Reflexión mañanera de día festivo.
A ver si el problema es que el mercado del cómic en España no es tan boyante como nos gustaría.
En un mundo utopico, habría al menos un par de ediciones de este material disponibles, una de batalla (como se está pidiendo ahora) y otra al gusto de XBG, muy cuidada.
Como eso no puede ser, porque el mercado no da, se ha hecho una mezcla de ambos, para intentar contentar lo máximo posible a ambos grupos, pero eso lógicamente también deja descontentos en ambos grupos, por los extremos.
Unos porque consideran que todo lo que no es cómic propiamente dicho es relleno que únicamente sirve para encarece el tomo, y otros porque el tamaño, las tapas o lo que sea relativo a la edición, no es el que considera adecuado.
Voy a suponer que los trabajadores de Panini han hecho su trabajo y han decidido que siendo posible únicamente una edición, está era con la que más clientes iban a satisfacer.
Sabiendo que iba a haber quejas por ambos lados, pero esperando que el grupo de lectores contentos con el resultado sea mayor que el de disgustados.
Y eso solo lo dirá el tiempo. Si la BM es un éxito, acertaron. Si van subiendo precios, cerrando colecciones o editando menos series de las previstas, pues no acertaron.
Y en un par de años, se de intentará de nuevo en otro formato.
Estoy de acuerdo... salvo porque no es verdad .
Había un formato. OmniGold. Con extras.
Ahora han sacado otro formato. Exactamente el mismo pero troceado, más caro porque tiene dos añadidos más.
Bueno, antes la gente estaba más que contenta con tener sus OG de tapa blanda. Lo que ha cambiado es que han subido el precio y ahora todos desesperan.
Eso es mucho asumir. Yo he leido a muchos estar siempre en contra del relleno salvo en ediciones de lujo. Claro, si además de que un 35% del tomo sea relleno le subes el precio, el cabreo es doble, cómo no.
A ver, que hace poco se discutían pijadas como si los tomos tenían que tener arcos completos, como planificar para cortar justo cuando se acabará una etapa. La elección de portadas, etc.
Ahora de pronto hay que ahorrar, los extras sobran, que bonitos eran los coleccionables (que partían episodios y las portadas se publicaban de aquella manera).
Pero si es mismo círculo vicioso, gente que sigue comprando sus comics de niño por inercia y atadura sentimental o vital, y que pasa por varias etapas. La más divertida efectivamente, es la de darse cuenta de que casi todos esos comics le parecen una porqueria pero como tiene que seguir comprándolos por algún código atávico de su niñez, que al menos sean lo más baratos, pésimamente reeditados y obscenamente presentados como casquería impura a granel, como si el haberse editado asi en su momento implicara que 60 años despues y habiendo trascendido el paso del tiempo y perdurado lo suficiente para seguir siendo material susceptible de publicación no tenga que adaptarse a las condiciones actuales.
Luego, como derivados folclóricos, están las diversas formas de elevar las pequeñas e intrascendentes contradicciones personales de consumo en el mercado pletórico capitalista (que diría Bueno) a un marco más amplio,"heroico" y significante, como pretender luchar por los anhelos populares de las masas imaginarias de acceder a la cultura a traves de ediciones para todos los bolsillos, aunque esa cultura sea la de tebeos pésimos para niños que no merecen ni el papel de su edición.
Con lo sencillo que sería salir de la rueda y dejar de comprar comics malos xD
Se dice que el reverso complementario elitista de este comportamiento es el de aquellos que sufren de la misma esquizofrenia, pero en lugar de querer mierda en cantidad pero barata, se niegan a aceptar que esos comics sean malos de solemnidad por lo que se dedican a llenar estanterias con lustrosos tomos de tapa dura para lucir sus lomos bien presentados y ordenados con la idea de ocultar lo mediocre de su contenido en la estética de su exterior y evitar las miradas de desprecio o asombro negativo de invitados.
Podria ser, efectivamente, otro arquetipo de viejuno que sigue comprando tebeos de niño, pero, surgen varias objeciones. La principal, es que todos esos tomos caros y de lujo (cof, cof, es un decir) resulta que son proporcionalmemte más baratos que otras ediciones. Desde luego, es una forma menos insana de llevar la disociación entre la supuesta realidad (lo malos que son esos tebeos de niños) y la ficción de querer seguir consumiéndolos como si de una forma de arte o literatura que perdura pese a sus limitaciones de origen. Es de suponer que se conserven en mejor estado que otros formatos, y partimos de la base de que hablamos de pobres señores mayores comprando sus tebeos de niño, por lo que el tema de la supervivencia es algo ímplicito. Y en última instancia, va a favor de la corriente de años atrás de diginificar el comic en todas sus vertientes, incluida la de superheroes, como una forma de arte cuya edición merece el mismo mimo y cuidado que otras formas de literatura.
Y desde luego, tratándose en cualquera de los casos de un reducido grupo de señores mayores con exceso de dinero y poca imaginación para gastarlo en cosas más provechosas, no pretenden subvertir eso del mercado con decisiones lógicas de consumo, como si la misma idea de señores mayores comprando tebeos de niños no fuese ya de partida el centro lógico de ese mercado.
Yo, personalmente, creo saber discernir entre lo que me parece bueno, mediocre y malo incluso dentro de un género como del de comics de superheroes, aunque tenga una vena completista y aprecie el aspecto de universo interconectado y el valor intrínseco de ese material, incluso el de derribo y tengo grapas, tapa blanda y tapa dura (y estas las tengo apiladas unas encimas de otras, sin poder lucir esos magnificos lomos ordenados) y espero firmemente que el dia que esas historias y el contexto de las mismas deje de significar nada para mí simplementente deje de acercarne a ellas, como ya he hecho con la actualidad.