He leído
El Asombroso Spiderman Nº 155/7.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
La etapa de Spencer, en mi humilde opinión, sigue avanzando de forma tibia. Tal y como yo pensaba, cualquier intento de un guionista de hacer una gran saga, aunque solo sea circunscrita a los títulos del Trepamuros acaba resultando un descenso acuciante dentro de la etapa. Lo mal de todo esto es que el periplo de Spencer en esta colección no ha terminado de despegar, cuando tenemos una arco argumental que lo hace caer en picado. Reconozco que tiene aspectos interesantes, y se le puede ver esos destellos del guionista que encaja tan bien con la filosofía y la esencia histórica del cabecera, que no es otro que el tratamiento de los personajes. En esos especiales bajo el acrónimo "HU", podemos ver como el guionista nos acerca al Lagarto y nos muestra esa dualidad entre dramatismo y superación humana que define a Curt Connors, al igual que hemos visto un episodio dedicado a Felicia en el número anterior. No obstante, no es suficiente, ya que la trama se atraganta a medida que pasan las páginas y los dibujantes tampoco ayudan mucho a digerirla.
Argumentalmente hablando, debo admitir que como concepto propio de un blockbuster no está mal. De hecho, puede dar mucho juego, teniendo en cuenta que se van generando situaciones en las que los villanos son ahora el "inocente" al que hay que salvar, aunque la mayoría son asesinos o enemigos de Spiderman desde tiempos inmemorables. Además tenemos a los cazadores, que poco a poco se darán cuenta que lo que les vendió Kraven es ligeramente diferente, pero una vez empezada la cacería, ya no se puede salir de ella. Por lo tanto, la saga presenta ciertos aspectos en los que cuesta dilucidar quién es el villano de la historia y quién el héroe, salvo en la figura de Kraven y Arcade. Sin embrago, lejos de explorara esos aspectos con gran potencial, Spencer acaba diluyendo un poco la trama en un absurdo corre que te pillo, que cambia de protagonistas según el momento. Además, en una línea argumental como esta, se espera cierto grado de épica, la cual está desaparecida y no parece que se le espere en ningún momento. Como suele ser habitual, el principal fallo de Spencer es tener una buena idea, pero no desarrollarla adecuadamente, o no profundizar en los aspectos interesantes que ofrece el planteamiento, algo que viene siendo demasiado habitual desde la irrupción de Bendis en el Universo Marvel y su desarrollo a golpe de evento de la última década.
Si bien es cierto que la saga de Spencer está siendo bastante discreta, siendo amables, quizá con otros dibujantes el panorama cambaría un poco, sino bastante. Humberto Ramos viene siendo una constante en la vida de Spiderman desde los tiempos de Slott, y después de tantos años sigue siendo un dibujante pésimo, transmitiendo el horror en cada una de sus viñetas. Con este artista tan aséptico en cuanto a emociones, cuesta mucho sentir nada. Y es es otro de los problemas de este tebeo. Lo estás leyendo y emociones cero. Te empieza a dar igual si el lagarto salva a su hijo, si la Gata Negra se pone heroica o si Spiderman da un discurso que debería poner los vellos de punta. Todo te da exactamente igual, porque la historia no solo es floja, sino que no transmite nada al lector. Obviamente, el dibujo de Ramos transmite mucho menos, aunque algo de desidia si que sale a flor de piel, además del cansancio de ver como la editorial maltrata al que debería ser uno de sus buques insignias con uno de los dibujantes más malos de la industria del cómic. Ya podía ser como en los noventa, dárselas de artista
hot y marcharse para montar su propia editorial. Eso sí que sería un buen guiño al pasado y no lo que pretenden hacer con esta saga, en una especie de secuela de "La última cacería de Kraven".
Desgraciadamente, en la ausencia de Ramos tenemos a Bachalo, un artista que en la serie del hechicero supremo ha hecho un buen trabajo, pero que aquí no pega ni con cola. Ni él ni su legión de entintadores son capaces de cambiar el registro, ofreciendo un clon de su trabajo allá a donde van. A mí nunca me ha gustado Bachalo, aunque lo aguanto en según qué series, pero aquí me parece que está totalmente fuera de lugar. En definitiva, un cúmulo de sensaciones negativas que puestas en una balanza no dejan muy bien parado a Spencer y lo que lleva de etapa, que después de 20 números seguimos esperando algo que parece que no va a llegar. Es una lástima, porque tengo la sensación de que se ha perdido la oportunidad de hacer algo interesante con Spiderman, pero parece que no ha habido suerte. Quizá se haya cruzado en su camino un gato negro... ¿O ha sido una gata?