He estado leyendo la entrevista y la verdad es que, para mí, tiene mucha razón. Es duro admitir que el género esté acabado, pero es que lleva así desde finales de los ´80, cuando Miller y él, entre otros autores, llevaron a los superhéroes más allá. Después de eso, hemos tenido historias buenas, pero ninguna que reinvente el género.
Me parece una exageración. Es como si antes de Miller y Moore, los cómics de superhéroes fueran malos y que después de ellos fueron aún peor. Me parece un endiosamiento exagerado.
Además la reinvención de generos no es como los churros. Es algo que se da rara vez y de cuando en cuando, no cada par de años.
Lo que pasa con estos análisis es que siempre me parecen sesgados. ¿El problema son los superhéroes o ESTOS superhéroes? ¿El problema es el género, o la forma de abordar el género? ¿El problema es el género (superhéroes) o el medio (cómic)?
Para mí el problema es otro: la propia industria. No es el agotamiento de los arquetipos lo que agota a un personaje. Es su sobreexplotación.
Te voy a poner un ejemplo de cómo yo veo el tema. Me parece un desfase que a un mismo personaje lo guionicen quince tíos a la vez. No es posible que tres, cuatro o quince tíos escriban al mismo tiempo historias de Lobezno, Spidermán, la Patrulla X, los Vengadores o Hulk en diferentes tebeos. Me parece imposible porque desnaturalizan a los personajes, máxime cuando a muchos de esos quince tíos les dan el trabajo porque son baratos, no porque sean buenos. El problema es que haciéndolo así son capaces de vender quince tebeos en vez de uno, quitan además esas ventas a la competencia, impiden que surjan nuevas competencias, etc.
Me hubiera gustado ver a Moore compartiendo a la Cosa del Pantano con otros dos guionistas en otras dos series más al mismo tiempo. No lo hubiera aguantado y se hubiera ido, o bien no se hubiera tomado el mismo interés que se tomó con el personaje. Muchos guionistas aceptan hoy esos planteamientos porque no hay más remedio; se lo toman como un curro más o menos alimenticio, y cuando acaba su contrato se van a otro personaje, a otra editorial, etc.
Los personajes se agotan cuando los X-Men hablan por boca de Carey, de Fraction, de Ellis, de Gischler o de Gillen al mismo tiempo. Se agotan porque no son los mismos, aunque los dibujen igual. No es que los X-Men o Spiderman estén agotados, es que has acabado dispersando tanto su discurso que lo has acabado agotando.
¿Cuándo Peter David escribía Hulk, con cuántos guionistas tenía que compartirlo ese mismo mes? ¿Con cuántos guionistas compartía Claremont la Patrulla X? No me estoy refiriendo a apariciones puntuales en otros tebeos, sino a series regulares con distinta gente poniendo voz al mismo tiempo a los mismos personajes.
Un personaje es interesante siempre que nos parezca desconocido. En el momento en el que sabemos todo de él, el personaje se vuelve irrelevante. Estoy generalizando, no me refiero sólo a superhéroes. Para que un personaje sea fresco tiene que sorprender continuamente, y evidentemente llega un momento en el que eso es imposible. Ahora mismo Spiderman es un personaje previsible, todos los lectores son capaces de adivinar cuáles serían sus reacciones en tal o cual situación. Etc.
Yo no creo que un personaje deba sorprender continuamente. Son sus historias las que te deben sorprender. Esa idea de que el personaje te deba sorprender continuamente ha conducido a auténticos esperpentos en las "vidas" de Tony Stark, Peter Parker y Mary Jane, Lobezno y Víbora, etc.
En mi opinión, tiene que haber un tío (capaz) haciendo suyo al personaje todos los días y durante unos cuantos años. El problema se incrementa cuando el personaje no es de un solo guionista sino de otros tres o cuatro escritores más, a los que ni ese guionista conoce ni puede que piensen lo mismo que él sobre el personaje; incluso lo ven de forma diferente. El resultado es que ni el personaje piensa igual de un tebeo a otro, ni habla igual, etc.
Venderás quince tebeos al mes del mismo personaje en lugar de uno, pero al personaje a la larga te lo acabas cargando.
Yo enfocaría el asunto concretamente en ese punto. ¿Continuidad total? No, pero un grupo creativo sólido hace que una etapa de un cómic superheroico al uso pueda ser leída con coherencia, con su propia continuidad y además siendo argumentalmente estable. Para mí, esa es una de las "rémoras" del cómic de ese calibre en la actualidad.
Estoy de acuerdo contigo. Así empezó Miller en Daredevil y Moore en la Cosa del Pantano, y yo creo que así es cómo se debería seguir trabajando hoy. Pero no se puede hacer porque Spiderman tiene que salir en siete series suyas diferentes al mes. Es una exageración, pero creo que se entiende.
En cómic, ya nadie recuerda al Hombre Enmascarado, al Príncipe Valiente, a Rip Kirby, a Dick Tracy, a Flash Gordon, a la Sombra... y estoy hablando de personajes que fueron super-ventas, bestsellers, no de cómics de culto. Hablo de iconos culturales masivos en su momento, que han sido sustituido con otros iconos actuales: Jack Sparrow, House, Neo, Barney Stinson, Buffy Cazavampiros...
No te pases. Una cosa es que hoy no estén de moda y otra cosa es que nadie los recuerde o no sepan quienes son. Ya veremos si Jack Sparrow aguanta vendiendo más de cuarenta años, como los aguantaron Tarzán, el Hombre Enmascarado, Flash Gordon o el Príncipe Valiente, por no hablarte de James Bond.
El cómic y el circo eran espectáculos masivos antes de que se popularizasen el cine y la televisión, es muy difícil que lleguen a volver a ser lo que eran en sus buenos tiempos. No creo que el cómic desaparezca nunca, pero obviamente sus autores deberían esforzarse en crear historias únicas que sólo puedan contarse en este medio (y no esperando que después las adapten al cine como hacen algunos ).
El teatro no desapareció porque apareciese el cine. Ni el cine desapareció por que apareciese la televisión. Ni la televisión o la radio han desaparecido por el auge de internet.
Yo más que los autores de cómic deban esforzarse en crear historias que sólo puedan contarse a través de un tebeo, les pediría a los actuales productores cinematográficos norteamericanos que traten de crear historias propias y no tiren cada dos por tres de los cómics para buscar ideas y dinero.
Al cómic le está viniendo estupendamente, pero al cine lo están tirando por el suelo.