Lo decepcionante de la película es que la vendieron como una vuelta de tuerca a las adaptaciones de superhéroes, y por desgracia no lo es. Es una película bastante estándar, muy típica.
Tiene sus chistes y sus lloros, pero no pega ni con cola. ¿Cómo puedo sentir pena por un Hancock sensiblero si cinco minutos antes y otros cinco después se ha dedicado a hacer burradas totalmente surrealistas? Sobran un poco esas escenas de lloriqueos.
La segunda parte de la película, aparte de previsible (en parte), es un cambio tan brusco que parece que estás viendo otra película que no tiene nada que ver con el principio. Los malos son patéticos. Para los que luego se quejan de que en las películas de superhéroes Marvel los villanos son poco creíbles, en esta película son totalmente inverosímiles.
Pero bueno, tiene muchísimos momentos de coña, sale Will Smith y el clímax final está bastante chulo. Se pasa un buen rato.