Shang-Chi: Marvel Limited Edition 4: Guerreros del Amanecer Dorado (1978-1980)
Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-shang-chi-marvel-limited-edition-4-guerreros-del-amanecer-dorado-1978-1980/La etapa correspondiente a la serie del maestro del Kung Fu que recogía el anterior tomo, la dibujada por Jim Craig, no creo que sea lo que se dice mala, pero su gran problema es que queda situada entre dos etapas mucho mayores en calidad y reconocimiento, las dibujadas por Paul Gulacy y Mike Zeck. No es necesario ponerle nombres al apartado escrito, porque en todos los casos es el mismo: Doug Moench.
Precisamente, el tomo que nos ocupa recopila la etapa correspondiente a Mike Zeck, la primera parte de su etapa, en realidad. Un volumen que argumentalmente es un bloque, porque desde el primer al último número incluidos constituyen una misma saga. Particularidad, ésta, que contrasta con lo visto precisamente en el tomo precedente, donde la lectura se veía entorpecida por una desmesurada cantidad de episodios de relleno a causa de los problemas de Jim Craig con las fechas de entrega. Nada que ver con la realidad del volumen que nos ocupa, guionizado y dibujado por entero por Doug Moench y Mike Zeck.
Si bien el presente volumen se mide como una única saga, al ser ésta tan extensa la podríamos dividir en tres bloques.
La primera parte nos revela como el MI-6 se ha convertido en una organización corrupta y criminal. Ya sin Sir Denis Nayland Smith entre sus filas tras haber tenido que huir por patas, el servicio de inteligencia británico es ahora un nido de asesinos despiadados controlado por el agente Ward Sarsfield.
Este primer tramo tiene como principal escenario la isla de temática infantil creada por Mordillo en la etapa Gulacy y como protagonistas a Shang-Chi, Leiko Wu y Black Jack Tarr. Con la isla, como no, regresa el robot estrella del fallecido Mordillo, Brynocki, además de otro emblemático supervillano de los tiempos de Paul Gulacy, Onda de Choque.
Quizás ésta sea la parte que ofrece más dudas de todo el volumen. El arco se desarrolla en diferentes frentes, partiendo del espionaje y el noir característicos de la mítica etapa de Moench-Gulacy, derivando hacia el género de aventuras con elementos de fábula. Pero creo que hay algo de impostado en el desarrollo de la trama que la hace menos interesante. Tal vez sea el giro dado a Onda de Choque, quizás un poco confuso. O mejor, su lacrimógena historia, que creo que peca de excesiva.
Con todo, este acto no deja de ser satisfactorio, en especial gracias al trabajo de un Mike Zeck que ha dado un paso de gigante respecto a lo visto en el anterior recopilatorio. También hay que tener en cuenta que el trabajo del nuevo entintador, Bruce D. Patterson, es considerablemente mejor que el de sus precedentes.
El segundo bloque de la saga traslada el escenario a Escocia, lugar donde Nayland Smith, Clive Reston y Melissa Greville se han desplazado en busca de respuestas con relación a la traición del MI-6. Este momento coincide con un importante cambio en el equipo de autores al hacer entrada el joven dibujante Gene Day en el puesto fijo de entintador. Es precisamente con el embellecido de Day cuando dibujo de Mike Zeck alcanza su más alta cota de excelencia.
Este acto nos trae a un nuevo villano, Zarán, además del regreso de la hermana de Shang-Chi, Fah Lo Suee, aunque el nombre alrededor del cual se construye la trama no es otro que el de Fu Manchú. Pero lo más interesante, y que hace diferente a esta trama, está en que la figura de Fu Manchú se nos sugiere durante muchos números como una presunción, no como una realidad confirmada. Si Fu Manchú ha regresado de sus cenizas o no es el misterio bajo el que trabaja el grupo protagonista y el principal elemento de intriga para el lector.
Seguramente estamos ante el tramo más complejo de la saga. Un relato de misterio, espionaje y acción, pero también una locura de giros argumentales, argucias y acertijos que hay que resolver, a menudo optando por la narración simultánea de dos escenas en paralelo.
Otro de los factores más intrincados de esta mitad de saga es el introspectivo. Moench nos presenta al Shang-Chi más mentalmente complejo hasta la fecha. En un laberíntico viaje a su interior, Chi se cuestiona a sí mismo y se ve superado por sus miedos. Siendo un hombre de profundas convicciones pacifistas y que acaba de descubrir el amor, Chi vive atormentado por una vida de violencia de la que no puede huir.
La aparición de lo que se entiende como una fuerte gripe, sumada a la fatiga, lleva las cosas aún más allá, y sume al chino en un extraño episodio de delirios provocados por la enfermedad.
Finalmente, el colofón de la saga consiste en un acto dividido en siete capítulos bajo el título "Guerreros del Amanecer Dorado", un extenso episodio que gira alrededor de Fu Manchú tras su esperado regreso. Un Fu Manchú renacido como un Dios a ojos de la supersticiosa tribu que le ampara. Una tribu de nativos de los Andes a los que el villano fácilmente convierte en sus servidores.
Creo que la intención de repetir la jugada de la saga maestra, también dividida en siete capítulos, que cerraba la etapa Gulacy es evidente. Sin embargo, creo que aquí la división por capítulos es más romántica que real y la historia es menos compleja de lo que aparenta. Aunque haya incursiones en el género de aventuras y en el misticismo, esencialmente estamos ante un thriller de crimen y acción que seguramente guarda el espíritu pulp de las novelas originales de Sax Rohmer y hasta, me atrevería a decir, de aquellas películas de los sesenta protagonizadas por Christopher Lee.
El nuevo plan de conquista de Fu Manchú consiste en la captura de personas influyentes de todo el mundo (Sir Denis Nayland Smith entre ellos) a los que poder controlar mediante implantes cerebrales y, de esta forma, sumir al mundo civilizado en el caos. El siniestro personaje cuenta con la ayuda de un ejército, la Orden del Amanecer Dorado, integrado por sus numerosas cuadrillas de servidores asesinos. Entre ellos, los ya conocidos Si-Fan y Fansigars, o sus nuevos amigos indios, reconvertidos en la Secta de los Leopardos.
Karamenah, escultural esposa del Doctor Petrie, es la nueva incorporación, en cuanto a personajes de apoyo, que nos deja este ciclo argumental.
En definitiva, un relato emocionante y espectacular a partes iguales. También gracias al trabajo de Mike Zeck y también a la fuerza de los acabados de Gene Day. Un despliegue gráfico de altura, no tan creativo como el de Paul Gulacy en términos de composición de página, pero narrativamente portentoso.
El tomo cierra con un número de la serie What if? protagonizado por el Maestro del Kung Fu: "¿Y si Shang-Chi hubiera permanecido leal a Fu Manchú?". Una historia desarrollada en una realidad alternativa, por supuesto.
Conclusión.Un volumen que se sitúa por debajo de aquel memorable segundo recopilatorio de la colección clásica de Shang-Chi, pero no demasiado lejos.
En cualquier caso, otro tomo altamente recomendable de la gloriosa Marvel de los setenta y un disfrute garantizado.