He leído
Coleccionable La Espada salvaje de Conan Nº 12.
Retomo la lectura de la colección tras mi
anterior comentario.
Comenzamos esta entrega con la adaptación del relato escrito originalmente a cuatro manos por L. Sprague de Camp y Lin Carter
"El cubil del Gusano de Hielo". Una vez más, Roy Thomas es capaz de trasladar al cómic con bastante fidelidad una historia de Conan, que al tenerla relativamente fresca en la memoria he podido disfrutarla aún más si cabe. Me gustaría resaltar la intensidad que rezuma esta historia, que bebe directamente del género del terror y los mitos propios de Lovecraft, a pesar de que hay un plantel de personajes bastante escaso en comparación con otros relatos de la revista. Además, es otro de los ejemplos en que la honorabilidad del cimmerio le insta ayudar a una desconocida, aunque después bien que ésta se lo agradece, todo hay que decirlo, así como el empleo de su ingenio para acabar con la criatura, necesitando medios menos convencionales. Por otro lado, tenemos la presencia de Carmine Infantino a los lápices, que queda prácticamente desconocido bajo las tintas de Alfredo Alcalá. Infantino tiene un trazo bastante anguloso, con ciertas similitudes al de Gil Kane, por ejemplo, algo que queda dulcificado por el trabajo del magnífico entintador. Esto provoca que veamos rostros particularmente bellos como el de Ilga, algo poco habitual en el trabajo del veterano dibujante. Una historia bastante buena, que nos permite seguir disfrutando del alto nivel de esta cabecera.
A continuación, nos encontramos con
"Lágrimas negras", otro relato del tándem literario formado por Carter y de Camp que nos devuelve al momento de la vida de Conan en la que lidera a los bandidos zuagires.O más bien podríamos decir al momento en el que deja de liderarlos, principalmente a su poca comprensión ante los temores de sus hombres por cuestiones que a él se le escapan como buen tozudo norteño que es. De todas formas, eso no deja de ser el punto de inicio de una aventura que en cierta forma me ha parecido que repite esquemas con otra que ya vimos en la colección, donde Conan vagó por el desierto hasta caer ne una ciudad abandonada. No recuerdo ahora si era de Carter o de Howard. Realmente no tiene mayor importancia, aunque coincidan algunos elementos, la base de la historia es otra, ya que nos plantea la posibilidad de que Conan sea un héroe protagonista de una profecía. Lo realmente curioso es que si bien es cierto que en algunos momentos puede parecer que el cimmerio por primera vez se muestra como se espera que lo haga un héroe de manual, nada más lejos de la realidad como podemos ver en el giro final de la historia. Al fin y al cabo acepta la propuesta del jeque porque no tiene más remedio y rechaza los beneficios económicos porque es muy inteligente y no se deja llevar por la avaricia. A pesar de su conducta generalmente interesada, tiene una serie de valores rudimentarios que quizá lo alejan del arquetipo de héroe, pero lo sitúan por encima del hombre civilizado, capaz de perderlo todo por abarcar demasiado. Otra cuestión que ha llamado mi atención es que se enfrenta supuestamente a un súcubo, cuya definición está de alguna manera íntimamente relacionada con el sexo, pero sin embargo es una especie de vampira psíquica. No se puede decir que el sexo no sea un elemento habitual en las aventuras del cimmerio tanto de forma explícita como figurada. De hecho, en la segunda historia tenemos una escena de corte lésbico más que evidente, prácticamente calcada a la que vive Valeria en "Clavos Rojos". No obstante, en esta ocasión, da la sensación que han querido jugar con un doble sentido, porque supongo que dejar a los habitantes del pueblo secos a través de relaciones sexuales hubiese sido un poco fuerte y excesivo, mejor jugar con las alegorías literarias. De todas formas, a mí hay un aspecto que no me termina de convencer, y es el papel que juega esa máscara mortuoria con la llamativa gema en la frente. O si realmente está tan débil que no se puede mover, estando incluso encerrada, porque la siguen alimentando. Obviamente, el miedo no es amigo de la razón, pero me parece ver ahí un punto de tensión en la suspensión de la realidad.
Quizá habría que hablar del nexo de unión entre el título y la escena final con una apenada Zillah, pero creo que es tan evidente que es mejor dejarlo estar. Será mejor hablar del apartado gráfico que, en esta ocasión, se encuentra en manos de Ernie Chan en solitario. Se ha hablado mucho de la supuesta incompetencia de este autor, frente al talento de otros como el propio John Buscema. Creo que compararlo con alguien de la talla del mayor de los Buscema es como poco injusto, ya que pocos artistas del medio se pueden comparar con él, y mucho menos en uno de esos títulos donde dio el do de pecho porque se sentía muy a gusto. Sin embargo, creo que no hay que desmerecer en absoluto el trabajo del dibujante filipino, que en momentos de ausencia del maestro supo mimetizar muy bien su estética y conseguir un resultado como mínimo aceptable. Esta historia es un buen ejemplo de ello, donde se observa una buena narrativa, cierta fluidez de movimientos y en definitiva buena parte de la esencia que todos tenemos en la memoria y que asociamos con la versión en cómic de la creación de Howard. Podemos hablar de la carencia de fuerza con respecto a Buscema o de otro tipo de cuestiones, pero es al fin y al cabo como el que compares con el maestro no sea Neal Adams o uno de un nivel similar lo normal es que salga perdiendo. Yo creo que en esta colección es preferible tener a un Ernie Chan, pese a sus carencias, que muchos otros que vendrán más adelante y de los que seguro que hablaremos en su momento.
A nivel personal, posiblemente la primera historia de este tomo sea la que más me gusta. Pero sin lugar a dudas, la historia más compleja y mejor trazada es
"Halcones sobre Shem". Este es otro de esos relatos que dejó inconclusos Howard y que de Camp concluyó para su publicación y Roy Thomas lo adaptó para el último número americano incluido en esta entrega. Seguramente la etapa de mercenario a sueldo del cimerio haya sido la más explotada. Yo creo que es porque ofrece un mayor número de posibilidades, además de explotar esa faceta errante del personaje, viajando hasta los lugares más recónditos en busca de una guerra en la que participar y un lugar donde poner precio a su espada. Las calles de Asgalun son un lugar tan bueno como cualquier otro, la verdad. Pero lo realmente interesante de esta historia es la increíble trama que se teje en un espacio muy corto de tiempo, estableciendo diferentes facciones que se odian, sobre todo por temas raciales, un rey loco y una conspiración en la sombra para gobernar la región a través del un monarca bastante excéntrico, todo hay que decirlo. Como suele ser habitual, Conan se mete en medio de todo, pero además lo hace de forma casi voluntaria y buscando una forma de beneficiarse de ellos gracias a su inteligencia y a sus habilidades como estratega, algo que siempre le ha sido bastante útil. Por si fuera poco, se topa con un aliado circunstancial que parece seguir un poco su onda de pensamiento, lo cual en cierta forma le viene muy bien a lo largo de la aventura, aunque se desmarcará con algunos planes por libre que tendrán como pieza clave una mujer, para variar.
A mí lo que realmente más me gusta es el entramado sociopolítico que se marca la trama, con un montón de personajes implicados y que demuestra una vez más lo rico que es este universo de ficción creado por el escritor tejano, rico en matices. Por supuesto, no podían faltar hechiceros, magia y seres preternaturales, pero no dejan de ser elementos propios del género que añaden más salsa aún más si cabe al tema conspiranoico. Este tipo de relatos tan elaborados suelen ser bastante interesantes. Pero si hay algo que sube enteros en esta historia es el regreso del equipo creativo que mejores resultados dí durante la primera etapa de la revista. Es decir, los lápices de John Buscema, entintados por Alfredo Alcalá. Hay muchos aspectos destacables del arte de este "dúo dinámico", uno de ellos es el aumento de detalles en las viñetas, con un perfecto dominio de las luces y las sombras. La anatomía de los personajes "esculpida" hasta el más mínimo detalle es otra. Y, como no, las mujeres en sus manos son voluptuosas bellezas por las que los hombres caen rendidos a su pies.
No quiero incidir demasiado en las traducciones libres de ciertos diálogos, más que nada por no repetirme, aunque ver a Conan soltar un exabrupto tipo "coño", es algo a lo que dificilmente me voy a acostumbrar. Pero me ha llamado especialmente la atención que el título de la primera historia "The Lair of the Ice Worm" se traduzca como "El cubil del Gusano de Hielo", siendo exactamente la misma traducción que vemos en una escena final donde vemos el texto "The Nest of the Ice Worm". Me he fijado que son sinónimos y que se emplean básicamente para lo mismo, pero no sé, quizá se podía haber aplicado un sinónimo español como guarida, o similar. De todas formas, soy consciente que no hay error en este caso, es más que me llamó la atención. Aunque lo realmente llamativo es que aquí no se quiere rotular nada que no sea texto simple. Es decir, las maquetaciones respetando el original deben de costar mucho dinero, porque aquí a las más mínima se deja el original y un asterisco para la traducción, o directamente un cuadro anexo para la versión española junto a la original, como es este caso. Perdiendo parte del dibujo, desde luego, aunque sea algo mínimo. A pesar de todo, yo no termino de comprender este tipo de decisiones en los tiempos que corren, la verdad.
Por último, comentar que nos perdemos en esta edición alguna historia de Solomon Kane, así como un par de relatos protagonizados por Kull, rey de Valusia. Quizá el más interesante sea
"Los espejos de Tuzun Thune", basado en un relato de Howard, adaptado por Roy Thomas y dibujado por Mike Ploog. Por cierto, me entra la risa cuando recuerdo aquí haber leído que si la reproducción de los primeros números del coleccionable era muy mala, que mejor los Super conan de Forum, que tal y que si pascual... Bueno, pues este relato en la segunda edición del sexto número de Super Conan no es que sea ilegible el trazo de Ploog, es prácticamente hay muchos espacios en blanco. es un auténtico horror. He podido compararla con una edición escaneada y hay una diferencia brutal. Es cierto que le dibujante tiene un estilo que podríamos definir como difuminado, sobre todo para el tema del sombreado. No es algo muy habitual de ver en el magazín ese tipo de estilo de lápiz prácticamente sin entintar en ese recurso del artista para dar volúmenes y tridimensionalidad. Pero es que la edición de Forum es una auténtica guarrada, donde se pierde el efecto que se quiere dar y transmite la sensación de una fotocopia de mala calidad, en la que se pierden muchos detalles, desde suelos ajedrezados hasta sombras, incluso líneas de dibujos. Esto es un ejemplo de que ni hay ediciones perfectas, ni lo de ahora es tan malo, ni hay que exagerar tanto las cosas en el aspecto de las reproducciones. Esta edición, con sus defectos y sus virtudes, el algo aceptable. Yo creo que uno de los grandes aciertos es el tipo de papel, diría que satinado, que permite dejar un fondo muy blanco y así el contraste de los negros y los grises se aprecia mucho mejor que con el papel más poroso y de menor gramaje de ediciones más antiguas. Pero es una opinión muy personal mía, a lo mejor es otra cosa. De todas formas, lo que realmente necesitamos, es una edición similar que recupere las historias de Kull, Red Sonja, Solomon Kane y el resto de creaciones de Howard que se pasearon por esta revista. Ojalá Crom nos escuche...