Calidad: 5. Shooter nunca ha sido santo de mi devoción y un Zeck a la carrera tampoco. Siendo sincero, tenía más de rollo comercial que de tebeo, con personajes que no se sabía muy bien qué pintaban allí. Pero también es verdad que se dejaba leer, resultaba entretenidilla y tuvo además sus consecuencias.
Importancia: 9. Editorialmente hablando, claro. Que los pesos pesados de la editorial estuviesen presentes en una misma trama y en una misma serie era algo (casi) nuevo en aquel entonces. Me guste o no me guste, marcó el camino a seguir para la explotación de las gallinas de los huevos de oro, es decir, "evento que implique a todos los personajes de la editorial", algo que ningún crossover que se precie debe dejar hoy de lado, ya sea con guerras civiles, invasiones alienígenas, cabreos de Hulk contra el mundo, etc.
Sin embargo, me guste a mí más o menos, un 9 también creo que también es una puntuación justa teniendo en cuenta el impacto que tuvo en la chiquillería de la época y, con ello, en la cantidad de aficionados que se engancharon a los tebeos Marvel gracias a las Secret Wars.
Para que se me entienda lo que quiero decir: a efectos de impacto entre la gente y de enganchar nuevos aficionados a Marvel, las Secret Wars me parecen un fenómeno muy similar al de Civil War: Los palos que como seguidor de tebeos Marvel le puedes dar hoy a Civil War a la hora de criticarla, son casi los mismos palos que como seguidor de tebeos Marvel le podías dar en los ochenta a las Secret Wars, o bastante parecidos. Y sin embargo, para mucha gente (joven), este tipo de sagas son las que les han enganchado a los tebeos de superhéroes, algo que no consiguieron los Miller o Simonson de entonces, ni los Brubaker o Johns de hoy.