He leído
One Piece Nº 98.
Me lo he pasado un poco mejor con este tomo, pero sigo pensando que esto es un caos increíble, donde la narrativa fluida no está presente. También tengo la sensación que todo se va alargando un poco más a cada paso, lo que dificulta ver un final a medio plazo. Casi diría que la historia que Oda tiene en mente va cobrando vida propia y se va extendiendo más y más hasta niveles exagerados. En ocasiones me siento perdido, en otras pienso que se va enderezando un poco la historia para ver como damos un paso atrás y todo se vuelve a liar. Todo ello fruto de la cantidad de personajes que intervienen, sin duda, cada uno con su momento de protagonismo correspondiente. Sin embargo, si lo comparamos con una saga que tendría ciertas similitudes, por ser una batalla de grandes proporciones también, como lo fue la gran guerra de Barba Blanca, allí todo estaba mucho mejor narrado, no había ese caos narrativo, se transmitía mucha épica y se disfrutaba muchísimo. Sin duda, uno de los puntos álgidos de la serie. No obstante, aquí todo está embarullado, el caos campa a sus anchas y que el lector se pierda en más de una ocasión es lo más normal del mundo. Pero ya digo que, dentro de lo que cabe, este tomo me ha parecido mucho más disfrutable que al menos los dos o tres anteriores. Con algunos defectos, pero también con algunas virtudes.
A los que veníamos echando de menos la acción, desde luego Oda nos está dando una ración doble. Sí es cierto que son peleas rápidas, sin el detenimiento de otros momentos del pasado, pero se intuye que de un momento a otro algunos personajes van a protagonizar algún combate interesante. Igual no es así, y seguimos con la tendencia de dejarnos con las ganas en ese aspecto, o cuando llegue no estemos satisfechos con el resultado. Sea como sea, la acción ha llegado de nuevo a la serie y lo está haciendo a lo grande. También me gustaría destacar en este aspecto como la banda del sombrero de paja actúa de forma más compacta y unida. No es que veamos una pelea a los Vengadores o la JLA, por hacer una comparación que todos entendamos, pero sí los vemos actuar como un equipo en algunos momentos, algo que se echaba mucho en falta después de un tiempo en el que el autor prefería fragmentar a los protagonistas. En la novela que se adaptó al cine también se veía esa faceta y a mí es algo que me parece necesario, por mucho que cada uno de los integrantes tenga que brillar en solitario en otros momentos. Además, tenemos algunas incorporaciones de lo más interesante. No solo por ver a Jinbei en acción formando parte de la banda, sino también por el papel de Yamato, o por la petición de alianza de
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Esto de las traiciones es muy típico de los piratas, y no me parece mal que sea un elemento de la serie. Quizá el problema es que se está empleando repetitivamente en una saga que es un caos total, por lo que cuesta seguirle la pista a algunos personajes, sobre todo si cambian de bando en una o más ocasiones.
Como ya sucedió en el tomo anterior, resumir esta algarabía argumental es muy complicado y bastante tedioso, por lo que me voy a decantar por centrarme en algunos momentos que nos permitan seguir la trama en líneas generales. El inicio de este volumen destaca principalmente por las palabra de Kaido, relacionadas con su alianza con Big Mom, que a su vez es un paso que dan tras las noticias del gobierno del mundo por eliminar su relación con los piratas y, por ende, con los denominados emperadores. Su revelación no tiene desperdicio, ya que junto a Linlin pretende hacerse con
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Para esta empresa pretende también utilizar el país de Wano como base secreta, por su características que la convierte en poco accesible. Así que pide a los samuráis de las dos familias que se unan a él y Big Mom, dejando atrás las rencillas. Sus palabras se apoyan en su actos porque en presencia de todos
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A continuación, pretende ajusticiar a Momonosuke, al que le perdonará la vida si es capaz de renunciar a su nombre y a su supuesto destino de gobernador de Wano.
Este tomo ha tenido momentos muy buenos, que tienen la esencia de lo que para mí es esta serie, y que en su largo recorrido ha sido lo que nos ha transmitido muchas emociones. Este es uno de esos momentos, donde vemos a Momonosuke en muy mal estado, con la posibilidad de salvar su vida a cambio de renunciar a sí mismo, pero también destrozando la ilusión de muchos que creyeron en él, como lo hicieron antes en Oden. Aunque un momento dubitativo, algo muy humano y normal, el desenlace es el que todos esperamos, por lo que Kaido pretende dar su golpe de gracia. En esos momentos, comienza el caos total. Entran en escena
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Por cierto, antes de esto, cabe estacar que
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No puedo dejar de pensar que en esta saga ya van unos cuantos. Es decir,
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Yo no lo veo mal y en estas circunstancias, creo que es lo más normal del mundo. Si no sucede algo así en una batalla tan gigantesca como esta no me imagino dónde puede suceder.
A partir de aquí comienza una pelea entre Kaido y los vainas rojas de Kinnemon, junto a los mink, cuyas habilidades y poderes no podían estar mejor traídos en esta saga, que los lleva al tejado del edificio. Sinceramente, no tengo muy claro cual es el plan real. Si matarlo ellos, debilitarlo para cuando llegue Luffy, o que la fuerza del número sirva para acabar con él. Tampoco es que importe, la verdad. Esta pelea se prolongará durante todo el tomo desarrollándose de forma muy interesante, alternándose con lo que Luffy llega a denominar como la guerra, la cual se apodera por completo de la isla de Onigashima. Por supuesto, Luffy tiene muy en mente que quiere enfrentarse de nuevo a Kaido, para acabar con él, incluso todos confían en que sea él quién realmente sea capaz de derrotarlo, pero acaba fuera de su alcance, por lo que debe comenzar su ascenso por el palacio para llegar al tejado. Lo intenta infructuosamente por fuera, pero al final se decanta por el interior, al más puro estilo de la película "Juego con la muerte". Sin embargo, nuestro protagonista es como una bombilla para las polillas. Atrae la atención de todo el mundo, por lo que necesitará que su fiel banda le vaya quitando adversarios y reserve algunas fuerzas. Para mí, de lo mejor de estos episodios. Veremos al equipo hacer piña para enfrentarse a Big Mom, por ejemplo, o con algunos de los seis movimientos. De esta facción surgen los principales enemigos, si es que se puede decir eso en un campo de batalla con miles de combatientes. Destacaría Queen, cuya arma convierte a amigos y enemigos en ogros de hielo.
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Por otra parte, acompañado en ocasiones por Zoro, Jinbei o Sanji, Luffy irá ascendiendo por un edificio plagado de enemigos, algunos muy poderosos.
Mucha atención a Yamato, un personaje que empieza a caerme muy bien, y qué a saber si no podría ser incluso un futuro miembro de la banda. Conoceremos su relación con Ace, además de su odio por Kaido. No solo ayudará a Luffy, sino que éste le dejará un importante encargo,
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Tiene momentos francamente buenos y se une a Shinobu en su misión contra las fuerzas de Kaido. Entre todo este maremágnum de situaciones, tenemos también a Big Mom, muy interesada en acabar con Luffy y sus amigos. A uno de sus lugartenientes se había unido Marco, por aquello de unir fuerzas contra un fin común, ya que Perospero nunca ha visto con muy buenos ojos esta asociación con Kaido, algo que ha intentado sabotear desde el primer momento. Sin embargo,
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Para colmo, veremos cierta disensión entre los nueve movimientos, que se vuelven en contra de
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Desde luego, es un tomo bastante denso. Quizá la trama principal propiamente dicha no avance demasiado, pero sí es cierto que por fin hemos dejado de esperar que suceda algo para pasar a la acción, algo desenfrenada, pero supongo que no se puede tener todo. Aunque me ha gustado más que episodios anteriores, sigo destacando el caos argumental que está desarrollando Oda. Tiene altibajos, momentos mejores, otros peores, y me sigue transmitiendo esa sensación de historia alargada en demasía. Diría que estamos ante el acto final, pero ya sé por los comentarios de otros compañeros que estamos muy lejos de algo así. Sinceramente, me temo lo peor, aunque con esta entrega he recuperado algo del interés perdido por esta serie. Espero no volver a perderlo y llegar a la apatía, porque esto es One Piece, una historia de piratas con samuráis, dragones y muchas cosas más...