He leído Batman Nº 100/45.
Desde luego, no sé puede negar que hemos llegado a un número histórico en la edición española, algo que no sé yo si ha sucedido antes con otra editorial, pero que es digno de mención. Aunque realmente tenemos una doble numeración, y el 100 ha quedado relegado al código de barras, en lugar de lucir en el lugar correspondiente de la portada. Para esta celebración, ECC ha publicado este cómic en dos ediciones. Yo me he quedado con la normal, al igual que hice en la boda, y como suelo hacer en la mayoría de colecciones que sigo, siempre que me es posible. Ya las grapas son suficientemente caras como para andarse con pijadas innecesarias. Por cierto, doy por hecho que después de varios mese lo que voy a comentar ya es sabido por todos, pero si por si acaso alguien lee esto y no está al día de la serie, que por favor deje de leer el mensaje.
Más allá de la efeméride, la cual merecía una pequeña mención especial, el cómic incluye dos tebeos relacionados en cierta forma con Alfred Pennyworth, en lo que ha pretendido ser un homenaje a este personaje. Empezamos con el cuarto anual de la cabecera Batman, en el que tenemos el que se convierte en el último guion de Tom King en la colección española. Bajo el título “Cotidianidad”, el escritor nos deja una muestra del heroísmo del murciélago cada día de la semana y de prácticamente un mes. Lo más destacable de todo esto es ver la versatilidad que ofrece Batman como personaje, capaz de afrontar todo tipo de amenazas. Aquí podemos ver como nuestro protagonista es capaz de encajar en aventuras con monstruos antediluvianos, extraterrestres, ladrones o investigaciones puramente criminales con rasgos similares al cluedo. Sin duda, se pone de manifiesto una vez más uno de los aspectos más interesantes de Batman, y que no hay tantos personajes que lo compartan. La historia está narrada por Alfred como si de un diario se tratara.
En mi apreciación personal, me ha parecido una historia entretenida e interesante hasta cierto punto, momento en el que se ha vuelto repetitiva y no aportaba gran cosa. Como siempre, King escribe muy buenos textos de apoyo, pero es incapaz de levarnos a ningún sitio con ellos. Sinceramente, para contar esto no hacían falta tantas páginas. Me ha recordado mucho a una historia de la etapa de Jason Aaron al frente del título de Lobezno, donde quería exponer lo atareado que se encontraba el mutante durante una semana cualquiera, un poco en alusión a la sobreexplotación a la que lo sometía Marvel, incluyéndolo en muchas series a la vez. Aaron, que no tiene el talento de la prosa de King, consiguió ofrecer una historia interesante, amena y con bastante ritmo, cumpliendo en cierta forma el mismo objetivo que la de King aquí, pero con un resultado mucho mejor. Como también viene siendo habitual en los trabajos de King en Batman, vuelve a destacar la parte artística, en manos de Jorge Fornés y Mike Norton. Sin duda, una constante en toda esta etapa, mucho más que la cotidianeidad de Batman, diría yo.
Concluimos con el especial estadounidense titulado “Pennyworth R.I.P.”, escrito por James Tynion IV, acompañado de una variedad de dibujantes. Al principio, debo admitir que no terminaba de conectar con la idea, que no era otra que mostrar una reunión de la Batfamilia tras una especie de entierro del mayordomo. No obstante, a medid que cada uno de los personajes va contando su pequeño relato de recuerdo, hay momentos verdaderamente emotivos. Y es que una de las principales características de Tynion como guionista es su capacidad de comprensión de los personajes. Esto es algo que ya demostró durante su estancia en Detective Comics y lo vuelve a hacer aquí con mucho éxito. Estamos ante una historia muy humana, pero también ante el intento de profundizar sobre cómo Bruce y su familia afronta una importante pérdida como esta, y lo que ello implica de cara al futuro. Al fin y al cabo, se ha ido quién verdaderamente los mantenía unidos. El peso y la importancia de Alfred, un personaje que también ha cosechado el cariño de los lectores se convierte en un verdadero hándicap para unión familiar. Además, veremos cómo le afecta todo esto a nivel individual, algo esencial para el desarrollo de los personajes en los próximos meses.
Como decía, al principio, me ha costado un poco introducirme en la idea, pero poco a poco he ido entrando en el juego de Tynion, y la verdad es que me ha parecido un sentido homenaje al que es sin duda uno de los grandes personajes del Universo DC. Por cierto, que según el artículo que aparece al final, King tenía un plan diferente, mostrando la muerte de Alfred en un cliffhanger, que después pensaba deshacer, pero en DC le pidieron que lo mantuviera muerto. Es curioso, porque no se arriesga para lo de la boda, y en esto se tiran a pecho descubierto. En fin, ver para creer. Supongo que tarde o temprano volverá, aunque a ver como lo hacen sin que quede un churro, que no estamos hablando de Lobezno. Por ahora, sin embargo, solo podemos decir que descanse en paz, y brindar a su salud. Hasta siempre, Alfred.