Después de años teniéndola pendiente, terminamos ayer mismo
The Leftovers, del vendehumos de Linderof. Yo ya iba con miedo pero dije... venga va, no creo que sea para tanto
Joder que no

No sé como hemos hecho para aguantar las tres temporadas. Supongo que por aquello de "a ver como termina, y qué habrá pasado con Dharma... digoooo, con los desaparecidos, y esto, y lo otro y tal". En fin, que otra tomadura de pelo y por si fuera poco diría que bate el récord de serie/peli/programa con más cantidad de maltrato animal gratuito, mayor incluso que en las plazas de toros, que ya es decir

No se la recomendaría ni a mi peor enemigo
ShogunCoño, esta sí ha sido buena. Nos ha gustado la ambientación, la trama, los paisajes... Todo, vaya. De nuevo me confirman que la cultura japonesa ha estado demasiado mitificada en occidente y que el hijoputismo y la ambición no conocen fronteras. Esta serie ayuda a poner un poco los pies sobre la tierra en ese sentido, que uno empieza a estar hasta los cojones de tanto blanqueo, que dicen ahora, de todo lo que suene a exótico. Parece que los únicos malos de la historia somos siempre los occidentales, y en concreto los apañoles.
Dos notas negativas... o mejor dicho, tres. La primera, la elección del prota, un desustanciado de padre y señor mío que estábamos deseando que acabase en el caldero hirviendo de turno pero desde el primer momento. No cayó esa breva.
La segunda, algo más de interacción con la parte portuguesa, que al fin y al cabo se supone que jugaban un papel importante en la historia y yo por lo menos me quedé con ganas de más. Por cierto, muy cachondo eso de que en la serie cuando hablan en inglés se supone que hablan en portugués pero bueno, de estas licencias, estas series

Y la tercera, que se ha hecho cortísima
Lo mejor de todo, exceptuando al prota, los personajes. Torayama genial, lady Mariko muy bien, pero para mi el que ha partido la pana ha sido el puto amo de Yabushige:

Liante, intrigante, depravante, mareante...

El Japón honorable que se lo queden los turistas