Namor: Marvel Limited Edition tomo 2: ¡Un Mundo contra mí! (1968-1970) En el final del primer tomo marcaba el definitivo paso adelante de la colección de Namor, que saltaba del serial compartido en Tales to Astonish a la cabecera bajo su nombre. Además del debut de John Buscema como dibujante estable, haciendo así pareja con Roy Thomas, que ya llevaba varios números a los guiones.
La primera mitad del tomo descansa sobre la búsqueda y deseo de venganza de Namor con el villano Destino, que protagonizaba el último arco del primer tomo. O mejor dicho, es el casco de poder del oponente el centro de atención durante largos números, un casco que esconde uno de los objetos con mayor rendimiento en la historia del Universo Marvel.
Sobre ese fondo, las habituales andanzas de nuestro héroe se van sucediendo.
En primer lugar, un enfrentamiento con el Hombre Planta en que lo más destacado es la amistad que surge entre Namor y el Inhumano Tritón. Y, por supuesto, el espectacular dibujo de John Buscema, que se adueña de la primera parte del tomo. Afortunadamente, los entintadores que le acompañan, Frank Giacoia y Dan Adkins, hacen bien su trabajo.
Más espectacular es el número en que Namor se enfrenta a Attuma y el siguiente arco, donde se nos presenta a tres de los personajes más importantes de buena parte de la colección, el Dr. Dorcas, su creación el Tiburón Tigre y la hermana de éste Diane Arliss, que pasa a ser un personaje secundario fijo. Un muy buen arco que marca el regreso de Namor al trono de Atlantis.
Desde luego el trabajo artístico es aquí el más destacado de los dos brazos que configuran un tebeo, pero el trabajo escrito no es nada malo. Los guiones no tienen nada de complejo, pero cumplen bien como medio para el entretenimiento y creo que a Thomas se le dan bien los diálogos de corte de tragedia teatral shakesperiana.
El esperado regreso de Destino acaece al fin, en una trama en que el villano somete a los ciudadanos mediante el poder de su ancestral casco, bajo la figura de político populista.
Destino tiene un precipitado final pero el casco, lo que realmente nos interesa, sigue su curso. El codiciado objeto sirve de excusa para una nueva pelea entre Namor y La Cosa, en un número que acaba siendo un bonito homenaje a Betty Dean, un antiguo amor del atlante de la primigenia etapa de los 40.
La etapa Marie Severin.En este momento entra Marie Severin sustituyendo a Buscema a los lápices, y como dibujante fija. Buen trabajo el de la artista, aunque incomparable al del gran John.
Severin no puede iniciar su andadura con un arco más trascendental, la primera línea argumental centrada en la Corona Serpiente. La corona, que se escondía precisamente en el interior del casco de poder, a partir de este momento pasa a ser uno de los principales objetos maliciosos, que dará lugar a innumerables sagas del UM.
Así, en ausencia de Namor, la Corona Serpiente se apodera de la voluntad de Dorma y el resto de atlantes en una historia en que la colección entra en terrenos místicos.
Siguiendo el hilo nos es presentado un nuevo reino submarino, Lemuria. Los lemurianos son una rama de los atlantes que se instaló en el pacífico. El tirano Naga, que debe su poder a la Corona, es el principal oponente de la actual trama, en que Gene Colan regresa temporalmente para dos números. Si bien el Capitán Barracuda, una especie de pirata submarino, se interpone fugazmente entre Namor y su objetivo.
Se trata de un arco de acción y aventura, entretenido, con ideas que van a perdurar, pero argumentalmente no es la gran cosa.
Peor son las dos flojas historias que siguen. La primera con protagonismo supuestamente de la Antorcha Original, que en realidad acaba siendo su compañero Toro. Y la segunda en que Namor se enfrenta al Hombre Dragón.
Afortunadamente a partir de este momento llega lo mejor del tomo, desde mi punto de vista. Una serie de tramas que se mueven en la aventura y lo fantástico, para, a continuación, profundizar algo más en la relación entre Namor y los hombres de la superficie.
Entramos en la aventura fantástica en una historia ambientada en los Sargazos. Un encantador relato sobre barcos fantasma y antiguas leyendas. De nuevo Tiburón Tigre es el oponente y, sobretodo, regresa un personaje ya presentado en la etapa de Tales to Astonish y al que pronto se premiará con un un mayor protagonismo, el Dr. Walter Newell.
Igualmente atractivo es el siguiente arco, en que entramos en un terreno hasta ahora ajeno a la serie, la ciencia ficción. Unos extraterrestres pretenden llevarse el agua de la tierra, fechoría que evita Namor con la ayuda de Tritón. Pero el atlante termina con las branquias cerradas por obra de los extraterrestres, y obligado a permanecer en tierra firme, junto a los desconfiados humanos.
Es entonces cuando Namor prueba la peor medicina del ciego recelo de los hombres de la superficie, que le responsabilizan de los embudos espaciales que pretendían succionar los mares. Argumento de nulo razonamiento, por razones obvias.
A destacar la primera aparición del Dr. Newell en su nueva identidad, Manta Raya. Un nuevo superhéroe que se ve obligado a capturar a Namor hasta darse cuenta de que lo hace empujado por el odio irracional del gobierno de su nación. Finalmente aparece como uno de los pocos hombres que comprenden al atlante, junto a Tritón y Diane Arliss.
En un puntual regreso de John Buscema a los lápices, el Dr. Muerte aprovecha el cerco del frente militar a Namor para coaccionarlo a favor de una alianza, sin éxito alguno.
Para explotar finalmente la tensión con el despliegue del ejército para capturar a un Namor que no quiere oir ni hablar de guerra. Y, por si fuera poco, los propios atlantes deciden salir a la superficie con toda su armada de navíos de guerra dispuesta a desplegar todo su potencial. La monumental batalla se incrementa cuando gigantescas criaturas marinas se suman a la fiesta, a las que sólo Namor puede hacer frente.
Aquí tenemos uno de esos momentos ciertamente risibles. Lord Seth, guerrero leal a Namor y por lo visto hombre impulsivo donde los haya, se había autoexiliado números atrás, pensando que, por su culpa, Namor había muerto. En este arco regresa a Atlantis por sorpresa, dándose cuenta de su error. Pero, en plena batalla, vuelve a cometer el mismo error, al pensar precipitadamente que Lady Dorma muere en combate. Irónicamente acaba pereciendo él mismo al final de la batalla.
Tras recuperar Namor sus branquias tras ser operado en Atlantis, vuelve el tono clásico de la colección en el siguiente arco. Una trama en la que se unen un trio de oponentes con el fin de conquistar Atlantis. Krang, el Dr. Dorcas y Orka, una nueva creación del malvado Dr. Además de la decisiva intervención del Tiburón Tigre en la segunda parte del arco.
Argumentalmente muy simple pero pura acción y entretenimiento. Severin hace su último trabajo en la serie en el primer número, mientras que en el segundo John Buscema lo borda de nuevo, justo antes de pasar el testigo a su hermano Sal, que se encarga del último número del tomo y pasa a ser el dibujante estable.
Un último número muy interesante, en el que entramos al fin de lleno en el terreno del ecologismo. Namor decide desplazarse hasta la Naciones Unidas para reclamar el fin de la circulación de navíos por el Atlántico y acabar con los atentados contaminantes que perpetran. Una vez más, tan sólo encuentra cólera y un trato como a su persona como amenaza por parte de los dirigentes mundiales.
Pero no sólo eso. Por desgracia, el príncipe comprueba con preocupación como sus propios compatriotas atlantes no son mucho mejores, cuando advierte el rencor y odio de éstos hacia los humanos. Definitivamente estamos ante la versión de Namor más pacifista y sensata hasta el momento.
Que nadie se espere encontrar profundidad argumental en este tomo. Esto es puro entretenimiento, acción y aventura. Y, pese a lo irregular de los guiones, tenemos arcos bastante buenos, momentos relevantes en la historia de Marvel y un buen rato de lectura, lo suficiente para, personalmente, recomendar este tomo.
A nivel gráfico ya sólo los números de John Buscema valen su peso en oro, pero en general el nivel es alto.