He leído
Dragon Ball Super Nº 81-82.
Tanda de episodios centrado en las pelea entre Goku y Granola, donde apenas hay texto, ya que las imágenes hablan por sí solas. Un combate bastante reñido hasta que
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Son números muy flojos, no tanto por centrarse en el desarrollo de un combate, sino por como se van desencadenando los hechos de la trama. Como vimos en el número anterior, Vegeta ya comienza a intuir los motivos del odio de Granola, quedando confirmado en estos episodios, y se lo cuenta a Goku. Los sayanos comienzan a intuir que han sido engañados, y que el malvado no es tan malvado como lo habían pintado. No obstante, el odio de Granola le venda los ojos, y no entra en razón, ni cuando le dicen que son también enemigos de Freezer. Soy consciente de que hagan lo que hagan, siempre es algo más o menos previsible, y que parece que todas las vías las conocemos ya. No es la originalidad uno de los puntos fuertes de Toyotarô, la verdad. Sin embargo, veo a un Granola muy plano y demasiado obcecado. Si no tenemos algún giro en la trama pronto el poco interés de la saga puede decaer tarde o temprano.