Repetir que a Peter Parker le pica una araña y la muerte del tio Ben, repetir la muerte de los padres de Bruce Wayne, repetir la destrucción de Krypton y la llegada de Kal-El a la Tierra. ¿Todo esto es necesario? A estas alturas, con unas cuántas películas y series, ya sean de animación o no, de Spider-Man, Batman y Superman, sus orígenes ya deben ser cultura popular. Que no estamos hablando de personajes poco conocidos para el gran público precisamente.