El tebeo que más me ha hecho llorar es Chapuzas de Amor, de Jaime. Esa elipsis final y esas dos últimas viñetas siguen encogiéndome el corazón cada vez que las leo.
Pero claro, Maggie y Ray son personajes que me han acompañado durante más de dos décadas, desde que se publicó en 1997 La Muerte de Speedy en la colección Brut Comix de la Cúpula. Han sido muchos años de releer sus historias mientras esperaba ávidamente nuevo material de Jaime Hernández. No creo que pueda suponer el mismo impacto para un lector que se lea todo el material de Locas de golpe.