El problema no es que Coates sea político, es que lo hace aburrido. No crea intriga, no genera acción, se limita a plantear unos temas y a resolverlos sin la más mínima emoción. Parece mentira que en Pantera hable del poder de las historias tradicionales y sea incapaz de generar ninguna que te enganche. Es cerebral en el peor sentido de la palabra: sus personajes y situaciones no te crean ninguna empatía ni preocupación. Sólo quiere soltar su discurso nada disimulado de forma poco estimulante.En Pantera Negra me aburrió mortalmente y en cuanto acabó el primer arco largo de la colección lo dejé.