El eterno debate grapa vs tomito. La grapa debería ofrecer una recapitulación del número anterior y, a poder ser, una unidad narrativa completa (aunque forme parte de un arco más grande). Algunas lo hacen, pero otras no, y es verdad que de un mes a otro, uno se olvida de por dónde iba si no tiene un resumen de lo anterior (que antes venía directamente dentro de la historia). Creo que Spidey es de los pocos personajes que mantienen una narrativa medianamente clásica, seguramente por influencia de la etapa de Slott (y porque conserva el monólogo interno del protagonista que ayuda a situar al lector, característica demasiado fundamental del personaje como para descartarla).
El tema del precio es, obviamente, la barrera más importante. Seguida del estancamiento creativo de Marvel, que tiene mucho más que ver con el tema de los derechos de los autores (que evitan crear personajes nuevos para que luego la gente se haga muchimillonaria en el cine y ellos vean un chequecillo y un agradecimiento y ya) y de la necesidad de hacer que el tiempo no avance y todo siga más o menos igual (mientras la versión más conocida ahora del Universo Marvel, la cinematográfica, es valiente y apuesta por el cambio, acostumbrando al potencial lector a algo con un poco más de trascendencia y cambio que no va a encontrar leyendo). Básicamente, el UM comiquero se ha convertido en Archie, o en la temporada treinta y pico de Los Simpson.
Reboots, políticas inclusivas, wokes, wookies y demás zarandajas no consiguen atraer nuevos lectores.
Bueno, la serie más woke que jamás se ha hecho en Marvel, la Patrulla-X de Claremont, se cuenta como uno de los mayores éxitos comerciales de la historia de la editorial. La cosa va por otros derroteros.