Millar es especialista en hacer sus propias versiones de los personajes llevadas al extremo, lo cual a veces le funciona bien y otras no tanto (la cosa entra mejor cuando son versiones de universos alternativos).
Es un guionista que funciona a golpe de efecto, no inventa la rueda si no que coge lo ya hecho y lo exagera, juega un poco con el morbo de ver a los personajes de toda la vida de aquella manera, y a veces también mete un poco de profundidad, aunque como digo al funcionar más a golpe de efecto que otra cosa al final le queda todo un poco diluido, aunque pueda ser efectivo (vamos, que no es lo mismo Civil War que DKR, para que se me entienda).
Pero bueno, si sabes a lo que vas y entras en el juego, se puede disfrutar bastante.