Yo tengo los cómics en estanterías sin cristal. Y la mayoría de grapas guardadas en cajas en un par de armarios. Nunca he enfundado tomos ni tomado precauciones.
Si alguien quiere ojear un cómic lo hace, a no ser que tenga una bolsa de Doritos en las manos, pero sin que le exija lavarse las manos.
Mis hijos nunca han hecho estropicios con los cómics, no sé si por suerte o qué, pero nunca he tenido problemas. Ahora leen Omnigolds y quizá no los cogen de la manera más ortodoxa, pero yo con tal de que lean no le digo ni pío. Las cosas para mí son para usarlas. Me gusta que las cosas tengan uso y que se desgasten. Son para eso.
Sin que quiera decir que seas un guarro y no cuides las cosas. Pero es que para mí no es ningún drama que alguna grapa esté algo doblada por una esquina o que algún tomo tenga un picotazo, siempre y cuando sea del uso normal o de un accidente mío o de otro, y no porque me lo envíen en mal estado porque entonces devuelvo tomo, obviamente.
Interesante visión entre tanto coleccionista, que no te preocupe demasiado que los cómics se desgasten o no estén impolutos con el paso del tiempo, valoras más el disfrute (aunque conlleve desgaste) que no preocuparte por como los almacenas o lees.
En cuanto a lo de devolver tomos en mal estado, sobre todo si lo pagas a precio completo, considero que hay que ser implacable. Pagas por un producto nuevo, no uno abollado o en mal estado y no es culpa tuya si lo recibes en esas condiciones. En otro tipo de productos la gente ni se plantea ese debate, si llega un iphone con la esquina rota, seguro que el personal no duda un segundo en reclamar. Pero con los cómics se tiende (a mi juicio) a ser más complaciente, es como que se les da menos valor y se exige menos...
Yo es que no soy coleccionista. Siempre me ha interesado el contenido por encima del formato. Leer, leer y releer, pasar las páginas mil veces, hojear, etc. También presto los tomos, por ejemplo. Y sabes que si prestas el tomo, al final se resiente, porque los OG simplemente con abrirlos ya crujen. Pero yo qué sé, la gracia está también en compartir lecturas con la gente.
Para muestra un botón, que los estoy viendo ahora mismo: El coleccionable "blanco" de la Patrulla-X tiene los lomos amarilleados. Han estado desde siempre sin vitrina, y en casa nadie fuma. Pero es el paso del tiempo, lógico, se vuelven amarillos. No me preocupa lo más mínimo. Las cosas se desgastan con el uso y hasta me gusta.
Haciendo una analogía con Toy Story, son cómics que podrían hablarme , que han sido disfrutados, no metidos en una vitrina como si fuera un museo. Ojo, y lo digo porque estoy entre coleccionistas, eso no me hace mejor ni quiero que me den un premio por guarrete, ni aspiro a tener superioridad moral por encima de quien es muy cuidadoso. Simplemente es que soy así. Y no solo con los cómics sino con todo. La camiseta de UM me la pongo (para correr, habría que verme ), las tazas de UM las meto en el micro y me tomo el cafelito tan a gusto con ella, etc., etc.
Publicidad que me estoy dando para el bazar, pero bueno, es que por eso no vendo nunca nada, que sé cómo es la gente
Intuía que no eras coleccionista, de ahí que dijera "interesante visión entre tanto coleccionista". Una visión sin duda alguna interesante, respetable y elogiable. Es otra manera de ver la vida, de no obsesionarse tanto por la preservación, por él si dentro de 40 años estará impoluto el cómic en cuestión, sino en disfrutarlo ahora, en el momento. Simple y llanamente, carpe diem.
Es cierto que a veces la gente se preocupa demasiado por si ciertas cosas que compra aguantarán bien el paso del tiempo, en vez de intentar disfrutar más del momento, porque igual no llegamos a ver si ese tomo que tantos quebraderos de cabeza nos da, va a estar perfecto o no, porque igual nos morimos antes. Y si algo nos está enseñando (o debería) esta pandemia, es que estamos de paso, que somos frágiles, que en cualquier momento podemos morirnos y haber perdido la oportunidad de disfrutar de ciertas cosas porque nos preocupaba más que pasaría en un futuro y no en el presente.
Y ese es un ejemplo de los múltiples que puede haber: llegar a cierta edad sin tener pleno control de tus facultades mentales (por tanto no disfrutas de esos cómics plenamente preservados), no disponer de descendencia que disfrute de los mismos o en caso de tenerla, que pasen olímpicamente de dicho hobbie y en cuanto te mueras se deshagan de ellos, etc. ¿O todos los hijos de numismáticos, han conservado las colecciones de sus padres?
Y que conste que yo intento en la medida de lo posible preservar mis colecciones, pero sin llegar a límites obsesivos. Y quién sabe, la vida da muchas vueltas, quizá en 20 años piense como tú y ni siquiera me esmere en cuidarlos tanto. A saber.