Bueno, pues he leído el primer TPB de
Moonshine Año 1929, Estados Unidos. La ley seca sigue en vigor y Joe Masseria, el jefe de una mafia en Nueva York, manda a Lou "el guapo", uno de sus "torpedos", a Virginia Oeste, para intentar hacer negocios con Holt, un destilador ilegal con una producción y una calidad insólitas. Pero los negocios no irán tan fácilmente como pudiera esperarse, porque nada más llegar al pueblo, Lou se da cuenta de que allí las cosas no funcionan como en la ciudad. En absoluto. Pero la brutalidad de los hillbillies puede antojarse ligera en comparación con el terror que provocan ciertos aullidos... un hombre lobo acecha la zona.
Azzarello y Risso vuelven a lo que mejor se les da; el cómic de crimen, pero no desde la perspectiva elegante y evocadora del
noir de autores como Brubaker y Phillips, sino a nivel de calle (bueno, en este caso a nivel de pueblo o montañas), donde las cosas son sucias, no hay ningún tipo de código ni honor y los personajes muestran siempre sus facetas más repulsivas. El que haya leído otras obras suyas como "Johnny Double" o "100 balas" sabe a qué me refiero, esas diálogos más ácidos y esos ambientes más sórdidos, sin tratar de plasmar a ningún personaje como héroe o víctima de manera evidente, simplemente dejándolos campar a sus anchas para que la sangre no tarde en correr.
La adición de un elemento ajeno y fantástico, como es un licántropo, al crudo toque de realidad que tiene siempre el mundo criminal expuesto por Azzarello, creo que le da un toque muy atractivo a la serie, añadiéndole una ambientación un tanto de brujería o ritos espirituales, que cuadra muy bien con el contexto claramente rural de la historia. Creo que es muy inteligente por parte de los autores, relegar al hombre lobo a momentos puntuales y que la trama no gire en torno a él de forma exclusiva, pudiendo centrar los esfuerzos en los gángsters y los peligrosos paletos haciendo sus movimientos en torno al manejo del preciado licor. Por supuesto, no podrán faltar las mujeres ¿fatales? y su fundamental implicación en los acontecimientos.
La verdad es que con un solo volumen de 6 números, es pronto para poder valorar una serie que tendrá teóricamente 28 en total, pero creo que da una buena idea de los recursos y herramientas de esta pareja creativa que tantas alegrías nos da, y al mismo tiempo apunta las direcciones que tomará la serie. La lectura me ha dado la calidad esperada, implicándome en la trama y manteniéndome en vilo en todo momento. Puede que a algún lector no le guste un uso tan repetido de la elipsis narrativa, pero creo que es una manera inteligente de mantener el misterio hasta el final del tomo y dar alguna sorpresa. Pese a que he acabado bastante contento con este primer volumen, espero todavía más de la serie y quizá se me queda algo escaso el desarrollo de ciertas partes, pero es muy pronto para juzgar, y el nivel es claramente ascendente y no tengo ninguna duda de que van a dejarnos una historia tremendamente potente, yo me quedo aquí hasta el final.
Respecto al dibujo, poco se puede decir de Risso y sus aptitudes narrativas. Es un maestro para ilustrar historias de este género y personalmente, ver su nombre en la portada ya me parece un motivo de peso para comprar un cómic. Lo que sí que no me ha terminado de convencer son ciertos recursos de color más digitales y detallados para conseguir efectos de luz y similares, creo que no terminan de encajar con la aparente sencillez del estilo del argentino y esos colores sólidos y planos que tan bien le van.