Leído Este del Oeste: Libro Uno (#1-5)
Un mundo.
El mundo: un país.
El país: siete estados. Seis naciones. Seis elegidos.
Un Mensaje.
El Mensaje: El Apocalipsis.
Cuatro Jinetes del Apocalipsis que ahora son tres. Un personaje solitario.
El personaje solitario: La Muerte.
Tras una prolongada Guerra de Secesión, America ha quedado dividida en seis naciones o reinos con un caracter muy distintivo. Ahora los indios o los chinos tienen sus propios dominios y son parte de estas seis potencias. Pese a las fronteras, todavía se perciben pugnas entre naciones y recelos entre sus habitantes. El mundo podría ser el escenario de un western, si no fuese por los avances tecnológicos que generan un ciberwestern o algo por el estilo que a mí me tiene convencido desde las primeras páginas.
Pero más allá de un mundo que promete ser vasto e interesante, este primer arco argumental nos regala una serie de conflictos que parece que seran el motor de la serie. Y todos ellos radican en torno a Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis y una profecía que mísiticamente llaman "El Mensaje". Para algunos, una mera fe, supersticiones. Para otros, el motivo suficiente para tratar de conseguir que llegue el fin de los tiempos.
Este Mensaje habla de eso, del Apocalipsis, y cómo seis elegidos, uno por nación han de ayudar a los Cuatro Jinetes a lograr su objetivo. Pero hay un problema: ahora son tres. El cuarto jinete, el ineludible, Muerte, se encontró con algo más poderoso que él mismo: el amor. Se enamoró de la heredera de la nación china, y esto hizo que peligrase el Mensaje. Como consecuencia, los elegidos, junto con los tres jinetes, decidieron tratar de matar a Muerte, mutilaron a su amada y les arrebataron al hijo fruto de su amor.
Pero han pasado diez años, y Muerte, junto con dos indios (nativos americanos) llamados Cuervo y Lobo está buscando venganza en contra de aquello que le arrebataron todo: los elegidos. Y en su periplo descubrirá que su amada sigue viva, al igual que su hijo.
Sin embargo, hay más conflictos: los tres jinetes han renacido y están decididos a ejecutar sus designios. Cueste lo que cueste.
Los elegidos, por su parte, plantean un escenario fascinante, sólo da tiempo a asomarnos brevemente a alguno de ellos, pero todo apunta a que cada uno tiene sus propias creencias e intereses y las traiciones, pasiones y demás bajezas humanas acompañaran a estos personajes.
Y por si fuera poco, la mujer que conquistó la Muerte, su amada, va a entrar en el juego.
Como me guste East of West tanto como creo que me va a gustar, esto va a ser una gozadera. Creo que es complicado plantear un primer arco argumental de una serie tan interesante como el de East of West. Tenía a Hickman por un escritor puramente cerebral, que no mostraba emociones en sus guiones más allá de destellos puntuales, construyendo buenas historias pero frías. Con sólo cinco números ya me ha sacado de mi error demostrándome cómo empieza a construir lo que se prevee como una gran historia en base a las emociones de sus personajes, principalmente este amor y esta venganza que alimentan el ímpetu de Muerte.
Por cierto, este planteamiento de historia de Hickman, donde no nos dan todo mascado sino que se van dejando las cosas caer, el lector ha de estar atento continuamente e incluso interpretar cosas me mola. El primer número puede asustar un poco porque es mucha información, no del todo concisa, tocando muchos palos y expuesta de forma densa, pero es tan interesante que engancha ya y no aburre, y los cuatro siguientes números es simplemente expandir un poco más esa información, hacerla entendible poco a poco y mover la historia a gran velocidad. No se leen. Se beben.
Yo estoy totalmente dentro. Tengo muchas ganas de seguir leyendo.