Un juego genial, sí señor. Posiblemente el mejor de la generación pasada. Es una experiencia sensacional recorrer el camino junto a los dos protagonistas.
Todo se debe a que The Last of Us es un juego basado en la narrativa y la ambientación, como apunta Mc Carnigan, con ambas muy muy bien conseguidas y con aspecto cinematográfico. Sumamos esto a un buen gameplay, buenos elementos de acción y un toque de supervivencia donde se incita a examinar cada rincón del escenario en busca de material que te ayude en tu misión.
Grandes personajes y un final efectivamente magnífico, puramente basado en el vínculo emocional que el jugador ha desarrollado durante todo el camino con Joel y Ellie, fuera de estridencias y tracas finales habituales (que algo de eso hay, pero sin fliparse tampoco).
Tiene una precuela en forma de DLC (incluida en el disco en caso de haceros con la versión de PS4) que sigue el mismo camino, añadiendo más a algo que ya era estupendo.
Un vendeconsolas con todas las de la ley. Entre éste y Uncharted 4, Naughty Dog ha demostrado su empeño en crear verdaderas maravillas. Sólo queda esperar si una más que probable secuela llega a los niveles aquí mostrados, porque desde luego el listón está por las nubes.