoro, he de reconocerlo.
Un actor que, sin saber una palabra de inglés (ni falta que hacía, además incluso es un plus para la película de
Boorman), es capaz de transmitir tanto... No me queda más que
Y está bien haber visto esta peli mucho tiempo despúes de "Enemigo mío", pues en el orden contrario no hubiese sido justo con el filme de Petersen. No obstante, guardo muy buenos recuerdos del mismo. Recuerdo verla cantidad de veces con mi padre cuando era un chavalín (yo creo que la pasaban cada dos por tres por televisión) y me fascinaba todo ese entorno planetario, oscuro y desolado, tanto como la figura extraterrestre encarnada por un estupendo
Louis Gossett Jr (no me molaba tanto
Dennis Quaid, pero más o menos está a la altura). Temo, por tanto, volverla a ver después de tantos años y, sobre todo, después del reciente visionado de "Infierno en el Pacífico". Quizás, después de todo, y aunque cuenten "la misma historia", sigan siendo películas absolutamente separadas (cronológica, estética e intencionalmente), pero al deber sostenerse ambas en el peso interpretativo, creo que el filme de Petersen lleva las de perder ante los dos colosos dirigidos por Boorman.
Puntuación: 7