Sinopsis: En el Edificio Baxter, mientras la Cosa transporta la nueva estatua realizada por Alicia basada en él, Mr. Fantástico y la Chica Invisible miran con asombro en un periódico las noticias sobre las recientes aventuras de la Patrulla-X. La Antorcha Humana se une a la conversación, recordando que ya ha luchado con codo con uno de sus miembros, el Hombre de Hielo.
Mientras tanto, en una localización desconocida, el Amo de Marionetas llega hasta la base secreta del Pensador, quien le ha citado para ofrecerle formar una alianza y acabar con los 4 Fantásticos. El Amo de Marionetas acepta viendo la confianza y seguridad del Pensador, quien rápidamente le explica que van a hacerse con el control mental del líder de la Patrulla-X y de ese modo manipular al grupo mutante para sus fines. El Amo de Marionetas se pone ipso facto a trabajar con arcilla radiactiva y crea una marioneta con la forma del Profesor-X, cuya voluntad logra doblegar finalmente. En su escuela localizada en Wetchester, Charles Xavier obedece las órdenes del Amo de Marionetas y encomienda a sus pupilos la misión de detener a los 4 Fantásticos, alegando que están dispuesto a dominar el mundo.
Aunque confusos por la situación, la Patrulla-X obdece las órdenes y se dirige al Edificio Baxter, donde se presentan en son de paz pidiendo la ayuda del cuarteto para investigar un supuesto platillo volante. Ante la negativa de Mr. Fantástico al encontrarse muy ocupado trabajando en un reactor, Cíclope le ataca a él y a la Antorcha, iniciando una batalla entre ambos equipos. Comprendiendo que ocurre algo más de lo que parece a simple vista, Mr. Fantástico decide fingir que su grupo se rinde y acepta ir con los mutante donde ellos quieran.
La Patrulla-X regresa a su helicóptero tomando a la Chica Invisible como rehén dentro de un armario para asegurar la colaboración del resto del cuarteto y despegan. Comprobando que Alicia está a salvo al haber sido puesta en un lugar seguro por la propia Patrulla-X, Mr. Fantástico comprende que los adolescentes mutantes no pretendían hacer daño a nadie. Seguidamente Reed, Ben y Johnny montan en su Pogoplano y siguen al helicóptero de la Patrulla hasta una meseta en mitad del desierto.
Tras descender del Pogoplano se inicia una nueva batalla entre ambas agrupaciones, pero repentinamente varias trampas especialmente diseñadas se activan e inmovilizan a los miembros de los 4F. En ese momento el Pensador y el Amo de Marionetas emergen de su base subterránea y se encaran con la Patrulla-X, explicándoles que en todo momento han sido sus peones. Valiéndose de su muñeco del Profesor-X, el Amo de Marionetas ordena al mentor de los mutantes que emplee su poder telepático para dejarles inconscientes. Al tener que dividir su poder en cinco individuos, éste resulta levemente debilitado, circunstancia que aprovecha la Bestia para saltar sobre el Amo de Marionetas con sus últimas fuerzas y romper su muñeco, liberando al Profesor-X del control mental.
La Cosa logra escapar del agujero en el suelo en el que había sido atrapado y libera a sus compañeros, al mismo tiempo que la Patrulla-X recupera sus fuerzas. Debido al fallo de su plan por el factor X, algo imprevisible, el Pensador envía al ataque a su Asombroso Androide, cuya fuerza y capacidad de copiar las características de cualquier individuo ponen en jaque a los héroes. Pero desde Wetchester, un recuperado Profesor-X emplea su poder para noquear al androide presionando sobre el centro de control de sus sistema nervioso.
Aprovechando la batalla ambos villanos escapan en una aeronave, tras lo cual la Patrulla-X pide disculpas a los 4F por lo ocurrido y se marchan en su helicóptero. Los 4F, sintiéndose honrados y orgullosos de haber luchado junto a los mutantes, se preguntan si volverán a encontrarse con ellos.
Edición española: Biblioteca Marvel: Los 4 Fantásticos #2 (Forum), Marvel Gold: Los 4 Fantásticos. La batalla por el Edificio Baxter (Panini).
Datos importantes:-En este número tiene lugar el primer encuentro entre los 4 Fantásticos y la Patrulla-X, aunque la Antorcha Humana y el Hombre de Hielo ya habían cooperado anteriormente.
-Primera alianza entre el Amo de Marionetas y el Pensador Loco.
Reseña:Desde el comienzo de este proyecto hemos ido viviendo la proliferación de múltiples personajes y cabeceras, que al menos momentáneamente parece haber alcanzado un punto y aparte con la creación de Daredevil. Lee, Kirby, Ditko y compañía ya tienen un montón de piezas de un enorme puzzle con las que jugar. ¿Cuál es el siguiente paso lógico? Tratar de darlas a conocer al mayor número de público posible.
Si por algo ha destacado la serie Fantastic Four durante 1964, es por ser un auténtico escaparate. En
abril y
mayo tuvimos al errante Hulk, que propició el primer encontronazo con los Vengadores, y en
junio desfiló el Doctor Extraño, apareciendo fuera de su serial por vez primera.
Esta vez le toca el turno a los adolescentes mutantes más famosos de la editorial. Y, una vez más, el universo Marvel no volverá a ser el mismo.
La historia da inicio con una escena cotidiana. Al menos todo lo cotidiana que puede ser una escena diaria en el Edificio Baxter. La Cosa carga con una pesada escultura de sí mismo realizada por Alicia, mientras Reed y Sue hojean en el periódico un artículo referente a las hazañas recientes de la Patrulla-X. Cabe recordar que en este punto el grupo de mutantes cuenta con cierto reconocimiento por parte del público, quien los considera simplemente misteriosos y todavía no una amenaza.
Como podemos observar en las viñetas, Stan comienza dándonos una de cal y otra de arena en lo que se refiere a referencias a aventuras pasadas. Por un lado tenemos una mención por parte de Johnny a su
encontronazo con el Hombre de Hielo, una entretenida aventura que tuve el placer de reseñar. Pero por otro, se mete la pata hasta el fondo mencionando al Fantasma del Espacio como enemigo de los mutantes, probablemente en una confusión con el Desvanecedor.
Tras un comentario por parte del bocazas de Ben Grimm que nos recuerda que la inocente Alicia es hija del Amo de Marionetas, la acción se traslada a una ubicación desconocida, donde el susodicho villano ha sido citado por otro ilustre miembro de la galería de enemigos del cuarteto: El Pensador. Se nos cuenta por boca del propio Amo de Marionetas que,
tras su última intentona de que la Cosa y la Antorcha se liquidaran el uno al otro, prefirió volver al ostracismo durante un tiempo.
Por su parte, el Pensador, a quien conocimos en
una notable aventura como un villano muy interesante que apuntaba maneras, vuelve a la carga con un nuevo plan y acompañado de su fiel Asombroso Androide. Lamentablemente tenemos aquí el segundo error en tan solo tres páginas, ya que se apunta que el villano robó el androide a Mr. Fantástico, cuando realmente es él su creador basándose en las notas de Richards.
Lo cierto es que para una ocasión tan señalada el movimiento lógico habría sido juntar a un villano de cada grupo, quizá incluso a los mismísimos Doctor Muerte y Magneto. Pero no es así, y los dos (bueno, tres) enemigos elegidos son de la propia serie del cuarteto. Algo muy importante, porque este par (que será conocido en alguna ocasión como "El Dúo Mortal") inicia aquí una alianza que sobrevivirá durante décadas. Tanto uno como el otro tendrán sus diferencias y actuarán en solitario varias veces, pero con el tiempo se han convertido en una pareja tan icónica como la del Mago y el Trampero.
El plan del Pensador, que el Amo de Marionetas acepta encantado, pasa por elaborar una marioneta de arcilla radioactiva del Profesor-X para lograr control mental sobre él y, de rebote, sobre la Patrulla-X. Por supuesto, el Pensador es un tipo preparado y tiene todo a disposición de su nuevo aliado, lo que propicia una auténtica pelea de voluntades que termina con los villanos poniendo a sus órdenes a la mente mutante más poderosa del planeta.
La única cosa que chirría en este punto es el hecho de que ninguno de los dos sabe cómo es el bueno de Xavier físicamente y todo se basa en elucubraciones del Pensador. Pero bueno, yo le otorgo reconocimiento a alguien que está claro que ha hecho los deberes y ha logrado algo tan meritorio como meramente saber que el Profe existe.
En un santiamén los acontecimientos se precipitan, y Xavier convoca mentalmente a sus pupilos para encomendarles su misión más desconcertante hasta ahora: Deben detener a los 4F, quienes según él pretenden dominar el mundo. Poco proclives a dudar de su tutor y figura paternal, el equipo pone en marcha su helicóptero y se disponen a asaltar a los 4F en el propio Edificio Baxter bajo un pretexto amistoso.
Antes de que lo que todos los lectores esperamos ocurra, tenemos una gran viñeta para el recuerdo. Tras encontrarse con los Vengadores, los 4 Fantásticos por fin conocen a la Patrulla-X. Mientras Johnny y Bobby demuestran su complicidad previa charlando, la Cosa alucina con las alas del Ángel y no falta el toque sexista al hacer que el primer diálogo entre Sue y Jean trate de elogiar lo guapa que es la otra. Interesante el detalle de ver a Reed y Scott estrechándose la mano. A estas alturas Cíclope todavía no es el líder de su grupo, pero con ese simple gesto parece que ya apunta maneras en la mente de Stan y Jack.
Es el propio Cíclope quien lanza el cebo que tenían preparado y habla a Richards de una supuesta nave alienígena que quieren investigar con ayuda del cuarteto. Mr. Fantástico, muy ocupado con un reactor que ha desarrollado para el ejército, debe reclinar su oferta. Y es entonces cuando Cíclope comienza el ataque, pensando para sí mismo que ésa era la reacción prevista por... ¡El Pensador! Como no hay dos sin tres, aquí tenemos el error más gordo de todos hasta ahora y completamente injustificable, ya que a estas alturas Scott apenas habría oído hablar del villano. Mejor no nos preguntemos qué desayunó Lee ese día para liarla de esta manera
Sea como sea, empieza la ensalada de tortas. Aunque en número la cosa está desequilibrada, cada miembro de la Patrulla-X parece encontrar rápidamente un oponente a su medida. Así, podemos ver cómo la llama de la Antorcha es ineficaz ante los rayos ópticos de Cíclope.
Resulta una agradable sorpresa que con quien batalle la Chica Maravillosa sea la Cosa. Un duelo terriblemente desigual pero que la pelirroja solventa poniendo al pétreo superhéroe a dar vueltas y vueltas sin parar, destrozando en el proceso la estatua realizada por Alicia.
Me gustaría decir que el hecho de que la Chica Invisible se enfrente a dos enemigos a la vez es también una sorpresa positiva, pero me temo que no es el caso. No hace absolutamente nada más allá de dejarse coger por el Ángel, que tampoco puede hacer mucho más, y un lazo del Hombre de Hielo. Mal.
Eso nos deja a Mr. Fantástico y Bestia, en el duelo más dinámico de todos. Un toma y daca continuo de agilidad y reacciones rápidas genialmente coreografiado por El Rey.
Por momentos la lógica se va imponiendo y van haciendo falta más efectivos para frenar a la Cosa, que demuestra poder manejar a quien se le ponga por delante, al menos hasta que Bobby le cubre de hielo por todas partes.
Afortunadamente para todos, Reed se da cuenta de que algo falla y decide declarar su rendición y ponerse a disposición de la Patrulla, con la esperanza de averiguar qué es lo que está pasando realmente. Los mutantes aceptan e instan al cuarteto a seguir su helicóptero... llevándose consigo a Susan como rehén dentro de un armario. La Chica Invisible Florero vuelve a la carga.
Tras bajar a Alicia de encima de un mueble, comprendiendo que la Patrulla no ha querido hacerle daño e incluso la ha puesto a salvo, lo que queda del cuarteto protagonista monta en el Pogoplano y sigue a los pupilos de Xavier. Tenemos entonces un diálogo curioso en el que la Cosa hace hincapié en la forma de hablar de la Bestia, comparándole con el propio Reed y afirmando que sólo Noah Webster, el padre del sistema educativo estadounidense y escritor del primer diccionario norteamericano, sería capaz de entender un diálogo de ambos.
Un par de páginas atrás el propio Hank McCoy menciona y cita a John Paul Jones, comandante que participó en la Guerra de Secesión. Pequeñas píldoras de culturilla general que no vienen nada mal.
El helicóptero de la Patrulla-X aterriza en una desértica meseta, punto en el que reciben nuevas órdenes de su mentor, más directas que nunca: Deben derrotar a los 4F cueste lo que cueste.
Así, parece dar inicio un nuevo festival de tortas en el que veremos nuevos combates, como la de la fuerza bruta de la Cosa enfrentada a la de los rayos ópticos de Cíclope.
Pero nada de eso ocurre, puesto que los miembros del cuarteto comienzan a caer uno por uno ante la activación de trampas especialmente diseñadas para cada uno de ellos. Como podemos observar, la Cosa cae por un agujero que se abre súbitamente en el suelo. Mr. Fantástico es apresado poco después por un carrete mecánico que le enrolla, y los hermanos Storm resultan víctimas de sendos misiles que disparan camisas de fuerza, siendo de amianto la de Johnny.
Habiéndose desarrollado todo como esperaban, los villanos de la historia emergen del subsuelo con toda tranquilidad y se pavonean de su éxito enfrente de sus peones, que comprenden el ardid en el que han participado.
Pero los adolescentes mutantes apenas tienen tiempo de reacción, puesto que el Amo de Marionetas, todavía controlando a su mentor con su marioneta de arcilla, ordena al Profesor-X que use su poder telepático para dejarles inconscientes. Y aunque el buen Profe trata de resistir como puede, el duelo de voluntades concluye con los mutantes cayendo dormidos paulatinamente.
Ah, ¿pero recordáis cuál es la cruz del Pensador? ¿El motivo de su primera derrota en su debut? El temido factor X. Lo imprevisible. En aquella ocasión tomó la forma de Willie Lumpkin tocando inocentemente un timbre. En este caso se trata de no haber predicho que, aun siendo la mente más poderosa del planeta, el poder del Profesor resultaría mermado al tener que enfocarlo sobre cinco sujetos.
Y a esa ínfima debilidad se aferra la Bestia, que se convierte en el héroe de la jornada al resistir el suficiente tiempo el ataque como para saltar sobre el Amo de Marionetas y aplastar su muñeco.
Mientras eso ocurre, la Cosa logra escapar del agujero en el que ha caído creando, literalmente, asideros a base de mamporros. Una vez en la superficie de nuevo, no le cuesta nada liberar a sus compañeros de equipo, que ven entonces a sus antiguos enemigos y comprenden por fin todo lo que ha estado pasando.
Con ambos grupos recuperados y dispuestos a luchar codo con codo al fin, el Pensador y el Amo de Marionetas recurren a la artillería pesada y el Asombroso Androide entra en escena. Como ocurriera en su debut, una vez más queda relegado a las páginas finales como una solución física de última hora.
Destacar en la viñeta que vemos arriba que está tremendamente desproporcionado. En ninguna de las viñetas anteriores se había mostrado tan grande como para que Ben no le llegue ni a la rodilla. Pero con el recital de dinamismo que nos ha ofrecido Kirby en este número, no voy a ser yo quien penalice un fallo menor así.
Para quien no lo recuerde, además de una fuerza y resistencia sin igual, el Asombroso Andy es capaz de replicar las características de todo aquel que entra en contacto con él. Algo que le convierte en una suerte de precedente de un futuro villano mamporrero armado con una bola de preso y en una amenaza bastante seria. En este caso le podemos ver adquiriendo los poderes de Bobby y atrapando a la Antorcha en un bloque de hielo.
Durante esta batalla por fin vemos, aunque sea brevemente, a las dos chicas de cada grupo tomar parte activa empleando sus poderes, aunque resulten igual de efectivas que el resto de contendientes. Quien sale mejor parada es Jean, desde luego, que logra tumbar momentáneamente al androide con su telequinesis, aunque eso le suponga casi quedar inconsciente.
Pero está claro que todo esfuerzo es inútil. Ante un enemigo capaz de resistir todos los golpes que le asestan, los 4F y la Patrulla-X solamente pueden pedir un milagro... que llega en la forma de Charles Xavier, quien ya recuperado entra en modo venganza y con una expresión que asustaría al más pintado, fulmina al Asombroso Androide ejerciendo presión sobre el centro de control de su sistema nervioso.
Poca broma con este hombre.
Mientras el androide se desploma y todos nuestros héroes se recuperan, el Amo de Marionetas y el Pensador logran escapar con el rabo entre las piernas en una aeronave, dispuestos a lamerse las heridas y volver a la próxima con un plan mejor. Previamente vemos a Bestia persiguiéndoles por el interior de su base secreta, algo que queda en nada y da la sensación de que es algo de lo que podríamos haber visto más si el número tuviera apenas un par de páginas más de duración.
Solventada la amenaza, y quedando el Asombroso Androide en posesión de Reed una vez más, la Patrulla-X se disculpa por todo lo ocurrido y marcha del lugar, recibiendo una calurosa despedida por parte de los 4F, que se muestran honrados de haber luchado a su lado.
Para concluir el número, Reed nos deja un par de reflexiones interesantes. Por un lado se muestra orgulloso de que el equipo de mutantes deje en tan buen lugar a "la juventud actual". Por otro, explica a Johnny que la ciencia es muy irónica y un invento como es el Asombroso Androide, no es bueno ni malo de por sí, sino que todo eso depende de la persona que le de uso. Resulta interesante porque muchos de los descubrimientos que realizará el propio Richards en su afán por la ciencia en el futuro de la colección, resultarán en amenazas para todo el planeta. Pero así es la vida del científico.
Y todavía más extraña la de los 4F, que contemplan el atardecer preguntándose si volverán a encontrarse con la Patrulla-X. Como si tanto ellos como los lectores de la época no lo supieran ya.
Valoración: Entretenidísimo número de sopapos entre superhéroes que al final se unen para combatir una amenaza común. Y es que esa es, para lo bueno y lo malo, la definición más exacta de este número. No hay un solo hueco para el desarrollo de personajes o las situaciones cotidianas. Desde la página 1 se entra en materia y a partir de ahí es un carrusel de aventura y acción. Algo que no tiene nada de malo después de venir de un enfrentamiento contra Namor con las emociones a flor de piel.
La función primordial de promocionar a la Patrulla-X queda clara desde el primer momento, mostrándose aquí como personajes con muchas posibilidades,por momentos casi más que viéndoles en su propia serie. Y es que la aparición del Hombre de Hielo en Strange Tales también demostró que funcionan muy bien como estrellas invitadas.
Los villanos quizá no son los más esperados para montar un conflicto de estas características, pero cumplen a la perfección actuando desde las sombras y demuestran que su falta de poder no les convierte en desdeñables.
En cuanto a los autores, los constantes errores de Lee empañan un número en el que sus diálogos están muy conseguidos, logrando diferenciar a la mayoría de personajes mediante su forma de hablar. Kirby está de dulce y aunque no es ni mucho menos su mejor trabajo, el dinamismo que destilan las escenas grupales y de batalla nos demuestran una vez más por qué siempre ha sido, es y será El Rey. Y Chic Stone embellece los lápices de manera tan clara que George Roussos ya no es más que un amargo recuerdo.
La mejor colección del momento sigue con buena salud.