Leído el segundo álbum de Corto Maltes, Suite Caribeña de Hugo Pratt, que narra las aventuras de Corto Maltes junto al joven Bantan y el profesor Steiner recogidos en tres episodios: El secreto de Tristán Bantam, Cita en Bahía y Samba con Tiro-Fijo.
En este tomo Corto se ve envuelto en la aventura de un joven muchacho llegado desde Inglaterra, Tristán Bantam, cuyo padre ha muerto recientemente y le ha dejado unas cartas y mapas de un reino perdido, el reino de Mu. A su vez el joven busca a su hermanastra que no conoce y que vive en la Guayana francesa. A partir de ese momento se pondran en marcha una conspiración para hacer caer al chico (y a Corto de paso) mientras Pratt lo sazona todo con magia negra, esoterismo e incluso denuncia historica y social en el último episodio del álbum.
Comparando este álbum con el anterior, La balada del mar salado, he de decir que aquí veo a Pratt mucho mas comedido y centrado que en su obra anterior. El apabullante frenesi narrativo, de tramas, personajes, acción descontrolada de su debut con Corto es sustituido aquí por algo mas mesurado, mas coherente, mas calmado y quizas mas sensato. Debo reconocer que disfrute como un enano con el tono y los excesos de la Balada y aquí aunque valoro positivamente la lectura lo he echado de menos.
Aun así quiero dejar claro que he disfrutado de este álbum y he disfrutado porque si algo repite Pratt del álbum anterior es ese sabor exotico que destilan sus historias y lo bien que se le da(ba) la aventura. Hay pasajes de la historia que he disfrutado mucho, sobre todo la parte en la que Tristán tiene el sueño con Mu o el último episodio con la historia de los Cangaçeiros que me ha parecido una maravilla.
De la parte gráfica destacar esos portes que tienen los personajes que en tan solo dos álbumes ya me suenan tan reconocibles a Pratt.
En resumidas cuentas, una buena lectura de aventuras, que personalmente coloco por debajo de la Balada pero que hace que siga leyendo a este personaje.