Día 158: Fantastic Four vol. 1 #103. Octubre de 1970
El Príncipe de Atlantis se bate contra los 4F y Magneto se quita la careta incluso ante Namor, demostrando su enorme villanía.
Banda sonora: Magneto tiene fijación con su odio a la humanidad. Alguien podría decirle que está "Hooked on a Feeling". Y quién mejor que un villano com el Capitán Garfio cantando esa canción de Blue Swede (1973) para la BSO de Shrek2 (2004). La verdad es que la franquicia de Shrek es una mina para encontrar versiones de los 70
https://www.youtube.com/watch?v=pHRv82naV_E
Créditos: Stan Lee (guion); John Romita (dibujo) Sam Rosen (rotulación); John Verpoorten (tinta); ¿? (color).
Portada de John Romita y John Verpoorten.
Seguimos con la invasión de Atlantis a los EE.UU. Aunque en FF #103 volvemos unas escenas atrás, para contemplar cómo Namor no está del todo convencido de que la guerra sea el mejor camino. La flota invasora atlante ya ha partido, pero Namor, desde la nave imperial, duda.
No está dispuesto a poner en peligro vidas atlantes o incluso humanas hasta no estar seguro, así que retiene la orden de atacar, aunque el despliegue continúa. Magneto, mientras, rumia sobre cómo precipitar las cosas para lograr una sangrienta guerra.
En el cuartel de los 4F, leemos a Reed decir a Sue que, ante la amenaza atlante, tenía que llamar al Pentágono. Así que ahora podemos deducir quién lanzó el segundo proyectil: probablemente los militares estadounidenses. El Pentágono está decidido a comenzar la guerra contra Atlantis, mientras los 4F, tras la tremenda metedura de pata de Ben Grimm (que es, de hecho, quien precipitó todo, el muy zoquete) intentan ganar tiempo, convencidos de que pueden disuadir a Namor y desescalar el conflicto.
Por si acaso, Reed habla con Sue para que se lleve a Franklin a la casa de Agatha Harkness, ya que toda la Costa Este está en peligro. Luego regresará para apoyar a los 4F, mientras Crystal queda en el edificio Baxter monitorizando las comunicaciones.
Al fin, los buenos logran hablar con Nixon, quien les da, un tanto reticentemente, una oportunidad para detener la guerra en ciernes, pero con la advertencia de que, si no logran hacerlo, utilizará todos los recursos militares para enfrentar a Namor. ¡Los 4F no pueden fallar!
Es el momento para las despedidas románticas. Difícilmente se puede pedir más tensión. Sue dice adiós a Reed, preguntándose en vano si alguna vez tendrán una vida normal. Johnny hace lo propio con Crystal. Después, los Tres Fantásticos subirán al Fantastic Car para salir al encuentro de la flota de Namor.
Puede verse claramente cómo Crystal no está nada contenta con perderse la diversión y quedarse simplemente pendiente del teléfono.
En cuanto los 4F llegan a las proximidades de Namor, Magneto anuncia a su aliado que los ha detectado, pidiendo atacarlos de inmediato.
Namor prefiere esperar -no tiene sentido que se presenten solos en medio de todo un ejército, al menos si fueran abiertamente hostiles- pero Magneto lanza un misil de la nave imperial, utilizando sus poderes magnéticos a distancia, sin que Namor se aperciba de ello.
Namor, probablemente pensando que el disparo ha sido accidental, decide detener el proyectil, saliendo en su busca. Pero los 4F creen que él dirige el ataque, así que lanzan un rayo del FantasticCar que logra detonar el misil. Namor estaba junto a él, intentando pararlo. Así que resulta herido cuando se produce la explosión, paradójicamente pensando cada uno que el otro estaba detrás del ataque, cuando sin embargo ha sido todo obra de Magneto. El monarca atlante cae al océano, y Ben se lanza a por él a machacarlo, precipitándose otra vez.
Entretanto, Magneto no ha perdido el tiempo. Obsérvese la cara de villano con que lo dibuja Romita mientras aprovecha que Namor está fuera para tomar control de la nave imperial, aprisionando a los atlantes contra las paredes metálicas del navío, gracias a sus poderes magnéticos.
La suerte está del lado de Magnus pues, poco después de semejante rebelión a bordo, divisa a Sue Richards en su aeronave. Regresa triste de la casa de Agatha, a quien ha dejado a Franklin para que lo cuide. Magneto aprovecha para hacer de las suyas y atrapa a Sue.
Para ello, desmonta las partes metálicas de la nave, haciendo que la Mujer Invisible caiga al mar. El villano la interceptará y la dejará prisionera para chantajear así al grupo de superhéroes. La viñeta de la izquierda tiene como un aire a peli de vampiros ¿verdad?
Magneto nos anuncia que todavía tiene más nefarios planes. Pero Lee nos deja pensando en qué será, antes de pasar a la pelea entre Namor y Ben. Hay que adelantar que la Cosa está en desventaja, ya que el mar es el elemento de Namor y es ahí donde luchan. Ben crea un torbellino acuático girando sus poderosos brazos. De esa forma, atrae a Namor hasta él, pero no con el resultado que esperaba ya que, en el medio líquido, el primer mutante le da una buena paliza al pobre Grimm, quien no gana para errores, desde luego.
Tras dejar a La Cosa inconsciente, el monarca atlante sale a la superficie, solo para contemplar indignado cómo su flota está avanzando sin su permiso. Es todo obra de Magneto, por supuesto. Sin embargo, no puede intervenir a tiempo, ya que la Antorcha Humana le corta el paso.
Reed rescata a Ben de morir ahogado en las profundidades, izando a la magullada Cosa a la superficie con sus miembros elásticos. Namor intenta alcanzar la escotilla de su nave, pero, una vez más, los 4F, que no saben de sus verdaderas intenciones, son muy correosos y no le dejan.
Demasiado tarde, Namor logra explicar a los 4F que es Magneto quien está detrás de todo esto. En cuanto los héroes escuchan el nombre del Amo del Magnetismo, corren a la nave con Namor. Y entonces descubren que el malvado Erik tiene como rehenes a Sue Richards y a Lady Dorma.
Ahora ya sabemos lo que pretendía Magneto con sus aviesos planes. Tras capturar a Sue, fue también a por la amada de Namor. Pretende hacer su voluntad, que no es otra que atacar a los humanos, sin que los héroes o Namor puedan impedírselo, o dañará a las rehenes.
Una vez más, es llamativa la maldad de las facciones con que Romita caracteriza a Magneto. Aunque, por lo demás, mi impresión es que el artista está muy lejos de su mejor versión en este capítulo.
Me parece interesante conectar este episodio con el #20 de Los Años Perdidos pues, a fin de cuentas, es esta la razón por la que leemos estos ejemplares sueltos de los 4F. Al final del #20 de THY, la flota atlante ya ha llegado a Manhattan, comandada por Magneto. Aquí vemos cómo ha sucedido todo eso. Y por qué Magneto, efectivamente, parecía estar al mando. Pero recordemos también que este se había quedado enfrentado a la proyección astral de Xavier. Así que no nos queda más remedio que seguir leyendo con avidez el #21 de THY. ¡A ello voy!